Vida Sana
| Tomas tus medicamentos para el colesterol, mantienes tu presión arterial bajo control, no fumas y tal vez incluso haces ejercicio algunas veces a la semana. Si ese es el caso, buenas noticias: has neutralizado algunos de los factores principales de riesgo de derrame cerebral y ataque cardíaco.
Pero las investigaciones más recientes indican que hay aún más cosas que puedes hacer.
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"Lo que estamos aprendiendo es que existen múltiples fuentes cuando se trata de riesgo cardiovascular", dice el Dr. Mitchell S.V. Elkind, profesor de neurología en la Facultad de Médicos y Cirujanos de Columbia University, y presidente del American Stroke Association Advisory Committee. "Hay muchos procesos fisiológicos y fisiopatológicos diferentes dentro de los vasos sanguíneos, y muchos factores contribuyentes".
Alrededor de 800,000 personas en Estados Unidos sufren un derrame cerebral (en inglés) cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Es la quinta causa de muerte en el país y una de las principales causas de discapacidad entre los adultos mayores, pues causa dificultad para caminar, pérdida de memoria y dificultades del habla. La mayoría de los derrames cerebrales son provocados por un coágulo de sangre en el cerebro; en otros casos, un vaso sanguíneo estalla.
La presión arterial alta, el colesterol alto, la obesidad, la diabetes y el tabaquismo son los principales factores de riesgo, pero no son los únicos. Estos son algunos factores menos conocidos que se han relacionado con un mayor riesgo de derrame cerebral y ataque cardíaco, y lo que puedes hacer al respecto:
1. No dormir lo suficiente (o demasiado)
La evidencia es cada vez mayor de que limitar la cantidad de sueño aumenta significativamente tu riesgo de derrame cerebral, dice Elkind, quien también es presidente electo para el 2019-20 de la American Heart Association. En un estudio, por ejemplo, investigadores de University of Alabama (en español) descubrieron que tener menos de seis horas de sueño por noche regularmente cuadruplicaba el riesgo de síntomas de derrame cerebral entre las personas de mediana edad y de peso normal. Los investigadores dicen que la falta de sueño puede aumentar la inflamación, las hormonas del estrés, la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre. Pero la siesta sin fin tampoco es la respuesta, porque otros estudios indican que dormir demasiado también aumenta tu riesgo. "Lo ideal es que duermas de siete a ocho horas por noche", dice Elkind.
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