Guía de vacunas para adultos mayores
Las vacunas que necesitas después de los 50
Consulta esta lista de contra qué y cuándo vacunarte.
Ya sabemos que es importante vacunarse contra la gripe todos los años, idealmente antes de que termine octubre. Y cuando recibimos esa vacuna es buen momento para verificar que estamos al día con las demás vacunas que deberían recibir los adultos.
Después de todo, no solo los niños y jóvenes necesitan vacunarse contra enfermedades graves y posiblemente mortales. Los adultos también lo necesitan, especialmente a medida que el sistema inmunitario comienza a debilitarse por la edad.
Entonces, ¿qué vacunas deberías recibir después de los 50 años? "Existen nuevas vacunas que han surgido en los últimos años y que se centran particularmente en los adultos mayores", dice la Dra. Morgan Katz, profesora adjunta de Medicina en la Facultad de Medicina de Johns Hopkins University.
Verifica tu vacunación contra la polio
Con nuevas pruebas de que el poliovirus está circulando en Estados Unidos, los expertos recomiendan que toda persona que no esté vacunada reciba la vacuna contra esta enfermedad potencialmente debilitante. Los CDC dicen que la mayoría de los adultos en Estados Unidos se vacunaron contra la poliomielitis cuando eran niños (la vacuna se ofreció por primera vez en 1955), y eso sigue ocurriendo. Sin embargo, si no estás seguro de si la recibiste o no y te preocupa este virus, los CDC dicen que es seguro repetir la vacuna.
Una de ellas es Shingrix, la sorprendentemente eficaz vacuna contra la culebrilla. Y hay algunas nuevas vacunas neumocócicas en el mercado que se alinean con las recomendaciones actualizadas para los adultos mayores.
A continuación, enumeramos las vacunas que todo adulto necesita, seguidas por dos —contra la hepatitis A y B— que debes considerar solo si tienes ciertos factores de riesgo. ¿Qué no verás en la lista? Vacunas contra el sarampión y la varicela. Las personas que nacieron antes de 1957 no necesitan vacunarse contra el sarampión porque la enfermedad era tan común en esa época que la inmunidad se da por sentada.
El caso de la varicela es similar pues la mayoría de los adultos ya tienen inmunidad al haber estado expuestos a la enfermedad cuando eran niños, dice Katz. "Casi todos los adultos mayores de 40 años han estado expuestos a la varicela", señala, y agrega que sería "un caso extremadamente raro" que un adulto no haya tenido tal exposición. Dicho esto, si crees que podrías estar en esa pequeña minoría, pregúntale a tu médico cómo obtener la vacuna contra la varicela como adulto.
Para el resto de la lista, puedes obtener las vacunas necesarias en consultorios médicos, farmacias, lugares de trabajo, clínicas de salud comunitarias y otros lugares. Y la mayoría de los planes de seguro de salud las pagan. Así que pasa por ahí y vacúnate.
Vacuna contra la gripe
Quién la necesita: todos los adultos, sin importar la edad.
Con qué frecuencia: una vez al año. "El virus en sí cambia todos los años", señala Katz. "Los investigadores intentan predecir cuál será la cepa más común esa temporada y luego reformulan la vacuna según el caso".
La temporada de gripe normalmente comienza en octubre y termina en marzo, aunque los expertos predicen que podría empezar antes este año. Por eso, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan vacunarse antes de que termine octubre, ya que al organismo le lleva alrededor de dos semanas generar anticuerpos.
Qué necesitas: si bien los expertos dicen que recibir la vacuna estándar contra la gripe es, sin duda, mejor que no vacunarse, los CDC ahora recomiendan que los adultos de 65 años o más —un grupo que tiene mayor riesgo de complicaciones de una infección gripal— se apliquen la versión de dosis alta. Estas son las opciones:
- Fluzone High-Dose Quadrivalent es una vacuna inyectable que contiene cuatro veces el antígeno (las proteínas de la gripe que el sistema inmunitario reconoce y ataca) de una vacuna estándar inactivada, lo que ayuda a crear una respuesta inmunitaria más fuerte. Un estudio (en inglés) publicado en The Lancet Respiratory Medicine informó que las personas de 65 años o más que recibieron la vacuna Fluzone High-Dose (una vacuna de alta dosis trivalente disponible anteriormente) tuvieron un menor riesgo de hospitalización en comparación con las personas de ese grupo etario que recibieron la dosis estándar, especialmente entre quienes viven en centros de cuidados a largo plazo. Además, una investigación publicada en The New England Journal of Medicine halló que la vacuna de dosis alta fue más eficaz en la prevención de la gripe en adultos de 65 años o más que la vacuna de dosis estándar.
