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No empieces el régimen de aspirina para prevenir un ataque cardíaco o un derrame cerebral después de cumplir 60 años

En una última recomendación, los expertos en salud advierten que los riesgos de sangrado pueden superar los beneficios cardiovasculares para algunas personas.

Aspirinas

SUMROENG CHINNAPAN / EYEEM / GETTY IMAGES

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Los adultos mayores de 60 años no deberían comenzar a tomar aspirina para reducir el riesgo de un primer ataque cardíaco o derrame cerebral, según las últimas recomendaciones publicadas el 26 de abril por el U.S. Preventive Services Task Force (Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE.UU.). Y las personas de 40 a 59 años que tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, pero que no tienen antecedentes, deben hablar con un proveedor de atención médica antes de comenzar un régimen de aspirina, dice el grupo de expertos médicos.

Esta guía más reciente, publicada (en inglés) en JAMA Network, refleja las recomendaciones propuestas por el grupo en octubre del 2021 y se basa en un número creciente de investigaciones que sugieren que los posibles daños de tomar aspirina pueden superar los beneficios. Se ha demostrado que el uso diario de aspirina reduce la posibilidad de sufrir un primer ataque cardíaco o derrame cerebral, que son las principales causas de muerte en Estados Unidos, pero los medicamentos de venta libre, que diluyen la sangre y evitan que se formen coágulos, también pueden causar sangrado potencialmente mortal en el estómago, los intestinos y el cerebro —un riesgo que aumenta con la edad—.


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“Las últimas pruebas son claras: no se recomienda que las personas de 60 años o más comiencen un régimen diario de aspirina para prevenir un primer ataque cardíaco o derrame cerebral”, dijo en una declaración la Dra. Chien-Wen Tseng, miembro del grupo de trabajo.

Las personas de entre 40 y 59 años que tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares pueden beneficiarse de comenzar a tomar aspirina para prevenir futuros incidentes. Pero deben “decidir en forma conjunta con un profesional de la salud si comenzar a tomar aspirina es la decisión correcta para ellas porque el uso diario de aspirina conlleva posibles daños graves”,  dijo en un comunicado de prensa el Dr. John Wong, miembro del grupo de trabajo.

Al decidir si los adultos de entre 40 y 59 años deben comenzar a tomar aspirina para prevenir un primer ataque cardíaco o derrame cerebral, los profesionales de la salud deben considerar el riesgo de enfermedad cardiovascular del paciente y la probabilidad de sufrir una hemorragia, entre otros factores, dice el grupo de trabajo.

Es importante tener en cuenta que las nuevas recomendaciones no se aplican a las personas que ya tienen enfermedades cardíacas, que han tenido un derrame cerebral o que ya siguen un régimen de aspirina. “Cualquier persona que ya tome aspirina y tenga preguntas al respecto debe hablar con un profesional de la salud”, dijo Wong. 

Estudio señala mayores riesgos de hemorragias cerebrales

Un estudio publicado el 26 de julio de 2023 en JAMA Network Open encontró que los adultos mayores sin antecedentes de enfermedad cardiovascular que tomaban una dosis baja diaria de aspirina tenían un riesgo significativamente mayor de experimentar sangrado en el cerebro. Entre tanto, su riesgo de accidente cerebrovascular no disminuyó mientras tomaban el medicamento. “La falta de beneficios y los riesgos potenciales de la aspirina en la prevención primaria de accidentes cerebrovasculares brindan evidencia adicional que respalda el borrador de recomendación publicado recientemente por el USPSTF contra la prescripción rutinaria de aspirina en dosis bajas como medida de prevención primaria, especialmente en personas mayores”, comentan los autores del estudio.


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Los nuevos consejos difieren de las recomendaciones anteriores

Las pautas más recientes difieren de las recomendaciones publicadas en el 2016, que sugerían que las personas de 50 a 59 años con un riesgo de enfermedad cardiovascular del 10% o más en la próxima década y un riesgo bajo de hemorragia tomen una aspirina diaria de dosis baja (100 miligramos al día o menos) para reducir la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. La decisión de comenzar a tomar aspirina por razones preventivas debe ser “individual” para los adultos de 60 a 69 años que corren riesgo de enfermedades cardiovasculares, decían las recomendaciones del 2016.

Las nuevas recomendaciones se alinean más estrechamente con las pautas del 2019 (en inglés) de la American Heart Association y el American College of Cardiology.

Aun así, el uso de aspirina para la prevención primaria de incidentes cardiovasculares es común en Estados Unidos, “y a menudo se autoinicia, en lugar de ser recomendado por un médico”, indica el informe de octubre de 2021 del grupo de trabajo. Una encuesta National Health Interview Survey del 2017 halló que el 23.4% de los adultos de 40 años o más y sin enfermedades cardiovasculares tomaban aspirina para la prevención primaria; entre los adultos de 60 a 69 años, el 34.7% reportaron el uso de aspirina.

“Continuamos instando a los médicos a que sean extremadamente selectivos cuando receten aspirina a adultos que no padezcan de una enfermedad cardiovascular”, dijo el Dr. Donald M. Lloyd-Jones, presidente de la American Heart Association, en un comunicado de prensa. “Por ejemplo, las personas con un mayor riesgo de hemorragia gástrica o cerebral no deben tomar aspirina para prevenir un evento [cardiovascular]. La aspirina solo debe limitarse a los adultos con un alto riesgo de enfermedad cardiovascular debido a la presencia y gravedad de otros factores de riesgo —como el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes tipo 2, el colesterol alto o antecedentes familiares significativos— y con un riesgo muy bajo de hemorragia”.

Según la American Heart Association, casi la mitad de los adultos en Estados Unidos tienen algún tipo de enfermedad cardiovascular, un término que se usa para todo trastorno que afecta el corazón y los vasos sanguíneos. Las enfermedades cardiovasculares representan más de 1 de cada 4 muertes en Estados Unidos. La presión arterial alta es el principal factor de riesgo de la enfermedad; la diabetes, la obesidad y la edad también pueden aumentar el riesgo.

La mayoría de los eventos cardiovasculares se pueden prevenir al controlar los factores de riesgo y adoptar hábitos saludables, como hacer ejercicio, no fumar y comer alimentos nutritivos, dijo Lloyd-Jones. “La evidencia científica continúa confirmando que los hábitos de estilo de vida saludables y el control eficaz de la presión arterial y el colesterol son las principales maneras de prevenir un primer ataque cardíaco o derrame cerebral, no una aspirina de dosis baja”, agregó.

Nota del editor: esta historia, publicada el 27 de abril de 2022, se ha actualizado con nueva información.

Rachel Nania escribe sobre atención médica y políticas de salud para AARP. Anteriormente fue reportera y editora de WTOP Radio en Washington, D.C. Recibió un Premio Gracie y un Premio Regional Edward R. Murrow, y también participó en un programa sobre demencia con la National Press Foundation.