Vida Sana
Cuando el Departamento de Salud de Minnesota anunció el mes pasado que los hogares de ancianos y los centros de vivienda asistida del estado podrían permitir que algunos cuidadores familiares reanudaran las visitas frecuentes con sus seres queridos, Kathy Merkel se emocionó profundamente. “Escuché la conferencia de prensa, me levanté y comencé a llorar”.
Dos semanas después, por primera vez en más de cuatro meses, Merkel entró al hogar de ancianos donde vive su madre en el norte de Minnesota. Ahora, ella y su hermano la visitan todos los días y se aseguran de que June Merkel, que tiene 86 años y demencia moderada, coma, se peine y se tranquilice cuando se siente ansiosa y de mal humor al atardecer, tal como lo habían hecho durante años antes de que se desatara la COVID-19.
Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
“En gran medida, se trata de cuidados paliativos. Ella nos necesitaba”, señala Kathy Merkel. “Estamos más que agradecidos”.
Minnesota es uno de los pocos estados que incluyeron normas para los “cuidadores esenciales” en sus estrategias para reanudar las visitas a los hogares de ancianos después de una prohibición de meses para casi todos los visitantes debido a la pandemia.
En esos estados, los centros de cuidados a largo plazo tienen la opción de permitir el acceso frecuente a visitantes como Merkel, a quienes consideran esenciales para el cuidado diario y el bienestar emocional de un residente. Estas visitas son diferentes a la mayoría de las visitas a hogares de ancianos que se realizan en estos días, que se controlan de cerca, tienen un límite de duración estricto y se realizan en áreas comunes designadas, con frecuencia al aire libre y con protocolos para el uso de mascarillas, el distanciamiento, la higiene y el examen de salud.
A medida que el aislamiento que causó la pandemia en muchos centros llega a su sexto mes, la idea de permitir las visitas de los cuidadores esenciales está recibiendo el apoyo de los defensores de los residentes de los hogares de ancianos y de muchos cuidadores, además de adquirir relevancia entre quienes están a cargo de las políticas públicas.
La semana pasada, Nueva Jersey y Dakota del Sur (enlaces en inglés) anunciaron normas para los cuidadores esenciales y se sumaron a Indiana y Minnesota (enlaces en inglés), que lanzaron su programa en junio y julio, respectivamente. Las restricciones de los hogares de ancianos de Míchigan (en inglés) no utilizan el término “cuidador esencial”, pero permiten las visitas que apoyen las actividades diarias de los residentes.
Los programas estatales varían en los detalles, pero comparten el objetivo de atenuar lo que el plan de Minnesota llama “las consecuencias no deseadas de la separación física y el aislamiento prolongados que afectan la salud y el bienestar general de un residente.
Algunos residentes realmente experimentan gran angustia y deterioro”, indica Lori Smetanka, directora ejecutiva de National Consumer Voice for Long-Term Care, un grupo de defensa de derechos sin fines de lucro. “Consideramos que realmente debe haber un acceso selectivo para esos residentes”.
La exigencia de permitir las visitas se produce cuando los centros de cuidados a largo plazo continúan lidiando con la escasez de personal, de pruebas de detección y de equipo de protección personal, y cuando la cantidad de casos de COVID-19 sigue siendo alta en gran parte del país. En los centros de cuidados a largo plazo se produjeron más de 67,000 muertes por COVID-19, casi el 40% de la cantidad de muertes que causó el virus en el país.
La American Health Care Association y el National Center for Assisted Living (AHCA/NCAL), dos agrupaciones profesionales de proveedores de cuidados a largo plazo, indican que los datos federales demuestran que los casos de los hogares de ancianos aumentaron drásticamente en julio (en inglés) después de disminuir durante la mayor parte de junio, con aumentos concentrados en los estados del sur del país.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), que colaboran con los estados en la regulación de los hogares de ancianos, continúan recomendando límites estrictos para las visitas.
“Nada nos gustaría más que ver a los residentes nuevamente junto a su familia”, dice Katie Smith Sloan, presidenta y directora ejecutiva de LeadingAge, una asociación de proveedores sin fines de lucro que ofrecen cuidados a largo plazo y otros servicios para personas mayores.
También te puede interesar
¿Se reinventará la industria de los hogares de ancianos después del coronavirus?
Expertos esperan que la pandemia inspire un cambio.
¿Ahora sí está bien visitar a los familiares mayores en sus hogares?
Cómo evaluar los riesgos y los beneficios; y los expertos comparten consejos para mantenerte seguro.Los hogares de ancianos que atienden a minorías son más propensos a tener coronavirus, dice una experta
La disparidad surge en comparación con los hogares donde la mayoría de los residentes son blancos.