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Los 8 peores hábitos para tus ojos

Actividades diarias que pueden afectar tu visión y amenazar tu salud.


spinner image Ilustración de un ojo gigante y tres médicos le proveen cuidado
GETTY IMAGES

 

Es imposible exagerar la importancia de un examen anual de la vista. No solo te ayuda a saber si se han producido cambios en la visión, sino que es imprescindible para detectar las principales enfermedades que causan la pérdida visual: el glaucoma, las cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad. Todos estos trastornos pueden causar daños irreparables antes de que siquiera se advierta un cambio en la visión, dice la Dra. Michelle Andreoli, una oftalmóloga en Northwestern Medicine y vocera de la Academia Estadounidense de Oftalmología.

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Sin embargo, lo que tal vez no sea tan obvio con respecto a la salud de tus ojos son los hábitos diarios que los afectan. Los siguientes son ocho de los peores hábitos para los ojos, y lo que puedes hacer para eliminarlos. 

Mal hábito número 1: fumar

Puedes agregar esto a la lista cada vez más larga de razones para dejar de fumar para siempre. El humo del cigarrillo hace más que irritar los ojos: las investigaciones demuestran que también aumenta el riesgo de sufrir degeneración macular relacionada con la edad, una enfermedad ocular que puede nublar la visión central. Las personas mayores de 55 años ya corren riesgo de sufrir este trastorno, pero una amplia revisión de estudios publicada en la revista Clinical Interventions in Aging muestra que los fumadores tienen un riesgo entre dos y cuatro veces mayor de sufrir degeneración macular relacionada con la edad (en inglés) que quienes nunca han fumado. 

“Fumar reduce la eficacia de los antioxidantes y puede reducir sus niveles en la mácula”, el área pequeña en el centro de la retina que es necesaria para ver los objetos que están frente a nosotros, explica la Dra. Ashley Brissette, oftalmóloga y profesora adjunta de Oftalmología en Weill Cornell Medicine en la ciudad de Nueva York. “El humo de los cigarrillos también reduce la cantidad de oxígeno que llega a los pequeños vasos sanguíneos que irrigan los ojos, lo que acarrea daños a la visión”. Esto sucede si la persona solo fuma ocasionalmente o si se expone con regularidad al humo ajeno, agrega Brissette. ¿La buena noticia? La misma revisión de estudios demuestra que dejar de fumar no solo reduce el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad, sino que, después de 20 años, el riesgo de sufrir ese trastorno es igual al de los no fumadores​.

Mal hábito número 2: mirar constantemente tu teléfono inteligente

Tus ojos pagan un precio, directa o indirectamente, cuando miras constantemente esa pequeña pantalla —o, para el caso, la pantalla de la computadora o el televisor— sin darles un respiro. Según la Asociación Estadounidense de Optometría, usar cualquiera de tus dispositivos digitales de forma continua durante dos horas es suficiente para causar fatiga ocular digital (en inglés).

“Las dos inquietudes principales asociadas con los hábitos de pantalla se resumen en síntomas crónicos de ojo seco y alteración de los patrones naturales de sueño”, dice Andreoli. “Se supone que debemos parpadear cada cuatro segundos, pero cuando estamos frente a una computadora parpadeamos una vez cada ocho o diez segundos. Esa diferencia puede parecer insignificante, pero el parpadeo es lo que mantiene los ojos lubricados. [Si] no los lubricamos lo suficiente, surgen los síntomas del ojo seco, y eso causa fatiga ocular”. Y pasar demasiado tiempo frente a la pantalla también tiene un efecto negativo en nuestros patrones de sueño. “El brillo de la pantalla y la actividad le dicen al cerebro que es de día, por lo que tendemos a no sentir el nivel de cansancio apropiado”, dice Andreoli.

Su recomendación: practica la regla 20-20-20. A lo largo del día, cada 20 minutos, aleja la vista de la pantalla durante 20 segundos y mira algo que esté a 20 pies de distancia. Y, continuando con la modificación de tus hábitos, apaga el teléfono y guarda la computadora unas horas antes de irte a dormir. Si, por ejemplo, te gusta jugar a Wordle o responder correos electrónicos tarde en la noche, asegúrate de reducir el brillo de la pantalla. Puedes configurar el teléfono para que eso ocurra automáticamente con la función Night Shift en un iPhone o con Notification Shade en un teléfono Android.

