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'Batman v Superman': Esta pelea hay que arreglarla

La confrontación entre los superhéroes es una desilusión.

Batman V. Superman: Dawn Of Justice

Clay Enos/Warner Bros. Entertaiment

Ben Affleck y Henry Cavill interpretan a superhéroes en "Batman v. Superman".

DIRECTOR: Zack Snyder
ELENCO: Amy Adams, Ben Affleck, Henry Cavill, Jesse Eisenberg, Laurence Fishburne, Holly Hunter, Jeremy Irons, Diane Lane
DURACIÓN
: 151 minutos
CLASIFICACIÓN: PG-13 (Público general, mayor de 13 años)

In English | Tan lleno de su propia mitología que parece ser un texto oculto para los creyentes fervientes, Batman v Superman: Dawn of Justice es una película de acción elegante aunque muchas veces impenetrable. Le dedica dos horas a establecer las condiciones únicas bajo las cuales Batman —no es más que un ser humano— pueda luchar de manera equitativa contra Superman, un superhumano.

Pero entonces, antes de que pueda sonar la campana que le ponga fin al primer asalto de la atracción principal, los dos hacen las paces.

¿Por qué?

Porque sus madres tenían el mismo nombre de pila.

Si esto lo consideras un adelanto demasiado revelador, estás en libertad de demandarme. Sin embargo, esta revelación trivial, hecha a mitad del prometido combate de peso pesado, razón por la que asistimos al teatro en primer lugar, es emblemática de este relato engreído, que intenta valiente pero innecesariamente asociar a los dos personajes más grandes de DC Comics.

Fíjate, Batman es un solitario taciturno que vive en una cueva. Y Superman se refiere a su casa como la "fortaleza de la Soledad". Eso significa que los dos se necesitan tanto como el Guasón necesita a Mr. Mxyzptlk (búsquenlo, fanáticos). Entonces, ¿por qué hacer que se crucen sus caminos? Porque los señores que venden revistas de historietas y ruedan películas los necesitan juntos, a más no poder.

Y es por eso que tenemos a este cuento absurdo en el que Batman (Ben Affleck) mira desde el otro lado de la bahía a Ciudad Gótica. (¿Quién sabía que Ciudad Gótica y Metrópolis estaban tan cerca la una de la otra, como San Francisco y Oakland?). Nuestro caballero oscuro está inquieto, le preocupa un tal Superman; ¿son honorables sus intenciones hacia la humanidad? Mientras tanto, Superman (Henry Cavill) devuelve esa mirada fulminantemente —por supuesto con su visión de rayos X— gravemente preocupado porque Bat, ese tipo justiciero, está estableciendo su propia ley. Aun cuando sus alter egos, Bruce Wayne y Clark Kent, se encuentran en una función benéfica, te das cuenta de que no están dispuestos a hacerse amigos.

Aun así, los encapotados no tienen ninguna intención de pelear entre sí hasta que Lex Luthor —interpretado con cierto regocijo risueño por Jesse Eisenberg— prepara la batalla real al crearle una crisis personal a Superman, cuya naturaleza solo puedo revelar si delato más detalles —aparentemente un pecado mortal en el mundo de las películas de superhéroes—. De hecho, a juzgar por el aluvión de advertencias a los críticos por parte del estudio, Batman v Superman contiene más detalles secretos que un pacto militar. Así que no revelaré más detalles del argumento, excepto estos: la película trata de la kriptonita, un aliado inesperado, un par de secuestros y un sorprendentemente feo mestizo parte extraterrestre, parte humano (no, Clark y Lois no se convierten en padres). Los fanáticos acérrimos de la franquicia por turnos se desmayarán y pondrán sus ojos en blanco con cada acontecimiento. Para el resto de nosotros, muchas partes de Batman v Superman —pequeños detalles tales como la motivación de los personajes y los mecanismos por los cuales suceden las cosas— son casi indescifrables.

Cavill regresa como Superman, un personaje que interpreta con el ceño permanentemente fruncido sencillamente porque quiere tanto a todo el mundo. Affleck, que hace el papel de Batman por primera vez, se muestra apropiadamente malhumorado y obsesionado.  Los que han estado con estos personajes desde los años 1950 y 1960 los han visto convertirse en superhéroes cada vez más angustiados. Quizás deban ir juntos al médico a ver qué antidepresivo les conviene tomar.

El elenco también anda triste y abatido, incluidos Perry White (Laurence Fishburne), la madre adoptiva de Superman (Diane Lane) y el mayordomo de Batman (Jeremy Irons). Solo Amy Adams se las arregla para mostrarse característicamente alegre como Lois Lane. Y aunque las escenas de las batallas son espectaculares, los efectos especiales que sospecho tendrán el máximo atractivo para el público objetivo —los muchachos de 15 años de edad— es Adams en su bañera, rindiéndole un homenaje apto para el "público general mayor de 13 años" a Gypsy Rose Lee.

Como insinúa el título, este es meramente el primer capítulo de la serie planificada sobre el equipo de ensueño de DC Comics, la Liga de la Justicia. Una modesta propuesta: a medida que se reúne el resto de la brigada, ¿podría uno de ellos sonreír de vez en cuando? Los archivillanos no deberían ser los únicos que puedan divertirse.

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