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¿Mis monedas antiguas valen una pequeña fortuna?

Una lección para valorar las monedas sueltas que hay en tu cajón de cachivaches.

spinner image Ilustración de un hombre que ve monedas de oro con una lupa gigante
KATHLEEN FU

¿Cómo conseguir un precio justo por las monedas antiguas cuando no sabes lo que valen?

Esa fue la pregunta que nos hicimos mi suegro, Howard, y yo el verano pasado. Él tenía un montón de monedas que había heredado hace décadas: una moneda de 50 centavos de 1826, un centavo acuñado durante la Guerra Civil, un dólar de plata de 1885 y seis monedas más de la década de 1920. Y yo tenía un billete de $2 de los años 50 y unas inmaculadas monedas de medio dólar de John F. Kennedy de 1964, el último año en que EE.UU. acuñó monedas de plata para la circulación. Daba la impresión de ser una colección potencialmente valiosa y los dos estábamos listos para vender.

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Sin embargo, no sabíamos nada de coleccionar monedas. Así que me ofrecí para hablar con algunos expertos en monedas —numismáticos— para pedirles consejos sobre la valoración y la venta de moneda.

En mi cabeza empezaron a danzar fantasías de Antiques Roadshow, esos emocionantes momentos en los que alguien dice: “¿Esa cosita vieja que trajiste? Vale un cuatrillón de dólares”. Esto es lo que aprendí en mi búsqueda de conocimientos... y riquezas.

Lección 1: La mayoría de las cosas son comunes

Esta reveladora observación procede de Mitch Sanders, columnista de The Numismatist, la revista de la American Numismatic Association. ¿Sabes qué es común? Mis maravillosas monedas de Kennedy de medio dólar de 1964. “Las casas de moneda las fabricaban por millones. La gente las guardaba por millones”, dijo Mark Schimel, gerente de la tienda de Nueva York de Stack’s Bowers Galleries, uno de los principales subastadores de monedas. “Todas se ven bonitas porque nadie las gastó”.

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Lección 2: Las cosas comunes pueden tener un valor añadido

Al igual que otras monedas de medio dólar, de 25 centavos y de 10 centavos del siglo XX acuñadas antes de 1965, mis monedas son un 90% de plata. Aunque una moneda de esa época no sea un objeto de colección valioso, su contenido de plata le confiere un “valor de fundición”, utilizado por los comerciantes como una forma de valorarla para su compra y venta, aunque no necesariamente la fundan.

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Doug Musinger, propietario de Brighton Tokens & Coins en Rochester, Nueva York, me explicó que cada dólar de esas monedas anteriores a 1965 contiene alrededor de 0.715 onzas de plata. Así, un día del otoño pasado, cuando el metal se cotizaba a $19.37 la onza, un dólar de monedas de plata contenía unos $13.85 de plata, casi 14 veces el valor nominal de las monedas. Si yo hubiera entrado aquel día con un puñado de monedas de 10 y de 25 centavos por un total de $3, dijo Musinger, él las habría comprado por $36, es decir, 12 veces su valor nominal, lo que le habría dejado cierto margen de ganancia.

Lección 3: Las cosas viejas no son necesariamente buenas

Tenía muchas esperanzas puestas en los dólares de plata de los años 20 de Howard. ¡Tenían 100 años de antigüedad! ¡Sin desgaste! El valor de la plata es tan solo $15. Lamentablemente, descubrí que solo me darían $25 o $30 por cada uno. ¿Por qué? Se acuñaron millones de monedas más de las que la gente necesitaba, explicó Sarah Miller, directora gerente de la oficina de Nueva York de Heritage Auctions, otro de los principales subastadores. “Se quedaron en las bóvedas del Gobierno durante décadas”, dijo.

