2. Problemas para tomar decisiones
Los científicos saben desde hace mucho tiempo que la falta de sueño puede afectar la capacidad de pensar y de tomar decisiones. Las investigaciones también demuestran que las personas que no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de tomar riesgos y cometer errores.
Eso puede explicar por qué hay un aumento en los errores médicos, las lesiones en el lugar de trabajo y los accidentes automovilísticos después de que las personas adelantan sus relojes en la primavera, dice la Dra. Sabra Abbott, profesora adjunta de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern y directora de la Northwestern Circadian Medicine Clinic.
"En general, la falta de sueño impide en el cuerpo las funciones del lóbulo frontal, la región del cerebro que nos ayuda a controlarnos y a evitar cometer acciones equivocadas", dice Abbott. "Cuanto menos duermas, más probable será que te dejes llevar por tus impulsos, y menos probable que tomes buenas decisiones".
En el 2020 se analizaron los datos sobre accidentes automovilísticos ocurridos durante un período de 10 años, y se determinó que el número de accidentes mortales aumentó en un 6% en la semana siguiente al cambio de hora en la primavera. Y, como no se observó un aumento similar en el otoño —cuando se puede dormir una hora adicional—, los autores del estudio señalaron que el aumento mencionado probablemente se debe al "desfase circadiano y a la falta de sueño".
3. Dificultad con la memoria y la concentración
No dormir lo suficiente tiene consecuencias negativas para la memoria, la atención y la concentración, según indican las investigaciones.
Es probable que te sientas más distraído y menos productivo durante unos días tras adelantar tu reloj al inicio del horario de verano. En un estudio publicado en Journal of Applied Psychology se reveló un marcado aumento en la "ciberpereza" —el uso de internet con fines personales, en vez de trabajar— el lunes siguiente al cambio de horario de primavera.
"Mientras dormimos, ocurren muchas actividades de gran importancia en el cerebro", dice la Dra. Melissa Lipford, neuróloga y especialista en sueño de Mayo Clinic. "Necesitamos dormir bien, y profundamente, para que al día siguiente podamos realizar múltiples actividades, aprender tareas nuevas y prestar atención".
4. Cambios en el apetito y antojos
Según los expertos, es posible que te sientas más hambriento de lo normal la semana después del cambio de horario, lo que hace que tengas más probabilidades de comer en exceso.
Eso se debe en parte a que se consumen las comidas una hora más tarde de lo acostumbrado. Por lo tanto, empezarás a sentir hambre una hora antes de tu hora de comida normal. Pero también tiene que ver con la fluctuación de los niveles hormonales en el cerebro. Incluso un leve déficit de sueño causa un aumento de la hormona grelina —la cual provoca el hambre— e inhibe la hormona leptina, que te ayuda a sentirte satisfecho después de comer.
Cuando empieces a sentir hambre, lo más probable es que se te antoje comer pizza, donas u otros alimentos altos en grasa o azúcar. ¿Por qué? Según las investigaciones científicas, "cuando no se duerme lo suficiente, se reducen las probabilidades de tomar decisiones saludables", señala Lipford.
5. Mayor irritabilidad
Ya sabes que el cansancio afecta el estado de ánimo. Las investigaciones indican que es más difícil controlar las emociones cuando no se ha dormido bien la noche anterior. Te sientes irritable e impaciente, y eres más propenso a enojarte con tus seres queridos.
Incluso los jueces, que supuestamente son imparciales, podrían estar de mal humor en los días siguientes al inicio del horario de verano; en un estudio se determinó que los jueces suelen dictar condenas más duras en los días posteriores al cambio de horario.
Cómo ayudar a tu cuerpo a acostumbrarse al horario de verano
- Inicia la transición por adelantado. En las noches previas al cambio de honorario de primavera, acuéstate 15 o 20 minutos antes de lo normal. Una transición gradual ayuda a reducir el impacto negativo para el organismo.
- Exponte a la luz de la mañana. En cuanto te levantes, procura salir al aire libre. La luz de la mañana envía al cerebro una fuerte señal para que te despiertes y ayuda a ajustar tu reloj interno. Si no puedes salir de la casa, trata al menos de acercarte a una ventana.
- Evita el café después de las 2 p.m. Podrías sentir la tentación de consumir más cafeína para superar el bajón de energía después del mediodía, pero la cafeína puede permanecer en tu organismo y afectar tu capacidad para dormirte.
- Practica una buena higiene del sueño. Para fomentar el sueño después del cambio de horario, asegúrate de que tu dormitorio esté oscuro, tranquilo y fresco. Evita el consumo de alcohol y el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte, y adopta una rutina que te tranquilice por las noches. Si todavía te resulta difícil conciliar el sueño, considera tomar una pequeña dosis de melatonina —entre medio miligramo y un miligramo— aproximadamente 30 minutos antes de acostarte, sugiere Abbott.
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