Los museos militares cumplen el objetivo de rendir homenaje y enseñar. Reconocen el sacrificio de los soldados que defendieron nuestra nación y nos ayudan a entender los desafíos que enfrentaron.
Los seis museos siguientes ofrecen un vistazo de las batallas trascendentales a través de artefactos significativos y suelen relatar la historia con novedosas exposiciones interactivas.

Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
En este Día de la Recordación (Memorial Day), y cualquier otro momento, planea una visita a estas instituciones asombrosas. Te encantará ver los jets supersónicos, seguir el trayecto de un soldado rumbo a una batalla e incluso visitar un silo nuclear que antes era secreto.

National Museum of the United States Army, Fort Belvoir, Virginia
Desde la Revolución estadounidense hasta la liberación de Afganistán, este museo (en inglés) ilustra la historia intrépida y dramática de la fuerza militar más antigua del país. Ubicada cerca de Washington D.C., esta atracción de $430 millones cautiva a los visitantes con exposiciones inmersivas y más de 1,300 artefactos, que incluyen un helicóptero “Huey” de la Guerra Fría y el tanque M4 “Cobra King” empleado en la Batalla de las Ardenas (the Battle of the Bulge).
Los elaborados dioramas insertan a los visitantes en el medio de la batalla. Una sección muestra a los soldados de la Segunda Guerra Mundial descendiendo de la red de una lancha de desembarco de tropas. Otra área está dedicada a la historia más reciente, que incluye operaciones en Afganistán e Irak. En otra sección se conmemora a los ganadores de la Medalla de Honor y a otros soldados destacados. El museo también ofrece exposiciones interactivas basadas en la ciencia para niños y simuladores de un campo de batalla para los amantes de la adrenalina, que ofrece un vistazo de la guerra urbana o la oportunidad de unirte a una misión de bombardeo con los aviadores de Tuskegee. La entrada general es gratuita, pero debe reservarse con anticipación.

Titan Missile Museum, Green Valley, Arizona
Durante la Guerra Fría, miles de soldados operaron búnkeres subterráneos en todo el país, listos para lanzar misiles nucleares a la Unión Soviética y sus aliados. Hoy en día, hay solo unos pocos abiertos al público, incluido el silo al sur de Tucson que era secreto.
Una visita guiada de 45 minutos lleva a los visitantes debajo del desierto de Arizona para recorrer el centro de control de lanzamiento, que desde 1963 a 1982 fue monitorizado por grupos de combate de la Fuerza Aérea en turnos de 24 horas. Los visitantes se encontrarán literalmente en el asiento de los aviadores que hubieran tenido que encender los interruptores de lanzamiento y dar comienzo a lo que habría sido la Tercera Guerra Mundial.
El museo (en inglés) también tiene un Titan II, un misil balístico intercontinental nuclear que podía volar 9,000 millas en 30 minutos para alcanzar su objetivo al otro lado del mundo. Aunque se ha desactivado, el arma nuclear de 103 pies sigue erigida en el silo, aparentemente lista para despegar. Nota: Los visitantes deben poder ascender y descender 55 escalones para llegar al búnker. La entrada cuesta $16.50 para adultos y $15.50 para personas mayores. Se recomienda enfáticamente hacer reservaciones.

National Navy SEAL Museum and Memorial, Fort Pierce, Florida
Los Equipos de Tierra Mar y Aire (SEAL) -en inglés- de la Marina operan en las sombras. Salvo por acontecimientos históricos como el asesinato de Osama bin Laden, sus operaciones suelen mantenerse secretas. Pero tienes la oportunidad de ver su heroica y extenuante trayectoria en este museo, situado en el campo de entrenamiento de los buzos de combate originales de la Marina.
La unidad élite se hizo famosa durante la Segunda Guerra Mundial, cuando efectuaron el reconocimiento encubierto de playas enemigas para despejar defensas y abrir paso a las tropas estadounidenses. Las exposiciones al aire libre muestran algunos de los obstáculos que enfrentaron al llegar a la costa.
Otros artefactos reflejan operaciones más actuales, como el helicóptero Black Hawk empleado en el rescate de rehenes de Somalia en el 2012 y la maqueta del complejo en Pakistán donde los SEALS asesinaron a bin Laden en el 2011. Un emotivo monumento celebra a los perros de combate, que asisten a los SEALS a transitar sin riesgo por áreas minadas y a perseguir a soldados enemigos. La entrada cuesta $15 para adultos y $12 para mayores de 65.

