El chef José Enrique y los frescos sabores de Puerto Rico

Para José Enrique Montes, la felicidad está íntimamente relacionada con la buena cocina. Y este romance con los sabores —que comenzó cuando era pequeño en Santurce, Puerto Rico— no tiene visos de terminar.

Quiso ser abogado, pero no duró mucho, pues se dio cuenta que “no podía vivir sentado frente a papeles”. Se graduó de una de las mejores escuelas culinarias, The Culinary Institute of America, en Nueva York, y a pesar de haber podido quedarse en la Gran Manzana, en Florida o hasta Luisiana, donde también ejerció su carrera, fue la Isla del encanto donde quiso estar.

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Los productos frescos, el clima y las sazones puertorriqueñas son grandes protagonistas en los tres restaurantes de este chef: José Enrique, Capital y Miel.

Sencillo, directo y apasionado por lo suyo, José Enrique responde a las preguntas de AARP.

P: ¿Por qué decidió vivir entre sabores, olores, ollas y sartenes?

R: Desde pequeño me di cuenta que estas cosas van de mano con la felicidad. Siempre que estaba cocinando mi abuela, mi tía o mi mamá, estaba reunida la familia. Son momentos alegres.

P: ¿Cómo aprendió el arte de cocinar y quién es su mentor/mentora?

R: Estudié en el CIA (The Culinary Institute of America). Mi mentor es el chef Chris Baulo, quien está abriendo ahora un restaurante en Chicago. Él me educó y me enseñó. Él a su vez trabajó para el famoso chef Jean-Louis Palladin.

P: ¿En qué se inspira para crear los platillos?

R: En el ingrediente. Lo que veo en el mercado o lo que tengo en la nevera. Me dejo llevar por la calidad, luego el clima y finalmente como yo me sienta en ese momento.

P: ¿Cuáles son sus ingredientes favoritos?

R: No tengo uno… Me encanta el ácido en la comida, debe ser porque estoy en el calor de Puerto Rico. Me gustan el maracuyá, la piña, el vinagre; la lima me encanta. [Los cítricos] resaltan el paladar y no dejan que los sabores sean muy pesados.