Realidad: todo el mundo necesita vitaminas y minerales para conservar la buena salud, incluida la salud cerebral, pero la solución no está en los envases de suplementos que prometen grandes beneficios para el cerebro. El GCBH concluyó que no existen suficientes pruebas de que los complejos multivitamínicos mejoren la salud cerebral y que, para la mayoría de las personas, los nutrientes necesarios para tener un cerebro activo y sano pueden obtenerse de los alimentos. (Bono: en un informe del GCBH sobre el tema de los alimentos que apoyan la salud cerebral, se recomienda consumir una dieta rica en bayas, nueces, verduras y pescado).
"Muy pocos suplementos han sido sometidos a rigurosos estudios para evaluar su impacto en la salud cerebral. En cuanto a los pocos que han sido objeto de investigación, se han realizado varios estudios bien diseñados de suplementos para la salud cerebral, pero no se detectó ningún beneficio en personas con niveles normales de nutrientes", según el informe del GCBH.
Si te preocupa que tus niveles de nutrientes sean deficientes, habla con tu médico; posiblemente sea recomendable en tu caso tomar ciertos suplementos. Pero no olvides mencionarle todos los medicamentos que estés tomando.
Mito 3: los juegos de agilidad mental ejercitan el cerebro y previenen el deterioro mental.
Realidad: los llamados juegos de agilidad mental serán divertidos, pero las pruebas de que sirvan para mantener o mejorar la salud mental son débiles o incluso inexistentes, según el GCBH. Aun así, existen muchas actividades que estimulan la actividad mental y pueden contribuir a la salud cerebral. Aprender una nueva habilidad y llevar una vida social activa son buenas maneras de proteger la salud del cerebro a medida que envejeces, señalan los expertos. Lo mismo se puede decir del trabajo voluntario en la comunidad o de retomar actividades que alguna vez te parecían difíciles. Ya sea ese idioma que tantas ganas tienes de aprender, o ese instrumento musical que siempre has querido tocar (la música en sí ofrece grandes beneficios para el cerebro), no esperes. "Mientras más pronto empieces a buscar actividades que estimulan la agilidad mental, mejor será la función cerebral a medida que envejeces", precisa el informe.
Mito 4: es normal que los adultos mayores sientan confusión en el hospital, y eso ya se les pasará.
Realidad: el delirio —un cambio repentino de la actividad mental y la conducta— es una complicación común entre los pacientes mayores hospitalizados y puede tener un impacto prolongado en la salud cerebral. El delirio se ha vinculado con las caídas, con el empeoramiento de la demencia y con la depresión y la ansiedad.
Un reciente informe del GCBH reveló que hasta la mitad de las personas mayores de 65 años en Estados Unidos padecen de delirio después de una hospitalización. Sin embargo, hay maneras de evitarlo. (Según los expertos, hasta un 40% de los casos son prevenibles). Si te vas a someter a una operación, prepárate tal como lo harías para una prueba deportiva, llevando una dieta sana, haciendo ejercicio y durmiendo bien por las noches: eso ayudará a evitar esta complicación. También se recomienda conservar un ciclo de vigilia y sueño que sea lo más normal posible mientras estés en el hospital. Los cuidadores y los profesionales de salud también desempeñan un papel importante en la prevención del delirio. En efecto, el GCBH recomienda realizar evaluaciones previas al ingreso hospitalario y verificar que los pacientes no han tomado medicamentos excesivos.
Mito 5: el estado de ánimo tiene poco que ver con el cerebro.
Realidad: el bienestar mental está vinculado a la salud mental a medida que envejeces. De hecho, un informe del GCBH reveló que el bienestar mental (sentirse bien, desempeñarse bien, saber lidiar con las situaciones y dificultades de la vida) se asocia con un menor riesgo de padecer demencia, mientras que la falta de bienestar mental (pesimismo o no sentirse útil, por ejemplo) podría afectar la capacidad "de pensar y razonar, así como la manera de interactuar con los demás y de controlar las emociones". Identificar y participar activamente en actividades que te gustan y mantener relaciones significativas con familiares y amigos, son maneras de contribuir a la salud mental.
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