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Lección 4: El estado puede contar mucho

“La misma moneda del mismo año puede valer $4 o $4,000, dependiendo de su estado”, dijo Musinger. Antes de que los coleccionistas serios compren y vendan monedas valiosas, normalmente las evalúan empresas independientes que les asignan una calificación numérica, en una escala de 1 a 70, en función de factores como arañazos, corrosión y brillo. La moneda de medio dólar de 1826 de Howard estaba en buenas condiciones. Examinándola con una lupa, Miller supuso que un servicio de clasificación la situaría en el rango de 40 o 50, algo que un comerciante vendería por $150 y compraría por un poco menos. Schimel le puso el mismo precio. Me dijo que en estado de uso valdría solamente $30.

Pero la condición también era un factor en contra de Howard y de mí. Su dólar de 1885 tenía una mancha oscura de hollín en la cara de la Estatua de la Libertad y una mella prominente en el borde. “Es una moneda fea”, dijo Musinger. “Pagaríamos $25”. Le gustaba la ficha de cobre de la Guerra Civil, que se acuñó privadamente en el norte en 1863, cuando los comerciantes desesperados acuñaron sus propios centavos en medio de la escasez de monedas. “Es una gran pieza histórica”, dijo. Pero ahí se acabaron sus cumplidos por la moneda deforme, desgastada y corroída. “Estaría en nuestra caja de baratijas por $3”, me dijo. ¿Mi billete de $2 de la serie 1953A? Estaba doblado y desgastado. “En ese estado, gástalo”, dijo Schimel.

Lección 5: En última instancia, el valor reside en la rareza

Durante mi búsqueda, con mucha frecuencia oí las palabras “si” y “en lugar de”, como en “Si tuvieras un dólar de la paz de 1928 en lugar de uno de 1922, valdría 10 veces más”. Lo que hace subir el precio de la moneda es la cantidad. ¿Cuántas monedas como esta han sobrevivido en tan buen estado o mejor? ¿Cuántas se acuñaron en un año concreto y en una ceca concreta? Aunque más de $17 millones de dólares de 1885 se acuñaron en Filadelfia (como la fea moneda de Howard), solo 228,000 se acuñaron en Carson City, Nevada, con la marca de ceca “CC”. “Hasta un CC de 1885 dañado vale unos cientos de dólares”, dijo Miller.

spinner image Ilustración de una moneda a la cual le cuelga el precio
KATHLEEN FU

Cuando estés dispuesto a vender monedas o billetes que puedan ser valiosos, haz esto:

  1. Déjalos en paz. “No los limpies”, dice Mitch Sanders de The Numismatist. “No los pulas. No trates de mejorarlos. Eso puede destruir su valor”. Los expertos pueden detectar hasta el más mínimo esfuerzo de limpieza.
  2. Estudia. Puedes encontrar valores aproximados en materiales impresos y en internet. Sanders recomienda A Guide Book of United States Coins, que se publica anualmente y contiene información sobre precios, fotos de detalles clave y otros materiales útiles. Los principales servicios de clasificación Professional Coin Grading Services y la Numismatic Guaranty Company (enlaces en inglés) y los grandes subastadores (Heritage AuctionsStack’s Bowers —en inglés—) tienen fotos y resultados de subastas que puedes utilizar para comparar. “Tómate tu tiempo para investigar”, dice William Gibbs, redactor jefe de la revista Coin World. “Estás en una situación mucho mejor que alguien que entra a la tienda de un comerciante y dice: ‘¿Cuánto me da por esto?’”. 
  3. Comunícate con los compradores. Si buscas a un comerciante para venderle tus monedas, Gibbs dice que una buena señal es que pertenezca a grupos del sector como American Numismatic Association y Professional Numismatists Guild (que verifica los antecedentes de sus socios). También puedes vender a través de una de las casas de subastas, todo lo cual te permitirá saber si vale la pena poner tu dinero en juego.

Así que allí estaba yo al final de mi Antique Coin RoadShow: no era un gran ganador. “Me gusta considerar esto como la búsqueda de un tesoro”, me había dicho Miller. “Estás ayudando a la gente a buscar algo valioso. Y esperas poder encontrarlo”. A veces lo logras y a veces, no.

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