Mal hábito número 3: no usar gafas de sol

Del mismo modo que los rayos ultravioletas (UV) del sol pueden dañar la piel, también pueden hacer estragos en la visión. Específicamente, los rayos ultravioletas pueden dañar los tejidos de la superficie del ojo, la córnea y la lente. Y con el tiempo, ese daño puede causar cataratas, degeneración macular relacionada con la edad o cánceres oculares.

“Es posible sufrir quemaduras por el sol en los ojos; eso se llama fotoqueratitis y puede ser tremendamente doloroso”, dice Brissette. Para ayudar a evitar todos estos problemas, usa gafas de sol, no solo durante el verano, sino todos los días del año, incluso en días nublados. ​​“Las gafas de sol protegen los ojos de varias maneras”, explica Brissette. “Es difícil aplicar protector solar cerca de los ojos, así que las gafas de sol actúan como una barrera física y bloquean los rayos ultravioletas para que no lleguen a los párpados ni a la piel de alrededor de los ojos. Además, las lentes de las gafas de sol tienen protección ultravioleta”. Para que tus ojos estén totalmente protegidos, confirma en la etiqueta de los anteojos que brinden un 100% de protección ultravioleta. “Algunas etiquetas dicen ‘Absorción UV hasta 400nm’, que es lo mismo que 100% de protección ultravioleta”, dice Brissette.

Cabe destacar que incluso si usas lentes de contacto con tecnología que bloquee los rayos UV, debes usar gafas de sol al aire libre. Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, estos tipos de lentes de contacto solo protegen la parte del ojo que cubren, lo que deja la parte exterior del ojo expuesta a radiación perjudicial. Tus ojos reciben la mayor protección cuando usas gafas de sol, especialmente aquellas de estilos envolventes.

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Mal hábito número 4: dormir con las lentes de contacto puestas

No hay duda de que las lentes de contacto se han vuelto más fáciles de usar, pero eso no significa que puedes colocártelas y simplemente olvidarte de ellas. “El problema principal es el riesgo de infección, que puede causar cicatrices permanentes en la córnea y dañar la visión”, dice Brissette. “Entre las lentes de contacto y la superficie de la córnea quedan atrapadas bacterias y otras impurezas, por lo que usar las lentes durante mucho tiempo, o después de su vencimiento, aumenta el riesgo de infección”.

Alrededor de uno de cada tres usuarios de lentes de contacto admite que duerme la siesta o toda la noche con las lentes puestas, según una investigación en Morbidity and Mortality Weekly Report, un informe semanal sobre morbilidad y mortalidad que publican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Al hacerlo, el riesgo de contraer una infección ocular relacionada con las lentes de contacto aumenta entre seis y ocho veces.

“Han avanzado mucho en las últimas décadas, pero el perfil de seguridad de las lentes de contacto depende de no dormir, nadar ni ducharse con ellas puestas... nunca”, dice Andreoli. “A la mayoría de mis pacientes yo les sugiero lentes de uso diario —que se colocan por la mañana y se desechan por la noche—, porque el riesgo de infección con esos tipos de lentes es muy bajo. Con algunas de las lentes de uso extendido, a veces las personas pierden la cuenta de cuánto tiempo las han tenido puestas. A la larga, eso puede causar problemas”. ​​

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Mal hábito número 5: frotarse los ojos

Si te frotas los ojos ocasionalmente no causas verdadero daño, pero si lo haces con fuerza, corres el riesgo de lesionar la córnea, que es la superficie transparente en forma de domo que se encuentra delante del ojo. “Algunas enfermedades poco frecuentes de la córnea están vinculadas con frotarse los ojos”, dice Andreoli. Un ejemplo es el queratocono, un trastorno que ocurre cuando la córnea se vuelve muy fina y comienza a formar una protuberancia hacia afuera en forma de cono. A raíz de eso, la visión se distorsiona y se nubla.

Un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Medicine halló que la gravedad del síndrome del ojo seco era mayor en los pacientes que se frotaban los ojos de manera crónica (en inglés).

Si lo que buscas es aliviar rápidamente el enrojecimiento, la irritación o una sensación de arenilla o sequedad en el ojo, está bien frotarlo. “Frotarse ocasionalmente los ojos extraerá algunas lágrimas de las glándulas lacrimales, pero trata de no hacerlo con brusquedad ni con mucha frecuencia”, agrega Andreoli. Lo mejor es utilizar gotas oculares lubricantes o colocar un paño húmedo sobre los ojos. ​​

Si te frotas los ojos habitualmente —y una manera de saber con qué frecuencia lo haces es mantener un registro durante una semana—, intenta frotar el borde exterior de la cuenca ocular en vez de los ojos para minimizar las consecuencias. Si eso no funciona, consultar a un terapeuta puede ayudar.

