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7 cosas que debes saber sobre trabajar mientras recibes pagos del Seguro Social

El salario puede reducir los pagos mensuales si solicitas beneficios temprano.


spinner image una mujer que trabaja en una floristería, cuidando una planta y sosteniendo una tableta digital
Alistair Berg / Getty Images

Antes, “jubilación” era sinónimo de “no trabajar”. Ya no es así. 

Más de una cuarta parte de los adultos en Estados Unidos de entre 65 y 74 años siguen trabajando, según la Oficina de Estadísticas Laborales, y ese porcentaje lleva décadas aumentando de forma constante. Casi tres cuartas partes de los adultos que trabajan actualmente entrevistados por el Employee Benefit Research Institute para la encuesta Retirement Confidence Survey (en inglés) dijeron que esperaban seguir trabajando a cambio de un sueldo durante la jubilación. 

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Algunos necesitan los ingresos para pagar sus facturas. A otros les gusta el trabajo que tienen, desean una segunda carrera o simplemente quieren mantenerse ocupados. Y muchos cobran también el Seguro Social. 

Puede ser tentador reforzar tu sueldo con un cheque del Seguro Social. “¿Quién no quiere dinero extra?”, dice Spencer Betts, planificador financiero certificado de Bickling Financial Services, una empresa de la zona de Boston. Pero ese dinero extra puede tener una gran desventaja. 

El Seguro Social mantiene una “prueba de ingresos de jubilación” para las personas que solicitan beneficios antes de alcanzar la edad plena de jubilación (FRA), actualmente entre los 66 y los 67 años, según el año de nacimiento. Si tus ingresos laborales superan un determinado límite, la Administración del Seguro Social (SSA) retiene temporalmente una parte de tu pago mensual. Esto se suma a la reducción de beneficios que conlleva empezar a recibir el Seguro Social antes de la edad plena de jubilación. 

Noticias desagradables 

La prueba es un legado de un principio fundador del Seguro Social. Cuando el presidente Franklin D. Roosevelt promulgó el programa en 1935, su objetivo era ayudar a las personas que ya no podían ganar dinero trabajando. Las enmiendas promulgadas cuatro años después fijaron el límite de ingresos en $15 al mes (unos $332 en dólares del 2023). 

La política ha evolucionado mucho desde entonces, pero la idea es esencialmente la misma: recibes todo el beneficio cuando la SSA considera que estás complemente jubilado. 

Eso es noticia para muchos nuevos beneficiarios. Menos de la mitad de los adultos en el país de 25 a 66 años encuestados por AARP para un informe de noviembre de 2023 (en inglés) sobre conocimientos sobre el Seguro Social eran conscientes de que mantener un trabajo de $40,000 mientras cobraban beneficios de jubilación a los 62 años reduciría sus pagos mensuales.

Y cuando el Seguro Social descubra que te había estado “pagando de más” mientras trabajabas, intentará recuperar ese dinero. 

“Muchas personas ni siquiera se dan cuenta de que hay un límite de ingresos hasta que reciben su primer aviso de sobrepago”, dice Jim Blair, ex director de distrito de la SSA en Ohio y cofundador de Premier Social Security Consulting en Cincinnati. 

En el 2024, el límite de ingresos para la mayoría de los beneficiarios del Seguro Social por debajo de la edad plena de jubilación es de $22,320 (en comparación con los $21,240 del 2023). Los ingresos laborales hasta ese nivel están exentos, pero pierdes $1 de beneficios por cada $2 de ingresos por encima del límite. Supongamos que tienes un trabajo a tiempo parcial que te paga $40,000 al año. El beneficio para el 2024 se reduciría en $8,840, la mitad de la diferencia entre $22,320 y $40,000. 

No se trata solo de los ingresos de un trabajo asalariado. “Eso incluye los ingresos por salarios W-2, así como los ingresos netos por cuenta propia si conducen un Uber o algo así”, dice Luis Rosa, planificador financiero certificado de Build a Better Financial Future en Pasadena, California. 

Aquí tienes siete cosas que debes saber si recibes el Seguro Social y sigues trabajando. 

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1. No todos los ingresos cuentan 

Solo cuentan para el límite los ingresos del trabajo. “No cuentan las pensiones, las anualidades, los rendimientos de las inversiones ni los intereses bancarios”, dice Rosa. Lo mismo ocurre con los ingresos por alquileres, herencias, distribuciones de cuentas de jubilación u otras formas de ingresos “no ganados”. 

La SSA toma en cuenta algunas formas de ingresos relacionadas con el trabajo que no proceden de un sueldo o un salario por hora, como bonificaciones, comisiones, honorarios por consultoría, indemnizaciones por despido y días de vacaciones o enfermedad no utilizados. 

Los beneficios por desempleo no cuentan. Y los ingresos familiares no son un factor: el Seguro Social no toma en cuenta los ingresos de tu cónyuge, ni los de los hijos que vivan contigo, para el límite de ingresos; solo se consideran los tuyos. 

2. La prueba no solo se aplica a los beneficios de jubilación 

Estás sujeto a la prueba de ingresos si cobras el beneficio del Seguro Social como cónyuge o sobreviviente antes de alcanzar la edad plena de jubilación. El límite de ingresos es el mismo, al igual que el importe de la retención si lo sobrepasas. 