- Fluad Quadrivalent es una vacuna contra la gripe con adyuvante (contiene el adyuvante MF59, un aditivo que genera una respuesta inmunitaria más robusta).
- Flublok Quadrivalent es una vacuna recombinante, es decir, no requiere un virus cultivado a partir de huevos y no usa huevos de gallina en el proceso de fabricación. Esta puede ser una buena opción si eres alérgico a los huevos (las vacunas Fluzone y Fluad se cultivan en huevos). Flublok Quadrivalent contiene tres veces el antígeno de otras vacunas inactivadas de dosis estándar contra la gripe.
Por qué la necesitas: la gripe puede llevar a la hospitalización y, en ocasiones, a la muerte, y las personas mayores son las más vulnerables. En cualquier año, entre el 50 y el 70% de las hospitalizaciones relacionadas con la gripe se dan entre personas de 65 años o más, según los CDC. Aun así, una investigación compilada por AARP halló que solo la mitad de los adultos de entre 50 y 64 años de Estados Unidos se vacunaron contra la gripe en el 2020; el porcentaje fue del 70% entre los adultos de 65 años o más.
Consulta con el médico si: has tenido una reacción adversa grave a la vacuna contra la gripe en el pasado, eres alérgico a los huevos, tienes (o has tenido) el síndrome de Guillain-Barré o tienes fiebre. (En ese caso, es probable que se te pida que esperes hasta que tu temperatura vuelva a la normalidad antes de vacunarte).
Por último: incluso si estás vacunado, existe la posibilidad de que te enfermes de gripe. La protección de la inoculación depende de diferentes factores, incluidos la edad y el estado de salud. Dicho esto, una vacuna contra la gripe puede disminuir la gravedad de los síntomas si te enfermas. Un estudio (en inglés) del 2017 concluyó que la vacuna contra la gripe redujo las admisiones en la unidad de cuidados intensivos y la duración de las hospitalizaciones entre los pacientes con gripe, especialmente entre los adultos mayores. También redujo las muertes.
Oferta del Día de la Recordación: Únete a AARP por solo $9 al año cuando te inscribes por un período de 5 años. Únete hoy y recibe un regalo. Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Vacuna contra la COVID-19
Quién la necesita: adultos de cualquier edad, en especial los mayores de 50 años, que se considera tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones por una infección de coronavirus.
Con qué frecuencia: se recomienda que todos los adultos reciban la serie primaria (esto es, dos vacunas administradas con unas semanas de diferencia), y luego se apliquen un refuerzo actualizado (para ómicron) a fin de adquirir protección contra las variantes del coronavirus que están circulando actualmente. En el pasado, el calendario de los refuerzos variaba, y algunos adultos mayores pueden haber recibido dos o más refuerzos. Sin embargo, la nueva recomendación es que las personas que están totalmente vacunadas —sin importar cuántos refuerzos hayan recibido— se apliquen el refuerzo recientemente autorizado para la variante ómicron al menos dos meses después de su última vacuna. Los funcionarios de salud esperan que a partir de ahora los refuerzos tengan una frecuencia anual. Mantente atento.
Qué necesitas: hay cuatro tipos diferentes de vacunas disponibles, una de Novavax, una de Moderna, una de Pfizer-BioNTech y una de Johnson & Johnson, si bien los CDC recomiendan que la vacuna de J&J solo se considere en ciertas situaciones. La gran mayoría de las personas del país han recibido la vacuna de Pfizer o la de Moderna.
La serie primaria de las vacunas de Novavax, Moderna y Pfizer requiere dos vacunas, con unas semanas de diferencia. Tanto Moderna como Pfizer tienen refuerzos actualizados, y se anticipa que Novavax tendrá el suyo pronto.
Por qué la necesitas: desde que comenzó a circular en el país hace dos años, la COVID-19 ha causado la muerte de más de un millón de personas en el país y ha causado la hospitalización de innumerables pacientes. Es una enfermedad particularmente riesgosa para los adultos mayores de 50 años, que son más propensos a sufrir complicaciones por la infección.
Los datos de los CDC (en inglés) de junio del 2022 indican que las personas sin vacunar tienen casi cinco veces más probabilidades de morir a causa de la COVID-19 que las que se vacunan. Y entre los adultos de 50 años o más, las personas sin vacunar tienen 14 veces más probabilidades de morir por la enfermedad que los adultos que están al día con las vacunas y los refuerzos contra la COVID-19.
Consulta con el médico si: alguna vez has tenido una reacción alérgica grave a un medicamento o una vacuna.
