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Ellen y Richard Romano se sorprendieron cuando su nieto de 16 años empezó a usar el pronombre "elle". Y les costó acostumbrarse.
Fue como "ser diestro y tener que aprender a usar la mano izquierda", dice Ellen Romano, una consejera jubilada de 81 años que vive en Binghamton, Nueva York. "Tal vez más difícil que eso. Si te ataras la mano derecha, al menos te verías obligado a usar la izquierda".

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En los últimos años ha aumentado el número de adolescentes que cambian de pronombre debido a "la mayor aceptación [por parte de la sociedad], una mayor exposición a un lenguaje que se ajusta a su experiencia y la ampliación de las ideas sociales sobre el género", dice Luke Allen, psicólogo y terapeuta de género licenciado residente en Las Vegas.
Según la organización Trevor Project —un grupo de investigación y defensa de los derechos de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer y jóvenes que exploran su identidad de género—, uno de cada cuatro jóvenes LGBTQ+ utiliza pronombres o combinaciones de pronombres que no se ajustan a la estructura binaria tradicional.
A los abuelos, que crecieron en una época en que solo se reconocían los pronombres binarios él y ella, puede resultarles complicado adaptarse a esos cambios.
"Su cerebro lleva 60, 70, 80 años programado para conjugar los verbos de una manera", dice Stuart Getty, autor de How to They/Them: A Visual Guide to Nonbinary Pronouns and the World of Gender Fluidity, quien siempre se ha sentido "en algún punto medio" entre dos géneros y utiliza el pronombre no binario "elle". "Es algo que requiere tiempo y práctica".
A continuación te presentamos seis consejos sobre cómo tratar con elegancia un cambio de pronombre de los nietos.
Investiga
Es probable que una persona que toma la decisión de cambiar de pronombre de género haya atravesado un periodo de malestar o angustia conocido como disforia de género, una profunda sensación de incomodidad y sufrimiento que puede producirse cuando la identidad de género de alguien no coincide con el sexo que se le asignó al nacer.
Informarte sobre este término y sobre lo que tu nieto o nieta puede haber estado —o estar aún— batallando, puede ayudarte a apreciar el valor que ha necesitado para compartir este tiempo de cambio contigo.
Lee artículos y libros sobre el tema. Habla con otras personas que hayan pasado por la misma experiencia.
"Dedicamos tiempo a investigar qué auto nuevo vamos a comprar; quizá deberíamos dedicar el mismo tiempo a estas cosas que son realmente cruciales para las personas que queremos", explica Allen.
Joan Taylor, de 90 años, empezó a leer y a hablar con amigos sobre el tema tras enterarse de que uno de sus nietos, de 19 años, se identificaba como género "faun", una forma de género fluido que abarca el género no binario y el espectro de lo masculino, pero no incluye ser femenino o mujer. Por sus amigos, Taylor aprendió que la exploración de la identidad de género puede continuar en estas personas.
"Cuando un adolescente, y en algunos casos un niño mucho más pequeño, toma esa decisión, es importante seguir [estando] involucrado y aprendiendo", dice Taylor, extrabajadora social de Towson, Maryland.
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