Vida Sana

(Nota del editor: La actriz mexicana, Edith González, murió este 13 de junio a los 54 años de edad, víctima de un cáncer de ovarios, el cual fue diagnosticado en el 2016. Aunque en el 2017, González anunció que había entrado en remisión, su estado empeoró en abril del 2019 hasta que perdió la lucha contra la enfermedad en un hospital de la Ciudad de México).
El cáncer de los ovarios es considerado como uno de los ejemplos más notables de lo que es un “cáncer silencioso” porque cuando está empezando, o no causa síntomas o estos son muy leves e inespecíficos.

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A consecuencia de esto, el 60% de los casos se descubren en estados muy avanzados y poco es lo que se puede hacer para curarlos. Es un cáncer muy letal. Para hacer más sombrío el panorama, recordemos que hasta la fecha no se han desarrollado aún pruebas específicas que sirvan para hacer una detección temprana del cáncer de ovario.
Ante esta realidad, uno podría pensar que la ciencia ha estado trabajando mucho durante los últimos años para entender mejor al cáncer de los ovarios, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad.
Recientemente los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) organizaron una serie de audiencias científicas en coordinación con la National Academy of Sciences para “tomar al toro por las astas” y estudiar qué se sabe sobre el cáncer de los ovarios. A continuación veremos brevemente qué se sabe y qué no acerca de esta enfermedad.
No es una, sino varias enfermedades
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