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Los paramédicos constituyen la nueva vanguardia de la atención de salud

Los especialistas en medicina de emergencia también se están encargando de la medicina preventiva.


spinner image Un paramédico asiste a una persona en su hogar.
Una especialista en paramedicina comunitaria de United Ambulance Service en Lewison, Maine, atiende a un residente local en su hogar.
CORTESÍA DE UNITED AMBULANCE SERVICE COMMUNITY PARAMEDICINE PROGRAM

| Cuando Jeff Woolsey regresó a su trabajo en el Departamento de Bomberos de Alexandria, Virginia, después del Día de Acción de Gracias, encontró una pequeña pila de documentos sobre su escritorio que provenían de colegas que pasaron el fin de semana festivo atendiendo llamadas de emergencia.

En una nota, se le pedía a Woolsey, capitán del servicio médico de emergencia, que fuera a ver a un adulto mayor cuya salud se deterioraba y quien vivía “en condiciones poco óptimas”. En otra, se le solicitaba que visitara a un residente local a quien le estaba siendo difícil cuidar a su madre después de un derrame cerebral. Woolsey se subió a la camioneta Ford Explorer de la estación vestido en su uniforme —una camisa gris en vez de una chaqueta a prueba de incendio— y se pasó el día haciendo visitas a domicilio.

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Después de haber atendido llamadas de emergencia por 28 años, Woolsey ahora es el paramédico comunitario de la ciudad. Su trabajo es ayudar a prevenir que se realicen esas llamadas de emergencia.

En los hogares de adultos que hace poco se cayeron, Woolsey sujeta con cinta adhesiva los objetos que presenten riesgo de tropiezos (como los cables de teléfono y las alfombras sueltas). Además, se asegura de que los miembros de la comunidad con enfermedades crónicas se tomen sus medicamentos como deberían. Conecta a las personas con servicios locales de alimentos y transporte, y hasta ayudó a algunos residentes a lograr que se dedicaran espacios de estacionamiento para discapacitados y a obtener viviendas accesibles para personas con discapacidades. Y hace todo esto sin usar sirenas ni camillas.

“Una de las mejores partes de mi trabajo es solo salir y conversar con la gente”, dice Woolsey, quien ha sido el paramédico comunitario de Alexandria por unos dos años. “Y a veces solo se trata de ayudarlos a realizar cambios sencillos”.

Respuesta a las necesidades de atención médica en zonas rurales

Los programas comunitarios de paramedicina como el que supervisa Woolsey se han vuelto más comunes en todo el país en la última década, en particular en comunidades rurales donde el acceso al cuidado de la salud es cada vez más limitado. Desde el 2005, se han cerrado más de 160 hospitales rurales, según los datos recopilados por University of North Carolina. Debido a eso, muchos residentes tienen que desplazarse más lejos a fin de obtener servicios preventivos y de emergencia.

La distancia es lo que impide que muchas personas en las zonas rurales de Idaho “reciban la atención de salud que necesitan”, afirma Wayne Denny, jefe de la Oficina de servicios médicos de emergencia y preparación en el Departamento de Salud y Bienestar de Idaho.

“Si alguien necesita que le tomen una muestra de sangre para un análisis de laboratorio, eso podría posponerse durante semanas porque nadie dedicará un día entero de su vida a ir al pueblo más cercano donde haya una clínica. Esto demora mucho la atención médica”, dice Denny, quien está creando un programa de paramedicina comunitaria en Idaho para disminuir el número de pacientes que recurren a la sala de emergencias.

Se imagina una situación en la que un paramédico comunitario o un técnico médico de emergencias se detiene a la orilla de la carretera “y alguien se baja de un tractor” para que le saquen sangre o le den otro tipo de atención médica. “Y entonces podremos lograr que estas personas tengan mejor salud, sigan trabajando, no vayan a la sala de emergencias y no necesiten ser hospitalizadas”, explica Denny.

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Los paramédicos comunitarios pueden visitar rutinariamente a pacientes de alto riesgo (aunque solo sea para llenar una botella de agua o ajustar el termostato) y también a quienes hace poco salieron del hospital para explicarles instrucciones de alta poco claras, a fin de que sea menos probable que los vuelvan a hospitalizar.

Al llevar la atención de salud al público, menciona Denny, la paramedicina comunitaria es “una respuesta a un problema contra el que hemos estado luchando por mucho tiempo”.

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Reducir los riesgos de salud y los costos de la atención médica

Algunos legisladores han empezado a presionar para que se reduzcan las tasas de reingreso a hospitales y las consultas en departamentos de emergencias, que les cuestan miles de millones de dólares al año a la industria de cuidado de la salud. Y los defensores de la paramedicina comunitaria dicen que su modelo puede ayudar a lograr esas metas.

“Muchas veces transportamos a los pacientes cuando están muy enfermos, y si hubiéramos llegado allí tres o cuatro días antes para ayudarlos a controlar la diabetes y otras enfermedades, quizás no tendríamos que aparecernos a las 3 a.m., cuando están en una situación desesperada, y llevarlos al hospital donde los ingresarán por tres o cuatro días”, dice Dennis Russell, paramédico y gerente de paramedicina comunitaria de United Ambulance Service en Lewiston, Maine.

