¿Estás encerrado en casa debido a la COVID-19? Convierte tu cama en un cómodo oasis

2. Invierte en ropa de cama

Los materiales naturales, como las sábanas 100% de algodón o bambú, suelen ser más suaves y cómodos. Las sábanas con mayor número de hilos marcan la diferencia, dicen los expertos, pero su tejido apretado las hace mejores para temperaturas más frías. Las sábanas de franela pueden dar calor en otoño e invierno.

Mejorar la calidez de tu cama es una cuestión de capas, lo que aporta comodidad y calidez. Agrega una cobija de algodón sobre las sábanas en los meses cálidos y una manta de lana o un edredón de plumón en los meses más fríos.

En junio, después de meses en aislamiento por la COVID-19, Patti Cohn, de Ross, California, renovó su cama con sábanas más elegantes y más almohadas. También reemplazó su edredón de algodón con uno de plumón y la cabecera de madera con una de tela de tapicería.

Cohn, de 64 años, estima que gastó unos pocos cientos de dólares para rehacer su cama, y mantuvo los costos bajos comprando varios artículos en tiendas de internet, como Overstock y Wayfair. “La renovación fue poco costosa”, afirma, y “tiene un gran impacto”.

3. Pon atención al cabecero de la cama

Un cabecero mantiene tu cabeza alejada de la pared y aporta profundidad a la habitación. Los cabeceros tapizados son populares porque agregan textura y absorben el sonido. Omite el pie de cama porque es restrictivo, en especial para las personas altas.

4. Elige la almohada correcta

Las almohadas son una forma económica de añadir comodidad y color a una cama. Encontrar la almohada adecuada, dura o blanda, chata o esponjosa, puede ayudarte a dormir mejor. Los expertos recomiendan almohadas hipoalergénicas o almohadas de plumón con fundas para la alergia. Considera también la forma de la almohada. Algunas están diseñadas específicamente para tratar problemas de cuello o espalda o para aliviar la apnea del sueño o el reflujo ácido.

5. Encuentra la armonía con la ubicación de la cama

Desde la perspectiva del feng shui, la cama debe estar en una posición segura en la habitación para mejorar el sueño, explica Miyoko Fuse, consultora certificada de feng shui y propietaria de Home Esteem en Portland, Oregón, quien también tiene formación en técnicas para permitir el envejecimiento en el hogar. El feng shui es una antigua práctica china que ayuda a encontrar la armonía mediante el uso de elementos de diseño para equilibrar el yin (energía relajante) con el yang (energía activa).

La mejor ubicación para la cama, explica Fuse, te permite ver la puerta del dormitorio mientras estás acostado.

6. Usa el color para inspirarte

El color puede definir el ambiente. Los colores más claros proporcionan una sensación de espacio. Los colores más oscuros son más cálidos. Los colores fríos, como el azul y el verde, son relajantes. El blanco de invierno, otro color frío, es popular este año, dice Hallin.

Si las paredes y los pisos son de tono neutro, utiliza colores vivos en las almohadas y las mantas, sugiere Fuse. Cambia de color con las estaciones. Para el otoño y el invierno, recomienda cambiar las fundas de almohada, que no son tan caras como el resto de la ropa de cama, por colores cálidos como el naranja quemado o el mostaza.

7. Crea una una sensación acogedora con texturas

Aportar textura a una cama, como una imitación de piel de oveja, contribuye a la calidez. Las telas suaves, como el terciopelo y el satén, son relajantes. “Nuestra cama debería decir 'duermo bien'”, dice Fuse. “Haz que sea apacible”.

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