Skip to content
 

'Finding Dory': Un cuento de hadas acuático hecho realidad

Ellen DeGeneres nos engancha y luego el gran elenco vocal nos pesca.

DIRECTORES: Angus MacLane, Andrew Stanton
ELENCO: Albert Brooks, Ellen DeGeneres, Ed O'Neill
DURACIÓN:
97 minutos
CLASIFICACIÓN: PG (Público general)

In English |  La nueva película de Pixar, Finding Dory, podría haber sido mejor titulada Encontrando sus voces. Más que la esplendorosa animación en esta película, segunda en la serie que comenzó con el filme clásico del 2003 Finding Nemo, el talento detrás del micrófono la eleva a un nivel mucho más alto que el de una mera continuación.

En el papel protagónico, Ellen DeGeneres es naturalmente la atracción principal. Su interpretación de Dory, el pez azul de ojos saltones que padece de una falta crónica de memoria de corto plazo, fue lo mejor de Nemo —lo cual dice mucho—. Su nueva interpretación del papel aquí es nada menos que mágica.

Como es de esperar, DeGeneres se destaca en las partes graciosas, especialmente los monólogos inconexos de Dory. Gracias a sus lapsus de memoria, estos normalmente dan varios rodeos, solo para terminar tratando un tema sin relación alguna con el original. Pero es durante los momentos más tranquilos de Dory que DeGeneres nos muestra el alma de su pequeño personaje azul: hablando en apenas más que un susurro, pasa del asombro a la trepidación y, de vez en cuando, a una tristeza desgarradora.

Robin Williams, en su papel como el genio de Aladdin, debería haber sido el primer actor vocal nominado a un premio Óscar. Por su trabajo en Finding Dory, DeGeneres merece la misma consideración.

Como da a entender el título, el argumento de Finding Dory incluye cierta repetición orgánica. En el primer filme, un agitado padre pez payaso llamado Marlin —interpretado, entonces como ahora, por Albert Brooks— está en busca de su diminuto hijo. Tiene a Dory como ayudante, un toque humorístico que termina llevándose todos los aplausos. Ahora Dory nada y se pierde en busca de sus padres, que solo recuerda vagamente, presentándoles un reto a Nemo y Marlin, que intentan seguir el ritmo de sus desventuras impulsivas.

En el camino conocen a un montón de personajes acuáticos memorables, todos inolvidables gracias a los espectaculares actores vocales veteranos que los interpretan. Un pulpo gruñón provee muchos chistes visuales ingeniosos, pero la voz de Ed O'Neill (Modern Family) también le permite explorar su (por falta de una mejor palabra) humanidad. Diane Keaton y Eugene Levy, como la madre y el padre de Dory, hacen acto de presencia al comienzo y al final del filme, y sus voces líricas expresan la actitud protectora obsesiva y el temor poco disimulado que en un momento dado sienten todos los padres. Ty Burrell prácticamente encarna a su quisquilloso personaje de Modern Family en el papel de una ballena beluga; al final, esta parece ser una elección perfecta. Y en uno de los chistes más simpáticos de la película, Sigourney Weaver se convierte, a pesar de su entonación vocal ligeramente musical, en la Voz de Dios para la población de peces.

No deberíamos completar una crítica de las películas de Pixar, por supuesto, sin verificar si John Ratzenberger, famoso por su papel en Cheers, mantiene intacto su registro de asistencia perfecta. Y así es: interpreta a un diminuto cangrejo llamado Bill.

La maravillosa animación de Pixar está expuesta plenamente aquí, por lo que quiero decir que la evocación de este mundo submarino por parte de los artistas deja a muchos boquiabiertos. En general la narración es igualmente excelente, aunque no pude deshacerme de la idea que los escritores habían llegado a un callejón sin salida sobre cómo terminar el filme; solucionan el problema llegando a un arreglo, mostrándonos tres difuminados perfectamente utilizables, uno tras otro.

Y entonces hay un cuarto final, que llega después de la larga lista de créditos al final del filme. Es algo que se las arregla para atar uno de los cabos sueltos que dejaron los escritores al final de Finding Nemo, hace 13 años. Como la propia Finding Dory, la espera vale la pena.

Bill Newcott es escritor, redactor y crítico cinematográfico para AARP Media.

También te puede interesar: