FBI: los delitos cibernéticos causaron pérdidas de casi $7,000 millones en el 2021

El aumento sin precedentes en los delitos y ataques informáticos afectó, no solo a la persona promedio, sino también a una gran variedad de sectores empresariales, según afirmó Paul Abbate, subdirector del FBI, en el informe publicado el 22 de marzo.

AARP

Entre los principales hallazgos del informe del 2021:

• Las personas de entre 40 y 49 años presentaron 89,184 denuncias ante el Centro de Quejas de Crímenes por Internet, del FBI (ic3.gov —en inglés—). Sus pérdidas ascendieron a $1,190 millones.
  
  
• Las personas de entre 50 y 59 años presentaron menos denuncias (74,460), pero sufrieron mayores pérdidas ($1,260 millones).
  
  
• Las personas mayores de 60 años presentaron 92,371 denuncias y perdieron aún más dinero: $1,680 millones. Una aclaración: este grupo demográfico es más amplio, ya que abarca a las personas de 60, 70, 80 años y en adelante. Por lo tanto, los datos citados no ofrecen una comparación equivalente con respecto a los adultos de mediana edad.

El Centro de Quejas de Crímenes por Internet del FBI se estableció hace 22 años, en mayo del 2000. Desde entonces ha recibido más de 6.5 millones de denuncias.

Otros puntos destacados del informe:

• Por cuarto año consecutivo, las estafas de correo electrónico empresarial fraudulento causaron las mayores pérdidas —más de $2,400 millones— entre las distintas categorías de delitos cibernéticos. Estas estafas están dirigidas contra las empresas, y no contra las personas. Por ejemplo, una entidad podría recibir un correo fraudulento que solicita una transferencia bancaria y quien recibe los fondos es un delincuente.
  
  
• Las estafas de confianza —entre las que se incluyen las estafas de romance— ocuparon el tercer lugar en cuanto a las pérdidas ocasionadas a sus víctimas. En total se presentaron 24,299 denuncias de estafas de confianza, cuyas víctimas perdieron $956 millones.

• Se presentaron 34,202 denuncias relacionadas con el uso de criptomonedas. Los datos son preocupantes: las pérdidas sufridas en estos casos se multiplicaron casi por siete, de $246 millones en el 2020 a $1,600 millones en el 2021. Este aumento se produjo a pesar de que el número de denuncias disminuyó levemente a 34,202 en el 2021, frente a 35,229 en el año anterior.
  

Abbate, que ocupa el segundo cargo más alto en el FBI, advierte en la introducción del informe que la evolución de las amenazas cibernéticas "está cada vez más entrelazada con las amenazas tradicionales de las agencias de inteligencia extranjeras y de las tecnologías emergentes".

Él y otras autoridades recalcaron la importancia de recibir denuncias del público y del sector empresarial sobre los delitos informáticos, ya que tales denuncias permiten a los agentes y analistas "llenar los vacíos de información con estos valiosos datos durante las investigaciones".

"Estas denuncias no solo ayudan a prevenir otros delitos, sino que nos permiten entender mejor las tendencias y las amenazas, siempre en evolución, de delincuentes cibernéticos malévolos", señala Abbate en el informe.

En el informe, el FBI se autocalifica como una entidad de seguridad nacional impulsada por la inteligencia y enfocada en las amenazas, que realiza funciones de inteligencia y policiales. "Nos centramos en proteger a las personas del terrorismo, el espionaje, los ataques cibernéticos y las amenazas delictivas importantes". 

Si bien el informe es inquietante, cabe destacar un dato positivo: el Equipo de Recuperación de Bienes del FBI ayudó el año pasado a congelar más de $328 millones en favor de las víctimas que —después de recibir una petición fraudulenta de un delincuente— realizaron transferencias de fondos a cuentas radicadas en Estados Unidos.

En pocas palabras, los delincuentes no siempre se salen con la suya.

Haz clic aquí para ver los datos sobre denuncias de delitos cibernéticos en el 2021, desglosados por cada estado (en inglés).

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Katherine Skiba cubre temas de estafas y fraudes para AARP. Anteriormente, fue periodista con el Chicago Tribune, U.S. News & World Report y el Milwaukee Journal Sentinel. Recibió la Beca Nieman de Harvard University y es la autora del libro Sister in the Band of Brothers: Embedded with the 101st Airborne in Iraq.