Tratamiento para el glaucoma
Afortunadamente, las revisiones periódicas y el tratamiento pueden ayudar a retrasar o prevenir la pérdida de visión, especialmente si los síntomas se detectan a tiempo. "Hay un riesgo de perder visión significativamente por la enfermedad. Pero para la mayoría de las personas, cuanto antes lo detectemos, más podemos salvar... El diagnóstico temprano es fundamental", dice Iwach.
Aunque el daño causado por el glaucoma no puede revertirse, dice Iwach, la mayoría de los pacientes pueden controlar y manejar la enfermedad mediante colirios medicados, tratamiento láser o cirugía en el consultorio.
Medicamento para el glaucoma
Las gotas recetadas para los ojos, que deben usarse todos los días, son la forma más común de reducir la presión ocular y controlar el glaucoma. Es posible que tu médico te recete una o más para que las uses de forma combinada. Algunas tratan el glaucoma reduciendo la cantidad de líquido que produce el ojo y otras aumentan la cantidad de líquido que se drena fuera del ojo.
Los análogos de prostaglandinas son el tratamiento preferido por muchos pacientes. Reducen la presión aumentando el flujo de líquido en el ojo. Esta categoría incluye latanoprost (Xalatan), travoprost (Travatan), bimatoprost (Lumigan) y latanoprosteno bunod (Vyzulta).
Otra clase de fármacos, los inhibidores de Rho-quinasa, entre los que se encuentra el netarsudil (Rhopressa), también reducen la presión intraocular al ayudar a la salida del líquido. Rocklatan, otra opción, contiene netarsudi y latanoprost, una combinación que puede ser muy efectiva.
Otro avance en gotas medicadas para los ojos es el desarrollo de un latanoprost sin conservantes, dice Iwach. Los conservantes, que se añaden a las fórmulas para prevenir infecciones, se sabe que causan irritación en los ojos en algunas personas. A medida que las personas envejecen, no es raro tener glaucoma y ojo seco. "Para estos pacientes, el impacto de los conservantes puede ser más pronunciado", dice. Las formulaciones sin conservantes permiten a las personas administrar el medicamento en su ojo sin este desagradable efecto secundario.
Aunque los colirios con receta pueden ser eficaces, no son necesariamente prácticos. Algunos pacientes se olvidan de usarlos; otros encuentran difícil ponérselos en el ojo (una tarea especialmente complicada para las personas mayores a las que les tiemblan las manos). Este gránulo soluble, que se inyecta en el ojo durante un procedimiento de cinco minutos en el consultorio, libera lentamente el medicamento para reducir la PIO y está diseñado para durar hasta seis meses.
Cirugía de glaucoma
Cirugía con láser
El tipo de cirugía láser más común que se realiza para el glaucoma de ángulo abierto es la trabeculoplastia selectiva con láser (SLT), en la que un láser abre los canales obstruidos en la malla trabecular para aumentar el flujo de líquido.
La trabeculoplastia selectiva con láser se suele utilizar en pacientes cuyo glaucoma se controla con colirios, pero a veces puede utilizarse en lugar de la medicación. "Hay datos que sugieren que los medicamentos que se toman a diario tienen efectos secundarios y que son incómodos para los pacientes, y que tal vez deberíamos considerar la posibilidad de hacer tratamientos con láser antes de empezar con las gotas", dice Iwach. “Hubo un estudio interesante (en inglés) realizado en el [Reino Unido] que recomendaba considerar la posibilidad de realizar un tratamiento de trabeculoplastia láser selectiva, que puede reducir la presión en aproximadamente el 80% de los pacientes y retrasar la necesidad de usar gotas para los ojos en algunos pacientes”.
Un estudio de seguimiento publicado en el 2023 (en inglés) descubrió que, después de seis años, el tratamiento SLT fue más eficaz para prevenir la progresión de la enfermedad en comparación con las gotas para los ojos y redujo la necesidad de cirugía. "De hecho, en los últimos 10 años se ha producido una migración gradual hacia el uso de láser en una fase más temprana del régimen de tratamiento, aunque no resulta adecuado para todas las personas. Algunos pacientes están contentos con una gota para los ojos diaria", dice Iwach.
Láseres sin contacto
Cuando llevan a cabo el procedimiento SLT, los médicos de los ojos usan un gonioscopio (un instrumento que incluye una lente de contacto colocada directamente sobre la córnea). Aunque el procedimiento no es doloroso, hay un cierto factor de repulsión. La trabeculoplastia selectiva directa con láser (DSLT) se realiza a través del limbo (la frontera entre la córnea y la esclerótica, la parte blanca del ojo) y no involucra una lente, por lo que no hay contacto con la superficie del ojo. Además, se realiza en menos tiempo que la trabeculoplastia selectiva con láser: "alrededor de un segundo o menos para todo el tratamiento", dice Iwach. Alcon, una empresa que produce productos para el cuidado de la vista, ha adquirido recientemente la tecnología, que tiene la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos, y espera tener estos dispositivos disponibles para los médicos para finales del 2024.
Cirugía tradicional
Si las gotas para los ojos y los tratamientos con láser no funcionan, o si no puedes manejar los efectos secundarios de los medicamentos, tu oftalmólogo puede recomendar la cirugía convencional para crear una nueva forma para que el líquido salga del ojo. En una trabeculectomía, se hace una abertura en la esclerótica para permitir que el exceso de líquido drene fuera del ojo y hacia un pequeño depósito, que está escondido debajo del párpado superior.
A partir de ahí, el líquido es absorbido por el tejido que rodea el ojo. Los dispositivos que se implantan también aumentan el flujo de salida de líquido. Se inserta un pequeño tubo de drenaje en la cámara delantera del ojo, que conduce a la parte posterior del mismo, donde se crea una pequeña área de recolección para drenar el exceso de líquido.
El tratamiento estándar para el glaucoma de ángulo cerrado es la iridotomía periférica con láser. "Se usa un láser para hacer un agujerito en el iris y ayudar a liberar el líquido detrás del iris", dice la Dra. Anne L. Coleman, profesora y jefa del Departamento de Oftalmología de UCLA. Estos procedimientos son muy cómodos y suelen realizarse en el consultorio del oftalmólogo o en un centro de atención ambulatoria.
Microcirugía
Se están utilizando una serie de técnicas y dispositivos para abordar el glaucoma que no tienen la complejidad o los riesgos de la cirugía tradicional, afirma Iwach. Estos nuevos procedimientos, llamados MIGS (microcirugías invasivas de glaucoma), son operaciones microinvasivas más rápidas y menos invasivas en las que se utilizan equipos de tamaño microscópico e incisiones diminutas. Estos procedimientos se realizan en un quirófano y pueden durar tan solo cinco minutos. Sin embargo, como no son tan eficaces para reducir la presión ocular, son más apropiados para quienes se encuentran en la fase inicial o moderada de la enfermedad. Habla con tu médico y con la compañía de seguros sobre la cobertura.
La cirugía MIGS se puede realizar como un procedimiento independiente, pero es más común realizarla en el momento de la cirugía de cataratas. "Cuando los pacientes se someten a una operación de cataratas, abrimos el ojo, sacamos las cataratas y ponemos lentes", dice Iwach. "Eso nos da la oportunidad de tener acceso a la malla trabecular".
La realización de una cirugía dos en uno también puede reducir las complicaciones. "Uno de los riesgos al realizar una cirugía ocular es que la incisión puede crear una vía potencial para bacterias e infecciones", dice Iwach. "Pero en este caso se hace una incisión más pequeña, por lo que hay menos posibilidades de que eso ocurra". Si vas a someterte a una operación de cataratas, quizás debas preguntarle a tu médico si considera la posibilidad de realizar uno de estos procedimientos al mismo tiempo.
Prevención del glaucoma
Es algo aterrador, pero aquí está la buena noticia: si se diagnostica glaucoma a tiempo y se trata, podrías ser capaz de detener la pérdida adicional de visión y prevenir la ceguera. "El pronóstico es excelente, pero la gente suele dar por hecho que sus ojos están bien y se olvidan de ellos hasta que notan los síntomas", dice Coleman. "Por eso es importante que te examinen para evaluar tu riesgo".
La Academia Estadounidense de Oftalmología (en inglés) recomienda que los adultos, a partir de los 40 años, se realicen exámenes oculares completos y regulares con un oftalmólogo. Las personas de 65 años o más deben hacerse un examen de la vista cada uno o dos años. Las personas con enfermedades crónicas como diabetes o presión arterial alta, enfermedades oculares conocidas u otros factores de riesgo pueden necesitar hacerse controles con más frecuencia.
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