Por último: a medida que los refuerzos de ómicron recientemente autorizados se distribuyen y aumenta la disponibilidad, los expertos en salud recomiendan que las personas hagan una cita para recibir el refuerzo al mismo tiempo que se vacunan contra la gripe, para mayor comodidad y para lograr protección más eficaz contra las dos enfermedades, que tienden a propagarse más en los meses fríos.
Vacuna neumocócica
Quién la necesita: los adultos saludables de 65 años o más, o adultos de 19 a 64 años con ciertos factores de riesgo (fumar o problemas de salud, como enfermedad pulmonar o cardíaca crónica, leucemia, linfoma o alcoholismo).
Con qué frecuencia: los adultos que no han recibido una vacuna neumocócica deben elegir entre la PCV15 o la PCV20. Si se opta por la PCV15, es necesario aplicarse una dosis de seguimiento de PPSV23 un año después (las personas con inmunodeficiencia pueden recibirla antes).
Por qué la necesitas: antes de que llegara la COVID-19, la enfermedad neumocócica, que puede causar neumonía, ocasionó la muerte de más personas cada año en EE.UU. que la suma de todas las otras enfermedades que se pueden prevenir por vacuna. Los niños pequeños y los adultos mayores de 65 años tienen la mayor incidencia de enfermedad grave, y los adultos mayores tienen más probabilidades de morir a causa de ella. Los expertos estiman que la PCV13 (una de las vacunas neumocócicas disponibles) previno más de 30,000 casos de enfermedad neumocócica invasiva y 3,000 muertes en los primeros tres años de uso. Según indica un informe de AARP, alrededor del 65% de las personas de 65 años o más recibieron la vacuna neumocócica en el 2020.
Por último: si trabajas alrededor de enfermos crónicos —en un hospital u hogar de ancianos, por ejemplo— deberías aplicarte la vacuna, incluso si gozas de buena salud.
Vacuna Tdap (tétanos, difteria, tos ferina) y/o refuerzo de Td (tétanos, difteria)
Quién la necesita: la vacuna Tdap salió en el 2005, y además de proteger contra el tétanos y la difteria, como la vacuna que reemplazó, también incluye una nueva protección adicional contra la tos ferina. Si no recuerdas haber recibido esta vacuna, probablemente la necesites. Y aplicártela, dice Katz, también puede contar como uno de los refuerzos de Td que se supone que debes recibir cada 10 años. (Ya sabes cuál es... la vacuna con la que no recuerdas si estás al día cuando pisas un clavo oxidado durante tus vacaciones).
Con qué frecuencia: los adultos deberían recibir una dosis de refuerzo de la vacuna Tdap o de la Td (una vacuna diferente que protege contra el tétanos y la difteria, pero no contra la tos ferina) cada 10 años, dicen los CDC, o después de cinco años si sufres una herida o quemadura grave.
Por qué la necesitas: debido a un aumento de casos de tos ferina en EE.UU., en realidad debes vacunarte, incluso si eres mayor de 65 años. En el primer año después de vacunarse, la Tdap previene la enfermedad en aproximadamente 7 de cada 10 personas que recibieron la vacuna.
Consulta con el médico si: padeces de epilepsia u otros problemas del sistema nervioso, tuviste hinchazón o dolor intensos después de una dosis anterior de cualquiera de las vacunas, o tienes (o has tenido) síndrome de Guillain-Barré.
Por último: esta vacuna es especialmente importante para las personas que tienen contacto cercano con bebés menores de 12 meses, incluidos los padres, abuelos y proveedores de cuidado infantil.
Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín
Vacuna contra la culebrilla (herpes zóster)
Quién la necesita: los CDC recomiendan que todos los mayores de 50 años reciban la vacuna Shingrix contra el herpes zóster, incluso si ya se han vacunado con la vacuna anteriormente recomendada, Zostavax, que era mucho menos eficaz, e incluso si ya han tenido culebrilla.
Con qué frecuencia: por ahora, los CDC solo recomiendan que se administre esta nueva vacuna, que se aplica en dos dosis espaciadas entre dos y seis meses, para prevenir tanto la culebrilla como sus complicaciones. Queda por ver si la agencia recomendará aplicarla de nuevo, después de unos cinco años, ya que su eficacia comienza a disminuir.