Existen distintas normas de ingresos para las personas que perciben el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI). Para tener derecho al SSDI, debes ser incapaz de realizar lo que la SSA denomina “actividad sustancial y lucrativa”. En el 2024, eso significa un trabajo que pague más de $1,550 al mes para la mayoría de las personas con discapacidad o $2,590 para quienes tienen ceguera. Si ganas más, podrías perder el beneficio por incapacidad. 

3. Debes comunicar los ingresos con anticipación 

Si estás sujeto a la prueba de ingresos, llama a la línea nacional de ayuda de la SSA (800-772-1213) para informar la cantidad que esperas ganar el año que viene o ponte en contacto con tu oficina local del Seguro Social (en inglés). Sobre la base de esa estimación, la agencia calculará el efecto de la prueba de ingresos y suspenderá tus pagos mensuales hasta que cubras lo que “debes”. 

Tomemos como ejemplo a nuestra beneficiaria hipotética, que perderá $8,840 por la prueba de ingresos en el 2024. Digamos que su beneficio regular del Seguro Social es de $1,500 al mes. No recibiría pagos durante seis meses, con lo que pagaría $9,000. Recibirá la mensualidad habitual el resto del año y la SSA le devolverá posteriormente los $160 de retenciones adicionales. 

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Al año siguiente, cuando la SSA reciba la documentación de los ingresos reales a través de los formularios W-2 y otros registros fiscales, ajustará la retención en consecuencia, según la comparación de esa cifra con la estimación de ingresos anterior. 

“Cuando sepan cuáles son los ingresos reales, decidirán: ‘¿Hemos retenido lo suficiente? ¿Hemos retenido demasiado?’”, dice Blair. “Les digo a los clientes que es mejor sobrestimar lo que van a ganar que subestimarlo. Si calculas de más, la SSA te envía un cheque con la cantidad que deberían haberte pagado. Pero si subestimas, tendrás que pagarles”. 

4. Las normas cambian a medida que te acercas a la edad plena de jubilación 

En el año natural en que alcanzarás la edad plena de jubilación, la prueba de los ingresos de jubilación se hace menos onerosa. Durante este periodo, perderás $1 de beneficios del Seguro Social por cada $3 de ingresos laborales por encima de un límite más alto: en el 2024, es de $59,250. 

Cuando alcanzas la edad plena de jubilación, el límite desaparece por completo. A partir de ese mes, puedes ganar cualquier cantidad por ingresos laborales y no se reducirá tu cuota mensual. Es más, tu pago subirá, porque... 

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5. El Seguro Social te devuelve el dinero 

Con el tiempo, el Seguro Social te devuelve el dinero retenido por debajo del límite de ingresos, a partir de la edad plena de jubilación. 

No te lo devolverán en un pago único. En lugar de eso, volverán a añadir dinero a tu prestación mensual, lo que te permitirá recuperar la mayor parte del dinero retenido, si no es que todo. 

Supongamos que solicitas beneficios cuatro años antes de alcanzar la edad plena de jubilación y pierdes tres meses de pagos al año por la prueba de ingresos. El Seguro Social te acreditará esos 12 meses recalculando tu beneficio como si hubieras presentado la solicitud tres años antes en vez de cuatro. 

6. Hay una prueba diferente si solamente recibiste beneficios parte del año 

La prueba de ingresos se basa en las cifras de ingresos de todo un año, pero la SSA entiende que la mayoría de las personas no esperan hasta el 31 de diciembre para solicitar beneficios. ¿Qué ocurre si empiezas a cobrar el Seguro Social, digamos, el 1.º de octubre, y para entonces ya has ganado $50,000? 

“Si nos atenemos al importe anual, [la SSA] diría: ‘No podemos pagarte de octubre a diciembre’”, explica Blair. Pero no se guían por el importe anual: eso sería penalizarte por el dinero que ganaste antes de solicitar el beneficio. 

En lugar de eso, el Seguro Social aplicará una prueba mensual especial, a veces denominada regla del “primer año”, durante esos tres meses: Si ganas menos de $1,860 (una doceava parte de $22,320) durante el mes, recibes todo el beneficio. Si ganas más, se aplica la norma de retención de $1 por $2. 

La prueba mensual puede utilizarse en algunas otras circunstancias: por ejemplo, si tienes lo que el Seguro Social denomina “interrupción del derecho” al pasar de un tipo de beneficio a otro. Pero cualquiera que sea el uso que le des, solo podrás utilizarla una vez. Al año siguiente, se realiza la prueba anual habitual. 

7. Seguir trabajando puede aumentar tu beneficio 

El Seguro Social calcula el monto de tu beneficio con base en los ingresos mensuales promedio de tus 35 años de mayores ingresos, ajustados al crecimiento histórico de los salarios. Aunque ya hayas solicitado beneficios, el monto se recalcula anualmente en función de la inflación y de los ingresos laborales, si los hay. 

¿Qué significa eso para ti? Si sigues trabajando y ganando una cantidad razonable de dinero, eso podría desplazar los años de ingresos menores de tus 35 años de mayores ingresos, lo que aumentará el ingreso promedio mensual de por vida. 

Por lo tanto, si trabajaste en el 2023, la SSA “dará marcha atrás y dirá: ‘Muy bien, lo que ganaste en el 2023, ¿fue superior al año más bajo que utilizamos en el cálculo?’”, afirma Black. “Quitarán el año bajo y añadirán el nuevo año alto y eso aumenta [tu beneficio]”. Si tus ingresos son demasiado bajos para entrar en el grupo de los 35 primeros, tu pago no se verá afectado. 

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