La primera vez que tuve en mis brazos a mi nieta, me inundó el amor. Después, mi mente se desvió a una dirección menos amorosa: ¿podría esconderla debajo de mi abrigo y llevármela? ¿En mi mochila? ¿En mi equipaje de mano? Estoy bromeando... más o menos.
Sin embargo, pronto la diminuta Annie tuvo hambre y comenzó a buscar mi pecho, y se volvió cada vez más frenética. “Ah, cariño, ese restaurante ha estado cerrado durante décadas”, le dije, sintiéndome desolada. Mi hija cargó a la bebé y comenzó a amamantarla. Quizás Annie se sintió como mi bebé. Quizás yo quise que fuese mi bebé. Pero la naturaleza me había recordado sin rodeos que esos días habían terminado. Ahora era una abuela y —dejando a un lado mi deseo por un bebé— me alegré de haber invertido en un ajuste de actitud.

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Es decir, en una clase sobre cómo ser abuela. Literalmente. Soy una graduanda orgullosa de una clase virtual de dos horas para abuelos impartida a través del Programa Educativo Perinatal en el Lucile Packard Children's Hospital de Stanford en California. Las clases para nuevos abuelos están surgiendo en todo el país, y muchas de ellas son virtuales a raíz de la pandemia. Estas clases en hospitales parecen compartir el mismo origen: los padres primerizos en clases de bebés les pidieron a los instructores que educaran a los abuelos. “Escuchábamos de las madres jóvenes”, dice Nancy Sánchez, de Stanford. “Nos dimos cuenta de que conseguir que todos estén en la misma página sin duda ayudaría a esa transición”.
La realidad es que los estándares de cuidado de bebés han cambiado desde que criaste a tus hijos, y necesitas aprender a navegar una nueva relación con los padres. Lo más destacado:
1. La seguridad de los niños es primordial. Cuando tuve bebés en la década de 1980, los colocábamos boca abajo en la cuna, ya que nos habían aconsejado que esto evitaría que los bebés se ahogaran con su propia saliva. Las investigaciones posteriores revirtieron ese pensamiento: los bebés que duermen boca abajo corren un mayor riesgo de sufrir el síndrome de muerte infantil súbita. Hablando de la cuna, ya no se permite que tenga adentro protectores almohadillados, mantas ni juguetes (también suponen un riesgo de asfixia), solo se permite una sábana inferior ajustable.
Si quieres mejorar tus habilidades para salvar vidas, toma un curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) para infantes y aprende a instalar nuevos asientos de seguridad para niños.