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Un programa piloto en Arizona ayuda con los costos de los cuidadores

Algunos otros estados también ponen a prueba formas de ayudar con los gastos de las familias.

David y Fran Buss en su hogar en Arizona

CAITLIN O'HARA

David y Fran Buss están haciendo modificaciones a su hogar en Tucson para que sea más fácil navegar de manera segura y así continuar viviendo independientemente en la casa que aman a medida que envejecen.

In English | A principios del 2020, Arizona comenzó un programa piloto para reembolsar a los cuidadores hasta $1,000 por mejoras en la vivienda, como rampas y barras de agarre o tecnología de asistencia, como audífonos o dispositivos de alerta médica, para ayudar a sus seres queridos a envejecer en su hogar.

Los legisladores han asignado $1 millón durante dos años para el Arizona Family Caregiver Reimbursement Program (en inglés), y lo están limitando a los participantes con ingresos de hasta $75,000 para individuos y $150,000 para parejas.

El nuevo programa de Arizona se encuentra entre los pocos en todo el país que ayuda con los costos de los cuidadores, según el Center for Retirement Research del Boston College (en inglés).

"Los costos asociados con el cuidado son altos y los recursos pueden ser difíciles de encontrar", dice Dana Kennedy, directora estatal de AARP Arizona.

La tasa de reembolso es del 50%

El dinero asignado al Family Caregiver Reimbursement Program no es mucho en un estado con un estimado de 870,000 cuidadores familiares (en inglés), casi uno de cada ocho residentes. El reembolso del 50% de los gastos, con un límite máximo de $1,000 para cada miembro de la familia que reúna los requisitos, debe ayudar al menos a 1,000 familias que cuidan a un adulto discapacitado que necesita ayuda con, por lo menos, una actividad de la vida diaria, como bañarse, moverse, vestirse, comer, moverse de una cama a una silla o usar el baño.

El dinero no se puede usar para los costos de la vida diaria, las reparaciones y el mantenimiento regular del hogar, o los gastos que el seguro u otras fuentes reembolsarán. Las renovaciones o el equipo deben iniciarse o comprarse después del 1.º de enero, y las subvenciones se otorgarán a aquellos que cumplan los requisitos, en función del orden en que los soliciten.

Pasos para cumplir los requisitos

Los residentes de Arizona pueden recibir hasta $1,000 en reembolsos por ciertos gastos.

1. Llama a la línea estatal de recursos para los cuidadores al 888-737-7494.

2. Responde las preguntas del especialista en evaluación que conteste la llamada. El especialista toma una determinación inicial sobre si una persona es apta para participar en el programa.

3. Completa y envía una copia de la solicitud que te llegará por correo postal o electrónico, así como un formulario de verificación de necesidad médica y un Formulario W-9 para fines de impuestos.

4. Espera unos 90 días para que los funcionarios revisen los documentos. Notificarán al solicitante sobre los próximos pasos.

Después de dos años, el proyecto de prueba se evaluará para determinar si debe continuar. El programa lo supervisa la división sobre Envejecimiento y servicios para adultos mayores del Departamento de Seguridad Económica de Arizona.

A la larga, las modestas subvenciones ahorran dinero al estado al mantener a las personas seguras en sus hogares por más tiempo, lo que retrasa o evita la necesidad de una atención más costosa en instituciones financiadas por los contribuyentes, como hogares de ancianos, dicen los partidarios.

"Recopilaremos datos sobre el uso inicial, y si resulta ser tan exitoso como esperamos, me gustaría ampliar el programa", dice la senadora estatal Heather Carter, una republicana de Phoenix y una de las patrocinadoras del proyecto de ley.

Fran y David Buss han vivido en su hogar al pie del desierto de Tucson durante más de 32 años y esperan nunca irse. Pero necesitan agregar dos rampas a su casa de un solo piso para que Fran Buss, de 77 años, que está parcialmente discapacitada y se ha vuelto más frágil, pueda subir el escalón hasta la puerta principal y bajar al estudio más fácilmente, dice David Buss, de 72 años, un capellán retirado y el cuidador de su esposa.

"Fran usa un andador y se las arregla bastante bien, pero probablemente no sea seguro tener que subir un escalón, aunque sea pequeño", dice.

La esperanza era para el crédito tributario de Arizona

Los defensores de este proyecto de ley, entre ellos AARP, habían respaldado una propuesta para un crédito tributario estatal para cuidadores similar al Wounded Warrior Caregivers Credit de Nueva Jersey, dice Kennedy, de AARP. Un crédito tributario es una cantidad que puede deducirse directamente de una factura de impuestos; algunos créditos tributarios permiten a los residentes obtener un reembolso si sus ingresos son demasiado bajos como para que puedan pagar impuestos.