Por qué la necesitas: una de cada tres personas contraerá culebrilla, generalmente después de los 50 años. El riesgo aumenta con la edad. Para los 85 años, la mitad de los adultos habrá tenido al menos un brote. La varicela y la culebrilla son causadas por el mismo virus, llamado varicela zóster. Después de que una persona se recupera de la varicela, este virus permanece latente durante décadas en el cuerpo, listo para aparecer cuando el sistema inmunitario se debilite por estrés, medicamentos o enfermedades. Esta infección causa una erupción roja y ampollas dolorosas. Aproximadamente el 15% de los pacientes sufren de dolor nervioso extremo, un trastorno llamado neuralgia posherpética, que puede durar meses o años. La vacuna Shingrix puede proteger al 97% de las personas de entre 50 y 70 años, y al 91% de las personas de entre 70 y 90 años. Datos recopilados por AARP indican que el 16% de los adultos de entre 50 y 64 años recibieron la vacuna contra la culebrilla en el 2020. El porcentaje salta al 43% para los adultos de 65 años o más.
Consulta con el médico si: no te sientes bien o tienes culebrilla en estos momentos. Hay algunas otras razones para no aplicarte la vacuna.
Por último: los adultos mayores también deben recibir esta vacuna, ya sea que recuerden o no haber tenido varicela cuando eran niños. ¿Por qué? Más del 99% de las personas mayores de 40 años en EE.UU. han sido expuestos al virus de la varicela zóster, incluso si no recuerdan haber contraído la varicela.
Vacuna contra la hepatitis A
Quién la necesita: las personas de 50 años o más que están en alto riesgo de hepatitis A, una enfermedad del hígado. Las infecciones se deben principalmente a viajes a otros países donde la transmisión del virus de la hepatitis A es común, a través del contacto cercano con un individuo infectado con hepatitis A o por el uso recreativo de drogas.
Con qué frecuencia: una vez, pero administrada en dos dosis en el transcurso de seis meses.
- Vacunas después de los 50
- Nuevo refuerzo contra la COVID
- Vacuna contra la culebrilla
- Vacuna contra la neumonía
- Vacuna contra la viruela del mono
- La polio ha vuelto
- Registro de vacunas
- ¿Habrá una vacuna contra el VIH?
- Una vacuna contra la enfermedad de Lyme
- Efectos secundarios de los refuerzos
- Efectividad del refuerzo
- La culebrilla y el riesgo cardiovascular
Vacuna contra la culebrilla (herpes zóster)
Por qué la necesitas: los índices de hepatitis A en EE.UU. han disminuido en más del 95% desde que la vacuna contra la hepatitis A estuvo disponible por primera vez en 1995. En el 2016, se estima que hubo 4,000 casos de hepatitis A en el país.
Por último: esta es una enfermedad engañosa. Es posible que no tengas ningún signo revelador, y la probabilidad de que los síntomas aparezcan disminuye con la edad.
Vacuna contra la hepatitis B
Quién la necesita: los adultos mayores de 50 años que están en riesgo de contraer hepatitis B, una infección del hígado. La hepatitis B se transmite cuando un líquido corporal (sangre, semen, saliva) de una persona infectada con el virus de la hepatitis B ingresa al cuerpo de alguien que no está infectado. Esto puede suceder a través del contacto sexual, o contacto con sangre o llagas abiertas (por ejemplo, si tienes un trabajo que te expone a sangre humana u otros fluidos corporales) o al compartir cualquier elemento, desde una aguja hasta una afeitadora o un cepillo de dientes con una persona infectada. Otros factores de riesgo de infección incluyen la diálisis renal, viajar a países donde la hepatitis B es común o tener VIH.
Con qué frecuencia: los adultos que reciben la vacuna necesitan tres dosis: la segunda dosis administrada cuatro semanas después de la primera; la tercera dosis cinco meses después de la segunda. También hay una vacuna combinada para ambas hepatitis A y B llamada Twinrix, que se administra en tres dosis en el transcurso de seis meses.
Por qué la necesitas: los CDC calculan que el número estimado de nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B en el 2016 fue de 20,900.
Consulta con el médico si: tienes una alergia potencialmente mortal a la levadura o a cualquier otro componente de la vacuna, o estás moderada o gravemente enfermo cuando tienes programada una dosis de la vacuna.
Barbara Stepko tiene una larga trayectoria como escritora de salud y estilo de vida, y ha sido editora de Women’s Health e InStyle. Su trabajo ha aparecido en The Wall Street Journal, Parade y otras revistas nacionales.
Michelle Crouch es una escritora colaboradora que ha cubierto temas de salud y finanzas personales para algunas de las principales publicaciones para consumidores del país. Su trabajo se publicó en Reader's Digest, Real Simple, Prevention, The Washington Post y The New York Times.
Nota de redacción: este artículo, publicado el 15 de marzo del 2021, se actualizó para reflejar las nuevas recomendaciones para las vacunas contra la COVID-19, la gripe y la enfermedad neumocócica.