Los resultados preliminares de un programa de tres años (en inglés) en Regions Hospital en St. Paul, Minnesota, demostraron que, a más de la mitad de los 111 participantes del estudio con hipertensión arterial o diabetes a quienes los paramédicos visitaron en su hogar con regularidad para brindarles cuidados no urgentes, se les disminuyó la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre. El programa también tuvo como resultado una “reducción significativa tanto en visitas al departamento de emergencias como en reingresos al hospital”, solo con que un paramédico ayudara a entregar medicamentos, controlar los signos vitales y realizar evaluaciones a domicilio. Los hallazgos de otros estudios realizados en Estados Unidos y Canadá son parecidos.

“Es una manera muy eficiente y menos costosa de atender a los pacientes”, observa el Dr. Michael Wilcox, quien desde el 2009 ha ayudado al Departamento de Salud de Minnesota a lanzar varios programas y capacitaciones de paramedicina comunitaria en todo el estado.

“Si les preguntas a los pacientes y a sus familias sobre cómo preferirían obtener cuidado médico, muchas veces dicen: ‘Prefiero que me atiendan en mi casa. Quiero recibir cuidados preventivos antes de que me suceda una emergencia médica y tenga que ir al departamento de emergencias’”.

Atender a pacientes en sus casas también tiene ventajas para los profesionales médicos. Russell y sus colegas pudieron ayudar a un paciente con diabetes a evitar una emergencia médica cuando se dieron cuenta de que él no le quitaba la tapa a su inyector de insulina. Por un tiempo, al paciente le resultaba difícil controlar el nivel de azúcar en la sangre, porque “nunca recibía la insulina que necesitaba”, cuenta Russell. Agrega que “nunca nos hubiéramos dado cuenta de eso” a no ser que estuviéramos en el hogar del paciente.

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Acoplarse al futuro de la atención de salud

Los pacientes se conectan con los programas de paramedicina comunitaria de varias maneras. Woolsey, en Alexandria, Virginia, revisa información del Departamento de Bomberos y busca a residentes que con frecuencia llaman al 911 y a adultos mayores que llamaron porque se cayeron. Además, coordina con hospitales locales para visitar a pacientes a quienes hace poco les implantaron una bomba cardíaca (un dispositivo de asistencia ventricular izquierda o LVAD) y transmite la información sobre sus necesidades de cuidado a la estación de bomberos más cercana, por si se recibe una llamada de emergencia.

Por otra parte, Russell visita a adultos derivados por médicos de atención primaria que no tienen suficiente tiempo para realizar visitas a domicilio. Muchos de los pacientes que atienden él y sus colegas no reúnen los requisitos para los servicios domiciliarios de salud y carecen de redes de apoyo en su hogar. Según dice Russell, un paramédico comunitario ayuda a “cubrir los intervalos” entre las consultas con los médicos. “Me parece que somos una herramienta valiosa para los médicos de atención primaria”.

Aunque estados desde California hasta Carolina del Sur han tenido éxito con programas de paramedicina comunitaria, el mayor “obstáculo” que impide que este modelo de cuidados “se dispare completamente” es el asunto de la compensación, según indica Denny de Idaho. Los seguros médicos privados y públicos cubren la mayoría de los servicios tradicionales de transporte en ambulancias al hospital y las consultas rutinarias con el médico. En cambio, la paramedicina comunitaria forma parte de un terreno poco definido.

Cada comunidad financia sus programas de manera distinta. Por ejemplo, el Departamento de Bomberos de Alexandria paga por el empleo a tiempo completo de Woolsey como paramédico comunitario. Otros, como Russell, trabajan gracias a una serie de subvenciones. Algunos programas, entre ellos los de Minnesota e Idaho, han tenido la fortuna de recibir apoyo de programas estatales y de aseguradoras privadas para los reembolsos.

Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) no reembolsan a los paramédicos comunitarios por las visitas a domicilio ni por las citas programadas. Pero empezarán a probar un nuevo programa en la primavera del 2020 que “reembolsará a los servicios de ambulancias por transportar a pacientes a destinos alternos (en vez de a un departamento de emergencias) o por tratar a pacientes en el mismo lugar” cuando se recibe una llamada de emergencia, según dijo a AARP esta agencia. La meta es que los pacientes “reciban los cuidados más adecuados, en el momento oportuno y en el lugar correcto”.

Sin embargo, Wilcox dice que solo es cuestión de tiempo antes de que las compañías de seguros y otros responsables por los pagos apoyen la paramedicina comunitaria.

“Si puedes atender a estos pacientes de forma menos costosa y más eficiente —y no en un hospital o una clínica—, al final del período de pago, la organización de atención médica sale ganando desde el punto de vista económico”, explica.

Mientras tanto, seguirá creciendo el movimiento para brindar más cuidados preventivos a domicilio.

“No es cuestión de si la paramedicina comunitaria va a afianzarse, sino de cuándo sucederá”, dice Russell. “Es algo que ya no creo que sea una moda. [...] Nos permite brindar toda una serie de cuidados”.

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