Un estudio revela que los medicamentos para la demencia se consumen en forma excesiva y prolongada
El informe de AARP indica que el consumo prolongado es costoso pero no eficaz.
In English | Según un nuevo informe realizado por el Instituto de Política Pública de AARP (PPI), el 70% de las personas mayores que toman medicamentos para la demencia continúan tomándolos durante más de un año a pesar de que no existen pruebas que justifiquen el consumo prolongado.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado dos tipos de medicamentos para tratar los síntomas de la demencia: los inhibidores de la colinesterasa (Aricept, Razadyne, Exelon) y la memantina (Namenda, Namenda XR). No hay pruebas clínicas que demuestren que estos medicamentos son eficaces pasado un año, y algunos pacientes no obtienen ningún tipo de beneficio. Los medicamentos actuales para la demencia no afectan la causa subyacente de la enfermedad. Según las investigaciones citadas en el informe del PPI, estos medicamentos no demoran la internación del paciente, no mejoran su calidad de vida y no alivian la carga de los cuidadores.
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Cuanto más tiempo continúa tomando los medicamentos una persona, mayor es la posibilidad de que sufra efectos secundarios, entre ellos presión arterial baja, mareos y desmayos y una reducción anormal del ritmo cardíaco. Los pacientes también pueden enfrentarse a costos importantes de salud: algunas personas en el estudio tomaron los medicamentos durante diez años y el costo total llegó a $20,000 por paciente.
Según el National Institute for Neurological Disorder and Stroke, hasta la mitad de la población de 85 años o más podría sufrir alguna forma de demencia, la cual se define como una pérdida de las funciones cognitivas, es decir, la capacidad de pensar, recordar, resolver problemas o razonar. De acuerdo con datos proporcionados por la Alzheimer’s Association, los costos anuales relacionados con la demencia en Estados Unidos superarán los $270,000 millones en el 2018 y podrían llegar a $1.1 billones ($1.1 trillion) para el 2050. A medida que la población del país envejece, se anticipa que la incidencia de la demencia y sus costos serán cada vez mayor.
El PPI analizó datos de reclamaciones de 70,987 personas de 65 años o más inscritas en Medicare Advantage que recibieron un diagnóstico de demencia entre el 2006 y el 2015.
“La duración y el costo de los tratamientos que reportamos probablemente están subestimados porque dejamos de seguir a los sujetos del estudio después del 2016 y no pudimos continuar el seguimiento de pacientes que cambiaron de plan de seguro médico durante el período del estudio”, dice Elizabeth Carter, asesora sénior del PPI sobre investigación de servicios para la salud y coautora del estudio.
La mayoría de los proveedores de atención médica reciben orientación mínima sobre cuándo y cómo reducir la dosis o suspender el tratamiento, comentaron los investigadores.
"Las personas mayores generalmente toman varios medicamentos, a menudo durante mucho tiempo, y consultan a varios médicos sin tener una supervisión fiable del régimen general de los medicamentos recetados que toman", dice Leigh Purvis, directora de investigación de servicios para la salud de AARP y coautora del nuevo informe. "Estos resultados destacan verdaderamente la importancia de asegurar que los proveedores de servicios de salud tengan acceso a información confiable que los ayude a reevaluar los medicamentos que tal vez ya no son beneficiosos o pueden incluso causar daño".