Vida Sana
Los parques nacionales más conocidos del país albergan, sobre todo, magníficos paisajes con imponentes y amplias vistas panorámicas. El Parque Nacional Indiana Dunes (en inglés) contempla las pequeñas —pero no menos vitales— maravillas de la naturaleza, incluida la evolución natural de dunas durante milenios, la importancia del fuego para restablecer las singulares sabanas de roble negro y la vitalidad de la biodiversidad vegetal. El parque alberga más de 1,100 especies de plantas —desde musgos árticos hasta cactus del desierto— y se considera uno de los de mayor diversidad botánica del sistema de parques nacionales.
Ubicado a lo largo de 15 millas del lago Michigan en el norte de Indiana, a menos de 40 millas al sureste del centro de Chicago, el segmentado parque de 15,000 acres comparte la costa con una planta de acero y un puerto industrial, por lo que los tesoros que se encuentran aquí son aún más sorprendentes. Las tensiones entre la conservación y el desarrollo son fundamentales en este caso y se remontan a 1899, cuando el profesor Henry Chandler Cowles de University of Chicago —un botánico cuyo nombre verás mucho en el parque— publicó un estudio sobre la sucesión vegetal en las dunas y así contribuyó a crear el campo de la ecología en Estados Unidos. El primer director del Servicio de Parques Nacionales, Stephen Mather, respaldó el establecimiento del parque en 1916, pero la extracción de arena y la fiebre por la industrialización impulsada por la Primera Guerra Mundial pusieron fin a la iniciativa. A pesar de haber perdido la duna Hoosier Slide por la minería —la más elevada de la zona, de 200 pies de altura—, el impulso para la creación del parque siguió adelante y, finalmente, recibió la designación de National Lakeshore en 1966 y avanzó a la categoría de Parque Nacional en el 2019.
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“Desde un principio se identificó como un espacio natural ciertamente extraordinario, bastante cerca de la zona urbana de Chicago”, explica Bruce Rowe, guardaparques supervisor y encargado de información pública en el parque nacional, el cual recibió un récord de 2.3 millones de visitantes en el 2020. “La belleza escarpada y agreste de las dunas despertó el interés de la gente“.
La atracción más popular del parque es sin duda la orilla del lago, pero para los aficionados a las aves, los exploradores y los amantes de la naturaleza, los bosques que tapizan las sinuosas colinas del interior —que en otros tiempos fueron las propias dunas del lago— ofrecen senderos poco transitados que presentan un cariz diferente en cada estación.
Ubicación: Porter, Indiana
Superficie: 15,000 acres
Punto más alto: Mount Baldy, de 126 pies
Cantidad de millas y senderos: 50 millas de senderos en 14 sistemas
Atracción principal: dunas de arena
Costo: la entrada es gratuita y el estacionamiento en West Beach cuesta $6 en verano
Mejor forma de verlo: en automóvil, por la autopista Red Arrow Highway
Cuándo ir para evitar multitudes: en primavera
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En comparación con muchos otros parques nacionales apartados, el Parque Nacional Indiana Dunes es muy popular. Está situado prácticamente en la parte de atrás de Chicago, a menos de 40 millas al noroeste, y es el punto de partida de muchos excursionistas de un día. Indianápolis se encuentra 160 millas al sur.
Si llegas al Parque Nacional Indiana Dunes desde Chicago por la carretera interestatal 94 o la carretera paralela con peaje interestatal 90, sentirás que apenas has dejado la ciudad cuando sales en Gary, Indiana, la entrada más occidental del parque y una ciudad que es sinónimo de fábricas de acero. Pero como muestra de la resistencia de la naturaleza, las dunas y los bosques perduran a minutos de las fábricas y las chimeneas de Gary.
Quizás por ello, el Indiana Dunes sea un parque para conductores. Si bien también se puede llegar por ferrocarril —el South Shore Railroad que sale de Chicago tiene cuatro estaciones en el parque—, un automóvil es conveniente para desplazarte y atravesar los ocasionales núcleos industriales y llegar al centro principal de visitantes, dedicado a la orientación, y al Paul H. Douglas Center for Environmental Education, que ofrece eventos guiados por guardabosques y programas para niños. La autopista 12 de dos carriles, conocida como Red Arrow Highway, es la vía principal de 22 millas del parque y une puntos de acceso a senderos, atracciones y pequeñas ciudades entre Gary y Michigan City (el límite este del parque), adonde sería difícil llegar a pie.
Considera visitar este parque más de una vez, ya que tendrás una experiencia distinta en cada estación. Las playas están muy concurridas en verano, pero el parque es tranquilo y suele estar magníficamente cubierto de escarcha o nieve en invierno. Las tormentas de nieve que descienden sobre el lago atraen a esquiadores de fondo y aficionados a las caminatas con raquetas de nieve. Si vas en otoño, podrás disfrutar de los colores de la temporada en los senderos, y una visita en primavera te permitirá ver las aves que retornan y las que migran a lo largo de la ruta migratoria del lago Michigan.
Dado que la entrada es gratuita, es fácil entrar y salir con frecuencia. Al estar cerca de una ciudad importante, tiene buen servicio celular. Y debido a que también está segmentado, el parque ofrece muchas áreas de picnic y baños públicos, no solo en los centros de visitantes sino también en las atracciones y en algunos senderos.
Muchos de los senderos que cruzan las dunas requieren un agotador ascenso, a veces sobre arena —lo que dificulta el avance— y a veces por escaleras instaladas para evitar la erosión. Sin embargo, muchos de los senderos son fáciles de recorrer y con frecuencia tienen bancos para tomar descansos.
Dónde alojarse y comer
Dunewood Campground (en inglés), el único campamento del parque, está abierto de abril a octubre y cuenta con solo 66 sitios: 53 para estadías en vehículos recreativos y 13 solo para carpas. El costo es de $25 por noche y los sitios se deben reservar con mucha anticipación en recreation.gov.
Para complicar aún más los límites segmentados del Parque Nacional Indiana Dunes, el Parque Estatal Indiana Dunes (en inglés) ocupa sus propios 2,200 acres frente a la costa, rodeados por el parque nacional. La entrada al parque estatal ($12) es aparte y sus casi 150 sitios para acampar cuestan $25 y $32, según el día de la semana. Las reservas comienzan seis meses antes y puede haber pocos lugares en verano.
Si no te atrae la idea de acampar, puedes optar por hospedarte en cualquiera de los muchos hoteles de cadena, moteles antiguos, posadas, casas de alquiler y B&B de la zona (hay una lista en indianadunes.com/places-to-stay). En Chesterton, cada una de las cuatro habitaciones de la casa de hospedaje At Home in the Woods Bed and Breakfast (desde $159) tiene un diseño temático de un parque nacional diferente. Una piscina, un sauna y un jacuzzi añaden encanto al B&B. Cuarenta acres protegen ampliamente el Brewery Lodge & Supper Club de 12 habitaciones (desde $79) en Michigan City, con un restaurante integrado en una antigua casa de ladrillo de 1930.
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