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Mal hábito número 6: dormir sin quitarse el maquillaje

Los investigadores saben desde hace tiempo que usar maquillaje para los ojos aumenta el riesgo de inflamación y afecta la calidad de las lágrimas. También desempeña un papel en el desarrollo o la exacerbación del trastorno del ojo seco (en inglés), según una investigación publicada en el 2022 en la revista Cureus. Eso es especialmente cierto si tienes el hábito de dormir con el maquillaje puesto.

De vez en cuando, no hay problema si no te quitas el maquillaje antes de dormir. Pero si haces de eso un hábito, estás creando el riesgo de que los ojos se infecten. La consecuencia más común son los orzuelos, unos bultos dolorosos que crecen en la base de las pestañas o debajo del párpado. También es importante cómo te quitas el maquillaje de los ojos.

“Los desmaquilladores a base de aceite pueden exacerbar algunos síntomas del ojo seco porque depositan mucho aceite en las lágrimas”, dice Andreoli. “Si los pacientes comienzan a notar esto, deben dejar de usar el desmaquillador para ojos y usar un jabón facial muy suave en su lugar”.

Mal hábito número 7: beber en exceso

Lo sorprendente no es que beber más de la cantidad recomendada de alcohol (en inglés) —hasta una bebida al día para las mujeres y no más de dos al día para los hombres, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades— sea malo para la salud. Lo sorprendente es lo malo que el consumo excesivo de alcohol puede ser para los ojos. “Algunos de los efectos más dañinos en la vista son provocados por niveles extremadamente altos de alcohol o por el abuso crónico del alcohol”, dice Brissette. “Los niveles tóxicos de alcohol en la sangre pueden dañar permanentemente el nervio óptico y los centros de la visión”. 

De hecho, una revisión de estudios publicada en el 2021 en la revista Journal of Ophthalmic & Vision Research descubrió que el consumo crónico de alcohol aumenta el riesgo de cataratas, degeneración macular relacionada con la edad, retinopatía diabética y varios tipos de neuropatía óptica, entre otras enfermedades.

Si eres bebedor social toma nota: lo anterior no aplica en tu caso, pero eso no significa que estés fuera de peligro por completo. Incluso el consumo ocasional de alcohol contribuye al síndrome del ojo seco, dice Brissette.

Mal hábito número 8: no consumir suficientes nutrientes

En algún momento, la zanahoria se convirtió en la verdura relacionada con una buena salud ocular. Si bien es cierto que tus ojos necesitan vitamina A —ayuda a nutrir la córnea y es fundamental para el funcionamiento de la retina—, las zanahorias, que son ricas en vitamina A, distan de ser las únicas verduras que promueven la salud ocular.

En el importante estudio Age-Related Eye Disease Study (AREDS), sobre enfermedades oculares relacionadas con la edad, y en el posterior estudio AREDS2, los investigadores hicieron pruebas para determinar si tomar suplementos nutricionales —específicamente luteína, zeaxantina, vitaminas C y E, cobre y zinc— podría prevenir o retrasar la progresión de la degeneración macular relacionada con la edad y las cataratas (en inglés). Los investigadores descubrieron que tomar las vitaminas no tuvo ningún efecto en las cataratas, pero ayudó a los pacientes con degeneración macular relacionada con la edad a reducir el riesgo de que la enfermedad progresara de intermedia a avanzada en alrededor de un 25%. La fórmula que se utilizó en el estudio ahora se vende sin receta como la fórmula AREDS2.

Brissette recomienda tomar el suplemento si te han diagnosticado degeneración macular relacionada con la edad. De lo contrario, sugiere seguir la dieta mediterránea para promover la salud general de los ojos. “Las mejores pruebas que tenemos indican que esto es beneficioso para la salud ocular, específicamente, los alimentos ricos en vitaminas A, C y E; luteína, zeaxantina y ácidos grasos omega”, dice. “Siempre es mejor obtener nuestros nutrientes de alimentos integrales en vez de suplementos, si es posible. Si te diagnosticaron degeneración macular, tomar un suplemento, como el AREDS2, puede ayudar a retrasar la progresión y además se recomienda”

Cómo proteger tus ojos

(Haz clic en el botón CC del video para seleccionar los subtítulos en español)

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