¿Puedes resolver el problema del Seguro Social?

Adiós, programa de concursos; hola, asamblea

La academia, que cuenta con casi 20,000 actuarios profesionales y asesora a los legisladores en materia de pensiones, gestión de riesgos y seguridad financiera, presentó en marzo el Social Security Challenge como una renovación del Social Security Game, una herramienta que debutó en su sitio web en el 2005. 

El modelo anterior también permitía que los jugadores crearan un paquete de políticas para hacerle frente a la crisis fiscal del programa, pero tenía una interfaz diferente, al estilo de los programas de concursos.

“Eso era parte de lo que queríamos evitar. Pensamos que eso implicaba que era un juego y que el objetivo era ganar”, dice Stone. 

La nueva versión tiene un menú más amplio de opciones de políticas, que refleja la variedad de propuestas presentadas por los legisladores en los últimos años. Al mismo tiempo, los actuarios buscaban un enfoque más accesible a los aspectos educativos del juego. Eso llevó a la creación de Townsville y a una experiencia de usuario que es menos un manual de política y más un marco en el que las personas corrientes hablan sobre los problemas. 

“Creo que realmente se enfoca en lo que está en juego para la gente”, dice Kathleen Romig, directora de Seguro Social y Políticas de Discapacidad del Center on Budget and Policy Priorities. “No es como si estuvieras leyendo un denso informe actuarial o algo así —sin ánimo de ofender a los actuarios—. Estás escuchando a las personas comunes hablar de cómo les afectan estos temas”. 

“Tratamos de hacerlo accesible. Intentábamos que no fuera demasiado complicado”, dice Stone. La página de inicio del juego enlaza con los informes temáticos de la academia sobre el Seguro Social y otros recursos sobre políticas “para quienes quieran entrar en ese nivel de detalle”, añade, “pero esto es para el público en general”.

Momento oportuno

Aunque se empezó a trabajar en la actualización de la aplicación hace aproximadamente un año, la herramienta renovada empezó a funcionar semanas después de que la airada disputa del presidente Joe Biden con los congresistas republicanos sobre el Seguro Social en su mensaje sobre el estado de la Unión aumentara la atención política sobre la cuestión de la solvencia. 

“Creo que el hecho de que esto se haya convertido más en un debate público es una suerte, ya que nuestro recurso está ahí para ayudar a las personas a comprender mejor lo que pueden estar escuchando en ese discurso público”, afirma Stone. “Es un buen momento desde esa perspectiva”.

Un portavoz de la academia afirma que la organización promueve el Social Security Challenge a través de sus canales en las redes sociales, entrevistas en los medios de comunicación y reuniones con grupos de estudiantes, e insta a los miembros del Congreso a que lo compartan con sus electores. La academia también ha compartido la aplicación con organizaciones sin fines de lucro y grupos de expertos.

Las reacciones han sido positivas entre las personas de esta última comunidad que piensan, hablan y escriben sobre el Seguro Social para ganarse la vida. 

“Me encanta”, dice Romig. “Me pareció realmente entretenido y pensé que habían hecho un gran trabajo explicando muchas cuestiones de interés en un lenguaje bastante sencillo, pero también en términos realmente razonables”. (Añade que lo jugó con su hijo de 12 años, que “también lo disfrutó mucho. Le pareció que era muy accesible”).

“Creo que podría ser una herramienta muy útil para que las personas piensen de forma un poco más integral sobre el problema del Seguro Social”, dice Emerson Sprick, analista económico principal del Bipartisan Policy Center. 

“En mi opinión, lo que realmente añade es una dosis de optimismo”, afirma Sprick, “en el sentido de que se trata de un gran problema, pero que puede resolverse si los legisladores lo abordan con un paquete completo de reformas que tenga muchos cambios y se aleje de los obstáculos que caracterizan la actual retórica política en torno a esta cuestión”.

La contribución de Townsville a esa conversación de la vida real dependerá en gran medida de “lo bien que los actuarios hagan llegar esta experiencia a la gente”, dice. “Depende enteramente del nivel de participación. Y ese va a ser un reto mucho mayor, creo, que crear la simulación en primer lugar”.