Vida Sana

Si recientemente has acudido a una cita con el médico o te has conectado a una sesión de asesoramiento a través de Zoom, estás en buena compañía. El uso de la telesalud ha aumentado de manera drástica (en inglés) durante la pandemia de coronavirus, especialmente al principio, cuando los consultorios de los médicos y las clínicas de salud suspendieron las citas en persona y las sustituyeron por una solución compatible con el distanciamiento social.

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Los expertos predicen que estas visitas virtuales han llegado para quedarse, y eso podría ser una buena noticia para los casi 60 millones de personas que viven en zonas rurales de Estados Unidos donde la atención médica es más difícil de conseguir. De hecho, 1 de cada 10 adultos que habitan en las áreas rurales ha visto cerrar un hospital o una clínica médica cercanos, según un reciente informe de AARP (en inglés). Y una quinta parte no tienen acceso a especialistas médicos en su comunidad, como cardiólogos o expertos en cáncer, a pesar de tener tasas más altas de enfermedades crónicas que los adultos que viven en zonas urbanas y suburbanas.
"Ahora mismo, el estado de la sanidad rural es complicado", afirma Brad Gibbens, director interino y profesor adjunto del Center for Rural Health de la Facultad de Medicina de University of North Dakota. "Y la COVID ha agravado la situación", añade, refiriéndose a la escasez de personal y las altas tasas de enfermedad.
Sin embargo, la telesalud puede ayudar a subsanar algunas de las grietas que existen en la atención médica rural. A continuación, te explicamos cómo:
1. Facilita a los pacientes el acceso a médicos y especialistas
Una de las formas más evidentes en que la telesalud puede reducir la brecha en la atención médica en las zonas rurales de Estados Unidos es aumentando el acceso de los pacientes a los proveedores. En las comunidades rurales hay unos 40 médicos de atención primaria por cada 100,000 habitantes, según la National Rural Health Association. En las zonas urbanas, la proporción es de 53.3 por cada 100,000 residentes.
La disparidad es aún más pronunciada cuando se trata de especialistas. En las zonas rurales hay unos 30 especialistas por cada 100,000 habitantes; en las regiones urbanas, esa cifra se dispara a 263 por cada 100,000 habitantes.
No es de extrañar, por tanto, que cerca de una cuarta parte de los adultos de zonas rurales tengan que viajar más de 31 minutos para llegar al consultorio de un médico con el fin de recibir atención especializada, según el informe de AARP. Sin embargo, llamar a un médico —incluso a uno que esté a cientos de millas de distancia— es cuestión de segundos.
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