Vida Sana

| A pesar de todas las malas noticias sobre la enfermedad de Alzheimer —los estudios clínicos con medicamentos que no dieron resultado, la dificultad de llegar a las placas amiloides, el inmenso efecto que tiene en nuestra población envejeciente y las personas a cargo de su cuidado—, la investigación de esta enfermedad cerebral ha recibido un estímulo económico sin precedentes en los últimos años. El financiamiento federal se ha disparado a $2,400 millones en el 2019 porque los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) han dado una prioridad de financiación a esta área de investigación que no se compara con nada desde la batalla contra el cáncer que libró la entidad en la década de 1970.

Este aumento de fondos ha impulsado una “explosión de nuevas posibilidades interesantes y optimistas para el futuro”, y le ha permitido a la comunidad científica “pensar con originalidad para lograr tratamientos eficaces en menos tiempo”, indica Keith Fargo, director de programas científicos y de divulgación de la Alzheimer's Association.

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Los nuevos métodos de investigación son variados y abarcan desde el estudio del herpes simple como una causa posible de la enfermedad de Alzheimer hasta el uso de medicamentos antidepresivos o antivirales como posibles opciones de tratamiento. Los investigadores incluso están estudiando si el microbioma tiene alguna conexión con la enfermedad. A continuación te presentamos un panorama general de otras áreas de investigación de vanguardia que algún día podrían llevarnos a una cura o, más probablemente, a una combinación de tratamientos eficaces para combatir la enfermedad.
Cruce de la barrera hematoencefálica
Para cumplir con su función de sistema de seguridad del cerebro, esta barrera casi impermeable entre la sangre y el cerebro es una membrana compleja y densa de células entrelazadas que impiden que ingresen al cerebro sustancias perjudiciales, como bacterias o toxinas.
Ahora, Vibhor Krishna, profesor adjunto de Neurocirugía en Ohio State University, en Columbus, espera atravesar esta barrera para ayudar con el tratamiento de los pacientes que sufren de la enfermedad de Alzheimer.
Krishna ha comenzado a inscribir pacientes con deterioro cognitivo leve a moderado en un estudio que utilizará una nueva tecnología ultrasonográfica para abrir cinco secciones de la barrera hematoencefálica con ondas de ultrasonido. Al causar la oscilación de partículas microscópicas en el cerebro, el ultrasonido abre brevemente la entrada al cerebro. Krishna cree que eso estimulará el sistema inmunitario del paciente para eliminar parte de la placa acumulada en el cerebro.
“Estamos muy entusiasmados con esta investigación”, dice Krishna, quien advierte que el objetivo es lograr algún día poder administrar medicamentos a los pacientes de Alzheimer a través de esta barrera.
Otros investigadores también están estudiando si las ondas electromagnéticas pueden vencer la barrera hematoencefálica y dispersar la placa en los pacientes de Alzheimer.
Adiestramiento de las células cerebrales con luz y sonido
Li-Huei Tsai, directora del Picower Institute for Learning and Memory en el Massachusetts Institute of Technology, en Cambridge, está utilizando luz y sonido para estimular las células cerebrales a fin de que reduzcan los ovillos de proteínas tau y amiloides, que son las características distintivas de la enfermedad de Alzheimer.
“Este tratamiento evita la muerte de las células cerebrales y mejora el aprendizaje y la memoria”, indica Tsai. En su estudio, los pacientes se sientan a una distancia de 3 a 5 pies frente a un dispositivo que tiene luces intermitentes y sonido una hora por día durante varias semanas. Las luces y el sonido producen ondas cerebrales conocidas como oscilación gamma, que se ha demostrado que reducen los niveles de placas amiloides en ratones. Hasta ahora, el método de Tsai se ha aplicado en un pequeño estudio de pacientes de Alzheimer. Los beneficios disminuyeron cuando los pacientes dejaron de usar el dispositivo, pero Tsai indica que es el mismo caso de los pacientes que necesitan continuar tomando medicamentos para tratar el colesterol o la presión alta de por vida.
La licencia del dispositivo se ha otorgado a Cognito Therapeutics, y pronto comenzarán estudios clínicos más grandes.
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