Pero esos defensores apoyaron el cambio a un programa de subvenciones para cuidadores porque creen que llegará a más personas que necesitan ayuda, dice Kennedy. Si el programa piloto reembolsa a un beneficiario $600 o más, el estado considera el dinero como ingreso tributable.

A nivel nacional, los cuidadores familiares gastan un promedio de casi $7,000 al año en gastos relacionados con el cuidado, según un informe de AARP. El costo aumenta a aproximadamente $12,000 cuando el cuidador tiene que viajar para ayudar a los miembros de la familia.

Los funcionarios de Arizona están trabajando con organizaciones sin fines de lucro, que tienen programas similares de mejora de la vivienda, para buscar opciones para aquellos que no pueden pagar los costos iniciales de las modificaciones de la vivienda, dice Kennedy.

Otros estados ayudan con los costos de los cuidadores

Varios estados han promulgado leyes de licencia familiar pagada, que permiten a los trabajadores obtener licencia por enfermedad para uso personal o para el cuidado, o requieren que las empresas permitan a los cuidadores usar sus beneficios de licencia por enfermedad para atender a un miembro de la familia. Pero pocos ofrecen asistencia financiera para ayudar con los aproximadamente 34,000 millones de horas de atención que los cuidadores familiares brindan sin compensación.

• En el 2018, Hawái lanzó su programa Kupuna Caregivers, el cual permite que los cuidadores familiares que trabajan fuera del hogar durante al menos 30 horas a la semana tengan la posibilidad de recibir dinero, pagado directamente a contratistas autorizados, para cubrir el costo de los servicios, como el cuidado diurno para adultos mayores, ayuda en el hogar y entrega de comidas.

En el idioma nativo hawaiano, kupuna significa abuelo o adulto mayor. El año pasado, los legisladores de Hawái aumentaron la financiación del programa y establecieron un límite de $210 por semana para los beneficiarios. Las oficinas sobre el envejecimiento del condado (en inglés) en el estado administran el programa.

• En el 2017, Nueva Jersey aprobó la ley Wounded Warrior Caregivers Relief Act  (en inglés), que permite un crédito tributario estatal máximo de $675 a los cuidadores familiares que ayudan a un veterano discapacitado cuya lesión haya resultado en cualquier conflicto armado después del 11 de septiembre del 2001.

• En el 2018, Virginia reactivó y revisó un antiguo programa de subvenciones para proporcionar un reembolso de hasta $400 por familia por el cuidado de relevo. La esperanza es que la financiación del Virginia Lifespan Respite Voucher Program  (en inglés) durará hasta el 31 de julio del 2021.

El programa estatal tiene cerca de $195,000 en dinero federal para desembolsar durante 35 meses. Las familias que anteriormente recibieron beneficios del programa no son aptas para participar.

Desde octubre del 2019, 20 estados reciben subvenciones estatales de relevo de por vida (en inglés) del Gobierno federal. Los funcionarios de las agencias sobre el envejecimiento de cada estado determinan cómo se usará el dinero.

• En el 2022, los residentes del estado de Washington comenzarán a pagar un impuesto de nómina del 0.58% (en inglés) que permitirá a las personas aprovechar los beneficios que han acumulado, a partir del 2025, para financiar innumerables servicios diseñados para mantener en sus hogares a las personas mayores y a quienes hayan resultado discapacitados en su vida adulta. Las personas que trabajan por cuenta propia pueden optar por participar, y aquellas con seguro de cuidados a largo plazo pueden optar por no participar.

Para poder recibir el beneficio de todo el año, aquellos que han pagado al programa deben demostrar que necesitan ayuda con al menos tres actividades de la vida diaria. El proyecto de ley se aprobó en mayo del 2019, y muchos detalles del programa aún se están resolviendo.

Washington es uno de los nueve estados sin un impuesto estatal sobre la renta. Los otros son Alaska, Florida, Nevada, Nuevo Hampshire, Dakota del Sur, Tennessee, Texas y Wyoming.

Contribuyente: Linda Dono, de AARP. Miriam Davidson es una escritora que vive en Tucson, Arizona. Esta historia, que apareció originalmente en algunas ediciones de octubre de AARP Bulletin (en inglés), se ha actualizado para reflejar el inicio del programa de Arizona y la información sobre los programas de otros estados.