Vida Sana
Cuando se trata de parejas con mucha diferencia de edad, lo habitual es que sea un hombre mayor con una mujer mucho más joven. Sin embargo, actualmente ese tipo de uniones se produce en igualdad de condiciones.
Basta con pensar en la cantante de “If I Could Turn Back Time”, Cher, y su último pretendiente. La superestrella, de 76 años, y el ejecutivo musical Alexander Edwards, de 36, están juntos desde noviembre del 2022. En las redes sociales, Cher incluso ha lucido un nuevo anillo de diamantes que le regaló Edwards y que ha suscitado rumores sobre un posible compromiso.

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Este tipo de uniones, sobre todo entre personas famosas, no son tan infrecuentes. La diferencia de 25 años entre Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones es una noticia antigua, al igual que los 17 años que separan a George y Amal Clooney. Sin embargo, los 40 años de diferencia entre Cher y Edwards y los 26 años entre Murdoch y Smith vuelven a plantear el debate en torno a si las relaciones entre personas con gran diferencia de edad son solo aventuras o vínculos que pueden prosperar.
Eso podría ser un reto. Un estudio (en inglés) a cargo de investigadores australianos que se publicó en el 2017 en la revista Journal of Economics concluyó que después de seis a diez años de matrimonio, las parejas con una diferencia de edad importante tienen menos satisfacción conyugal que las de edades similares.
No obstante, “las relaciones con grandes diferencias de edad pueden funcionar perfectamente”, señala Michael Webb, de 55 años, fundador de TheRomantic.com, un sitio web dedicado a ayudar a las parejas a incorporar más romanticismo en su relación.
“La probabilidad de ser ‘felices para siempre’ suele depender de los mismos factores que las relaciones ‘tradicionales’: objetivos compartidos, buena comunicación, amistad auténtica y la química que surge entre la pareja”, añade.
Un matrimonio feliz con una diferencia de edad de 32 años

Alan Seidner, de 80 años, y Carrie Forrest, de 48, llevan 25 años juntos y casi 20 de casados.
Simpatizaron por teléfono mientras planeaban un evento laboral, y en cuanto se encontraron supieron que querían conocerse mejor. Un año después de separarse de su esposa tras tres décadas de matrimonio, Seidner empezó a salir con otras personas y le disgustaba que muchas mujeres de su edad tuvieran relaciones difíciles con sus hijos o no tuvieran tiempo para mantener una relación por ocuparse del cuidado de sus padres mayores. Por otro lado, a Forrest le costaba encontrar hombres de su edad que estuvieran interesados en echar raíces.
Una vez que se convirtieron oficialmente en pareja, Forrest se preocupaba por lo que pensarían los demás y ocultó su relación a su familia durante tres años. Seidner, quien respetó esa decisión, no dio importancia a las opiniones ajenas. La pareja vive en Pismo Beach, California, y afirma que su vida se enriquece con las perspectivas del otro.
Sin embargo, sabían que la diferencia de edad supondría un reto, y afrontaron los temas difíciles desde el principio. Seidner contrató un seguro de cuidados a largo plazo y tomó decisiones sobre el final de la vida para ayudar a afrontar los problemas del envejecimiento. Forrest decidió dedicarse a los estudios de posgrado y fundar su propia empresa en vez de tener hijos; Seidner tenía dos hijas adultas y, aunque estaba dispuesto a volver a ser padre, la idea no lo entusiasmaba especialmente.