Vida Sana
Si piensas que te piden propinas en todas partes, no eres el único. Desde las tintorerías hasta las tiendas, las solicitudes de propina están surgiendo en lugares inesperados.
Las propinas han sido parte de la cultura estadounidense desde hace mucho tiempo; se esperan en los restaurantes, los salones de belleza y los taxis; son un requisito en cualquier lugar donde los trabajadores dependan de ellas para contar con un salario digno. El auge de los terminales digitales de punto de venta y las cajas de autoservicio ha dado lugar a más solicitudes de propinas.
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Y no pasa desapercibido. Una nueva encuesta del Pew Research Center encontró que 7 de cada 10 adultos estadounidenses (72%) dijeron que han sido testigos de un aumento en la cantidad de lugares en los que se espera que den propina en comparación con hace cinco años. De los encuestados, sólo alrededor de un tercio dice que es extremadamente o muy fácil saber si dar propina y cuánto. Las nuevas indicaciones para dar propina pueden resultar frustrantes y molestas para los consumidores que no quieren dar el 20% de propina por una compra de $5 en la tienda de conveniencia cada mañana. Casi 2 de cada 3 (66%) de los adultos en el país en una encuesta de Bankrate dijeron que tienen una opinión negativa sobre las propinas.
Entre los encuestados:
- 41% dijo que las empresas deberían pagar mejor a los empleados;
- 32% expresó disgusto al ver la pantalla con la propina ingresada de antemano;
- 30% siente que la cultura de dar propinas está fuera de control;
- 15% está confuso sobre a quién se debe dar una propina y cuánto dejar;
- 16% estarían dispuestos a pagar más en lugar de dar propinas.
“El recipiente de propinas solía estar discretamente junto a la caja registradora... Ahora, la pantalla de propinas nos pide activamente que seleccionemos ‘no’”, dice Lizzie Post, coautora de Emily Post’s Etiquette: The Centennial Edition. “Es un obstáculo más difícil de superar”.
Las personas se acostumbraron a dar propinas durante la pandemia para ayudar a las pequeñas empresas y los restaurantes a mantenerse a flote. A su vez, más empresas agregaron la capacidad de dar propina a sus terminales de punto de venta y así surgió la nueva cultura de propinas. “Ahora que se ha abierto la caja de Pandora, realmente no es posible volver a cerrarla”, dice Jaime E. Peters, decano adjunto de Contabilidad, Finanzas y Economía en la Universidad de Maryville en Town and Country, Misuri.
Pero solo porque te pidan que dejes propina en todas partes no significa que tengas que hacerlo. Hay momentos en los que es absolutamente necesario y otros casos en los queda a tu criterio. Aquí te explicamos cómo navegar la nueva cultura de las propinas.