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Los amigos cercanos y las relaciones afectivas mantienen tu cerebro saludable

Las relaciones sociales estimulan el aprendizaje de cosas nuevas.

Amigas socializando

Istock/knape

Pasar tiempo con amigos y familiares es sorprendentemente importante para la salud cerebral

In English | Tener una vida social activa puede proteger tu cerebro a medida que envejeces, según un nuevo informe del Global Council on Brain Health (en inglés) (GCBH, Consejo mundial sobre la salud cerebral) de AARP. La revisión del GCBH de los datos demuestra que tener vínculos estrechos con amigos y familiares, al igual que participar en actividades sociales significativas, puede ayudar a mantener tu agudeza mental y la solidez de tu memoria.

“Pasar tiempo con amigos y familiares es sorprendentemente importante para la salud cerebral a medida que envejecemos”, dice Sarah Lock, directora ejecutiva del Consejo y vicepresidenta sénior de AARP. “Y no es solo la cantidad de conexiones sociales que tengas. El tipo, la calidad y el propósito de tus relaciones pueden también afectar tus funciones cerebrales”.

Una nueva encuesta de AARP sobre la socialización y la salud cerebral de los adultos de 40 años o más encontró que aunque la mayoría de las personas tienen por lo menos alguna interacción social (con un promedio de 19 personas en sus redes sociales), un sorprendente 37% dijeron que a veces carecen de compañía; un 35% informaron que se les hace difícil tener interacciones sociales; y casi 3 de cada 10 dijeron que se sienten aislados. En resumen, la encuesta reveló que 1 de cada 5 adultos mayores de 40 años están desconectados socialmente. Eso es importante porque los adultos que dijeron que estaban contentos con sus amistades y actividades sociales eran más propensos a informar un aumento en su memoria y sus habilidades de pensamiento durante los cinco años previos, mientras que aquellos que no estaban satisfechos con su vida social informaron lo opuesto —que sus habilidades cognitivas disminuyeron—.


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En el caso de los hispanos entrevistados, el informe muestra que estos son más propensos a ser parte de un grupo de baile o canto que la población en general (37% vs. 20%); incluso a meditar (30% vs. 17%). Asimismo, la encuesta revela que estos expresaron que las relaciones sociales los alientan “en gran medida” a aprender cosas nuevas.

“Este es un asunto de salud pública”, dice Michelle C. Carlson, profesora adjunta en Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health en Baltimore, quien participó en la revisión. “Debemos pensar en maneras de identificar el problema en los individuos, trabajar juntos para alentar a las personas a socializar y hacerlo de manera significativa”.

El grupo internacional de científicos dijo que a medida que las personas envejecen se enfrentan a muchos obstáculos para mantener una vida social —sus familiares y amigos fallecen, problemas de salud, movilidad limitada y hasta vecinos que no desean socializar—. “Un gran subgrupo de la población no tiene acceso a muchos de los entornos sociales”, dice Carlson.

Todavía no se comprende bien cómo la sociabilidad mejora la salud cerebral, pero los expertos dicen que interactuar con otras personas de manera significativa puede proteger el cerebro contra los efectos nocivos del estrés. En la encuesta, hombres y mujeres de 60 años o más tuvieron más interacciones sociales y se sintieron más felices con sus relaciones que aquellos de entre 40 y 59 años.

Las investigaciones también apoyan la idea de que ayudar a los demás marca una diferencia en la salud cognitiva. Un estudio a largo plazo dirigido por Carlson ha encontrado que ofrecerse como voluntario de manera regular puede revertir la reducción del volumen cerebral en los hombres.  

Lo positivo: “Hacer nuevas amistades es posible, sin importar tu edad”, dice Lock.

Los autores del informe aconsejan tomar pequeñas medidas para conectarse con los demás, como por ejemplo:

  • Enfócate en las relaciones y actividades que más disfrutas, como deportes en equipo, grupos de intereses o actividades políticas.
  • Busca ayuda de profesionales, como líderes religiosos, líneas telefónicas de ayuda y centros sociales, si te sientes aislado.
  • Pídeles ayuda a los demás para deshacerte de las barreras en la interacción social, como la dificultad para desplazarte.
  • Haz un esfuerzo por comunicarte regularmente con tus familiares, amigos y vecinos. La comunicación digital también cuenta. En un estudio, los adultos mayores a los que se les enseñó a usar Facebook desempeñaron mejor en un 25% las tareas de memoria.
  • Cultiva conexiones sociales con personas de edades diferentes, incluidas personas más jóvenes. Mantente comunicado con tus nietos u ofrécete como voluntario en una escuela o centro comunitario. Ofrece enseñar tus destrezas, como entrenar un equipo o cocinar.
  • Añade una nueva relación o intenta una actividad que no has hecho antes. Desafíate a ti mismo a asistir a diferentes clubes organizados y oportunidades sociales.
  • Considera adoptar una mascota. Cuidar de un gato, perro o pájaro puede ser el catalizador de interacciones sociales.
  • Si ya tienes una vida social activa, diversifica tus actividades.