Vida Sana
Mark y Tracy Esquenazi caminan cerca del ferrocarril de Blue Ridge, Georgia
AUDRA MELTON
Cuando Larry Thomas —veterano de la industria del entretenimiento de Los Ángeles— y su esposa Tamara visitaron Duluth, Georgia, fue amor a primera vista.
Ya se estaban cansando del ritmo ajetreado del sur de California cuando en el 2019 viajaron en dirección este para visitar a un amigo de Larry que trabajaba en la industria del cine en la zona de Atlanta. Pocas semanas después, se mudaron a Duluth.
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Larry, de 60 años, dice que la amabilidad y el ritmo más pausado de Duluth le recuerdan su niñez en Shaker Heights, Ohio, una zona residencial de las afueras de Cleveland.
“Descubrí que Georgia tiene mucho en común con la amabilidad y los valores centrados en la familia con los que me criaron”, dice. “Aquí es más habitual que en California ver a niños que juegan en la calle o a la gente que sale a caminar con su familia”.
Georgia, como estado de destino para jubilados, quizás no capte tanto la atención como su vecino del sur. Casi un 12% de los 234,000 jubilados que se mudaron a otro estado en el 2022 terminaron viviendo en Florida, según un estudio de Hire A Helper, un mercado en línea para servicios de mudanza.
Pero Georgia no se queda atrás, pues captó un 5.5% de esas personas jubiladas, con lo que logró el quinto lugar entre los destinos más populares. Bankrate, un sitio web de servicios financieros, clasificó a Georgia en segundo lugar después de Florida en su lista del 2022 de los mejores estados para la jubilación, y mencionó su asequibilidad y su clima.
“Están llegando muchos compradores, específicamente jubilados”, señala Karen Smyth, una agente de bienes raíces de Keller Williams en Atlanta. Dice que el clima templado de Georgia y su estructura impositiva favorable para los jubilados atraen mucho, al igual que el papel de Atlanta como “un gran centro de operaciones de viaje, con la sede central de Delta y un buen punto de conexión a cualquier lugar en Estados Unidos y en el extranjero”.
¿Sientes curiosidad? Estas son cinco razones para jubilarte en Georgia y una para que lo pienses con cuidado.
Paisaje de Atlanta, Georgia en el otoño
AUDRA MELTON
1. Exenciones de impuestos para los jubilados
Georgia es uno de los 19 estados que Kiplinger incluyó entre los estados más beneficiosos para jubilados en materia de impuestos. Si bien en Georgia las anualidades, las pensiones y el dinero que se retira de los planes 401(k) o cuenta IRA están sujetos a impuestos, el estado no grava los beneficios del Seguro Social ni tiene impuestos al patrimonio o a la herencia —con lo que los herederos no afrontan una carga fiscal que podría ser cuantiosa mientras pasan por un momento difícil—.
La ventaja principal son las generosas exenciones tributarias de Georgia para sus residentes mayores. Quienes tienen entre 62 y 64 años pueden excluir hasta $35,000 del ingreso de jubilación (por ejemplo, de anualidades tributables, pensiones, intereses, dividendos y ganancias de capital) al calcular sus impuestos estatales. A partir de los 65 años, esa deducción aumenta a $65,000.
Ambos cónyuges de una pareja casada que presenta una declaración conjunta pueden usar la deducción máxima para jubilados, si los dos reúnen los requisitos. Quienes viven parte del tiempo en Georgia durante el año también pueden aprovechar la deducción, prorrateada según el período que permanecieron en el estado.
Los impuestos sobre las ventas se hacen sentir en Georgia: aunque la tasa estatal es relativamente baja, del 4%, los impuestos locales aumentan el promedio del impuesto combinado sobre las ventas al 7.4%, la tasa número 19 entre las más altas del país, según la Tax Foundation.
Pero en función de dónde vivías antes de mudarte, podrías llevarte una agradable sorpresa con el impuesto sobre bienes muebles para vehículos en Georgia. Pagarás bastante la primera vez que registres tu automóvil y pagues la tasa de transferencia (que se basa en el valor de mercado del vehículo). Pero a partir de ese momento, no tendrás que pagar un impuesto anual por el vehículo, solamente renovar su matrícula por solo $20 al año. En Virginia, donde vivo, el impuesto anual sobre vehículos vigente, de casi un 4%, representa una sacudida cada otoño, en particular si tienes un modelo bastante nuevo.
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