National Museum of the Pacific War, Fredericksburg, Texas
Te sorprenderá encontrar un museo dedicado a las batallas del Pacífico (en inglés) durante la Segunda Guerra Mundial en la región de las colinas del oeste de Texas. Pero ahí fue donde se crio y vivió Chester Nimitz, el almirante de la Flota Estadounidense del Pacífico.
Los visitantes aprenderán sobre Nimitz y el inmenso reto que enfrentó para combatir las fuerzas japonesas. El extenso museo, construido alrededor del hotel de la época del viejo Oeste del abuelo de Nimitz, abarca 55,000 pies cuadrados de exposiciones interiores y cuenta con aproximadamente 1,000 artefactos. Una galería lleva a los visitantes a la tórrida isla de Iwo Jima, donde el Cuerpo de Infantería de la Marina de EE.UU. combatió y anunció memorablemente su victoria alzando una bandera sobre el monte Suribachi.
Otros artefactos increíbles incluyen uno de los cinco submarinos HA-19 japoneses que intervinieron en el ataque de Pearl Harbor. También hay una carcasa de bomba atómica idéntica a la bomba Fat Man lanzada en Nagasaki, Japón, y una bandera estadounidense de 48 estrellas que los prisioneros de guerra cosieron en secreto y escondieron hasta que pudieron desplegarla triunfalmente cuando fueron liberados. La entrada cuesta $24 para adultos y $16 para mayores de 65.

National Museum of the U.S. Air Force, Base Wright-Patterson de la Fuerza Aérea, Dayton, Ohio
El museo de aviación militar más grande y antiguo del mundo (en inglés) alberga una impresionante e imperdible colección de cientos de aeronaves y misiles históricos exhibidos en hangares.
Por tratarse de un museo situado en la ciudad natal de los hermanos Wright, es de esperar que haya numerosas aeronaves en exposición y no cuesta mucho entusiasmarse con los detalles de estas máquinas. La colección incluye una réplica del primer avión militar, el Wright Military Flyer de 1909, y algunos de los primeros bombarderos de la Primera Guerra Mundial. Cuesta creer que estas máquinas que parecen sencillas dieron lugar a otras aeronaves como los gigantescos bombarderos, también exhibidos aquí, que volaron el triple de rápido de la velocidad del sonido.
Los juegos de realidad virtual permiten a los visitantes vivir una experiencia similar a la emoción de volar mientras mantienen los pies sobre la tierra. Pero hasta los que no son muy entusiastas de la aeronáutica se interesarán en las exposiciones históricas, que incluyen el Memphis Belle, un bombardero de la Segunda Guerra Mundial que inspiró una película y un documental, y el avión presidencial Air Force One que transportó el cadáver del expresidente John F. Kennedy de regreso a Washington tras el asesinato. La entrada es gratis.

National Infantry Museum, Fort Benning, Columbus, Georgia
La infantería es responsable de una de las operaciones más difíciles de las Fuerzas Armadas. Estas tropas terrestres se especializan en el combate de corta distancia, una tarea peligrosa y agotadora imprescindible para ganar batallas y apoderarse de territorios.
El museo (en inglés), situado donde está la Escuela de Infantería del Ejército de EE.UU., lleva a los visitantes a la primera línea de fuego, que se recrea dramáticamente con su exposiciones insignia titulada “The Last 100 Yards” (Las últimas 100 yardas). Al entrar en las galerías, se ven dioramas en tamaño real que ilustran batallas claves de la historia estadounidense, desde Yorktown y Antietam hasta Irak. Los sonidos y la iluminación crean la atmósfera de tensión, ruido y confusión que enfrentan los soldados en las batallas reales. Es una de las tres docenas de exposiciones interactivas e inmersivas que se atraviesan al recorrer este extenso museo.
Un elocuente monumento dedicado a la guerra mundial contra el terrorismo ostenta una viga de acero de las ruinas del atentado del World Trade Center.
Para los aficionados a la historia y al cine, un teatro con una gigantesca pantalla proyecta filmes y documentales militares ($10 adultos y $9 personas mayores). La entrada es gratuita; se sugiere una donación de $5.