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Lo que debes saber sobre las vacunas ARNm contra la COVID-19

La ciencia detrás de estas nuevas vacunas tan efectivas y cómo podría usarse en el futuro.

Mano de una persona sosteniendo una vacuna mRNA contra la Covid-19

SOPA IMAGES/GETTY IMAGES

In English | Cuando Betsy Thorpe, de 52 años, editora de libros de Charlotte, Carolina del Norte, se enteró el verano pasado de un ensayo clínico para probar la eficacia de la vacuna contra la COVID-19, no dejó pasar la oportunidad de ofrecerse de voluntaria. “Esta pandemia está realmente cerrando la economía y matando a la gente, y muchos de ellos sufren los efectos secundarios a largo plazo”, dice ella. “Era lo menos que podía hacer para tratar de acabar con todo esto”.

El ensayo clínico en el que participó Thorpe fue para una de las dos vacunas nuevas que utilizan lo que se conoce como ARN mensajero (o ARNm), aprobado ahora para uso de emergencia contra la COVID-19. Representan una manera fundamentalmente distinta de proteger a las personas contra la enfermedad.


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Las vacunas tradicionales, como las del sarampión y la influenza, insertan un germen atenuado o inactivado en el cuerpo para desencadenar una respuesta inmunitaria. No es el caso de las vacunas ARNm. Estas actúan enviando las instrucciones genéticas para producir una sola parte del virus (con la COVID-19, la "proteína Spike" que se encuentra en la superficie de las células del virus), creando lo que puede describirse como una memoria del virus adentro de tus células. Con esa información genética establecida, cuando tu cuerpo se enfrenta al virus verdadero, reacciona produciendo anticuerpos específicos que bloquean las células con esta proteína distintiva e impiden que infecten tus células.

"Insertamos un código genético de esa proteína directamente en tus células y tú te conviertes en la fábrica que elabora su propia vacuna”, explica Deborah Fuller, vacunóloga y profesora de Microbiología de la Facultad de Medicina de University of Washington.

Hasta ahora, los resultados de los ensayos sugieren que las vacunas que emplean esa ciencia son sumamente efectivas —94 al 95%— para proteger a las personas de la COVID-19. “Nunca hemos visto una vacuna para una infección por un virus respiratorio con esta eficacia” en seres humanos, comenta el Dr. Drew Weissman, investigador de vacunas y profesor de Medicina de la Facultad de Medicina Perelman de University of Pennsylvania, quien asistió en el desarrollo de la tecnología utilizada para las vacunas de Pfizer y Moderna. “La influenza es de alrededor del 50%. La mayoría de las otras tienen un 70%”.

Las ventajas singulares de la vacuna para el sistema inmunitario

¿Por qué es tan efectivo este método para frenar al virus? Además de producir anticuerpos, la vacuna ARNm y otras basadas en los genes también reclutan en la lucha a las potentes células inmunitarias llamadas "células T". “Si el virus escapa de la barrera inicial de los anticuerpos y penetra las células, se hace invisible para los anticuerpos”, dice Alessandro Sette, profesor del Center for Infectious Disease and Vaccine Research de La Jolla Institute for Immunology.

Pero las células T reconocen las células infectadas y las destruyen. Otras células T refuerzan la producción de anticuerpos y ayudan a la formación de células agresoras. “Sin estas células asistentes, no se conseguiría una respuesta duradera”, comenta Sette. Las vacunas convencionales no tienen esta protección adicional.

Otra ventaja: como las vacunas ARNm no contienen el patógeno verdadero —sino una información genética—, también pueden elaborarse con mucha más rapidez y facilidad que otros tipos de vacunas. Mientras que las vacunas convencionales se cultivan en huevos o células, las vacunas ARNm se procesan en un tubo de ensayo y luego se envuelven en una diminuta molécula de grasa. (Estas moléculas portadoras evitan que el ARN se degrade y le permiten penetrar las células sin deshacerse).

