Vida Sana
Según dos estudios de investigación presentados en la Conferencia Internacional 2019 de la Alzheimer's Association, los pacientes de Alzheimer y sus cuidadores deberían hablar con sus médicos sobre cualquier señal de convulsiones.
Estos nuevos estudios demuestran que tanto las convulsiones como la epilepsia son mucho más comunes entre pacientes de Alzheimer de lo que se pensaba antes, explica Rebecca Edelmayer, directora de participación científica de la Alzheimer's Association.
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De hecho, un estudio muestra que los pacientes que sufren de demencia tienen un riesgo unas cinco veces mayor de sufrir convulsiones, y que una vez que tienen una, tienen tanta probabilidad de tener otras que esa primera convulsión debería bastar para diagnosticar epilepsia entre estos pacientes.
El segundo estudio también halló una conexión. Siguió a casi 21,000 personas durante 11 años y llegó a la conclusión que la prevalencia de las convulsiones era un 1.5 más alta entre personas con enfermedad de Alzheimer que sin ella. En ese estudio, el riesgo de convulsiones aumentaba a medida que la enfermedad progresaba con el tiempo.
Edelmayer dice que los hallazgos indican que los médicos y cuidadores deberían reconsiderar los síntomas de pacientes con enfermedad de Alzheimer. "El personal clínico tiene que ser muy consciente de lo comunes que son las convulsiones entre personas con Alzheimer para poder monitorizar y tratar a estas personas".
Dice que los cuidadores deben también prestar atención a señales de actividad convulsiva, como las sacudidas involuntarias de brazos o piernas, actuación inusual o pérdida de conocimiento. "Podrían ser quienes se percaten de actividad convulsiva fuera de la oficina del doctor", agrega Edelmayer. Recomienda que el personal clínico lleve a cabo evaluaciones de antecedentes de convulsiones entre personas con enfermedad de Alzheimer para ayudar a informar decisiones sobre el cuidado médico.
Aunque las convulsiones —un trastorno del sistema nervioso con anomalías en la actividad cerebral eléctrica— no son inocuas, los expertos dicen que se pueden controlar si son diagnosticadas.
Edelmayer dice que, sobre todo, hace falta más investigación para determinar a qué se debe esta conexión.
"No sabemos si el aumento de la prevalencia y de las convulsiones recurrentes se deben a los medicamentos que tome cada cual o si tienen que ver con cambios cerebrales que ya existen en el cerebro de las personas", dice Edelmayer. "En realidad, creemos que hace falta investigar más para comprender mejor los detalles".
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