"Eso ayuda a simplificar muchos de los procesos que requieren las vacunas tradicionales”, afirma Fuller. También significa que si la COVID-19 muta, es posible modificar fácilmente la vacuna cambiando el código genético.

Usos anteriores de las vacunas ARNm

Si bien parecería que se apresuró la elaboración de las vacunas ARNm tras el inicio de la COVID-19, en realidad tienen una larga trayectoria de investigación que las respalda. “No fue algo totalmente nuevo”, comenta Weissman.

Los investigadores, con el apoyo casi mayoritario de fondos federales, han venido perfeccionando los detalles de este método durante más de 20 años. Ya se utiliza en algunos tratamientos para el cáncer y se ha estudiado en sujetos humanos que participaron en ensayos de las vacunas contra el síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS) y la influenza. Debido a la experiencia que los científicos tenían con la tecnología, pudieron pasar rápidamente de otras investigaciones a enfocarse en el nuevo coronavirus.

"La secuencia genética del patógeno se publicó el 7 de enero del 2020 y para el 14 de enero, teníamos un candidato a la vacuna ya en ensayo”, dice Fuller.

Estos estudios existentes podrían servir para tranquilizar a la gente a quien le preocupa las reacciones o efectos secundarios inesperados. (Las personas vacunadas típicamente mencionan dolor e irritación en el lugar de la inyección y, en algunos casos, uno o dos días con síntomas similares a los de la influenza).

Los ensayos que condujeron a la aprobación también se llevaron a cabo rápidamente, pero no se omitió ningún paso del proceso, afirma Weissman. “Normalmente, se hace la fase 1, se espera un año, se evalúan los resultados, se habla con la FDA y luego se pasa a la fase 2 y posteriormente a la fase 3”, explica él. “Aquí las fases se realizaron una tras otra”. Las vacunas, además, se ensayaron en 30,000 a 40,000 personas para confirmar su seguridad y eficacia.

Muchas otras inquietudes también parecen ser infundadas: la vacuna ARNm no te puede causar la COVID-19 porque no contiene el virus entero. “El virus SARS-CoV-2 está integrado por 25 partes distintas. La vacuna ARNm solo contiene un componente del virus", dice Sette. Y como no puede penetrar hasta el núcleo de la célula, no hay riesgo de que interfiera con el ADN de la persona.


Para información actualizada sobre la COVID-19 visita aarp.org/ElCoronavirus


Cómo protegerán estas vacunas contra virus futuros

No obstante, hay desventajas. Las vacunas ARNm deben conservarse en un medio muy frío para que el ARN se mantenga estable —ya que se degrada rápidamente a temperatura ambiente—, lo cual dificulta la distribución. Por ahora, se necesitan dos inyecciones para protegerte de la COVID-19 y los expertos temen que algunas personas omitan la segunda dosis.

A pesar de ello, los científicos confían en que será posible superar estos inconvenientes y se han propuesto metas aún más ambiciosas para este tipo de vacuna. “Estamos trabajando en una vacuna eficaz contra todos los coronavirus”, explica Weissman. “Entonces, cuando aparezca el próximo repentinamente en alguna parte del mundo, tendremos una vacuna lista y no será necesario paralizar por completo al mundo durante 10 meses”.

Fuller prevé que habrá una "vacuna universal" similar para la influenza estacional. “Lo que tenemos ahora es una caja de herramientas con estas tecnologías avanzadas para las vacunas que vamos a poder aprovechar, no solo para la COVID, sino para muchas otras enfermedades infecciosas, incluso hasta el punto de poder reemplazar algunas de las vacunas actuales que en mi opinión no son óptimas”, dice ella.

Thorpe espera que su contribución al ensayo de la vacuna marque una diferencia para otras personas y para ella también. Como sintió dolores musculares en todo el cuerpo y fatiga después de cada inyección, está convencida de que recibió la vacuna y no un placebo. “Pero si te protege de la muerte, bien valió la pena”, afirma.