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Estrategias para solicitar beneficios del Seguro Social para las parejas

Maximizar los beneficios mensuales de los cónyuges es cuestión de paciencia, planificación y, sí, de matemáticas.

Pareja mayor en un comedor revisando las finanzas

DIGITAL VISION / GETTY IMAGES

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La elaboración de estrategias en materia del Seguro Social sería relativamente sencilla si todos los cónyuges trabajaran más o menos los mismos años y ganaran más o menos la misma cantidad de dinero. Lo único que tendrían que hacer sería elegir el mejor momento para que cada uno solicitara sus beneficios de jubilación, que serían comparables.

Naturalmente, esto es poco frecuente en la vida real. Uno de los miembros de la pareja puede haber tenido una vida laboral mucho más lucrativa que el otro. Es posible que uno haya retrasado sus actividades profesionales por dedicarse a la crianza de los hijos o las haya dejado de lado para cuidar a alguien.

Para estas parejas, maximizar los ingresos del Seguro Social puede significar combinar los beneficios de la jubilación y los beneficios para cónyuges (pagos que los cónyuges pueden recibir según lo que haya ganado su pareja y no lo que hayan ganado ellos) y coordinar las solicitudes para optimizar los pagos.

Esto implica sopesar numerosas variables, como la edad, la salud y el calendario de jubilación de ambos cónyuges, y comprender el efecto de cada una de ellas en las opciones de beneficios. Definitivamente tendrás que hacer cálculos.


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"Cuando tienes una pareja, la cosa se complica", dice la embajadora financiera de AARP Jean Chatzky, fundadora y directora ejecutiva de HerMoney.com (en inglés). "Típicamente, un cónyuge gana más que el otro. Hay personas que pueden presentar una solicitud basada en el registro de su pareja. Y eso significa que hay cientos, si no más, de formas en las que podrías decidir solicitar beneficios".

Sin embargo, comprender el abanico de posibles opciones de solicitud puede suponer una "gran diferencia" para los hogares en los que uno de los cónyuges aportaba la mayor parte o la totalidad de los ingresos, dice Malik Lee, fundador y director ejecutivo de Felton & Peel Wealth Management en Atlanta.

"Ese es el poder de saber navegar por el cubo de Rubik o la caja de Pandora que es el Seguro Social", dice.

Conoce tus beneficios y los de tu cónyuge

Los beneficios auxiliares para las personas casadas con beneficiarios del Seguro Social han sido parte del programa desde 1939, cuatro años después de su creación. En la actualidad, los esposos y las esposas que reúnen los requisitos pueden recibir un beneficio cónyuge de entre un tercio y la mitad del importe del beneficio mensual de su pareja, en función de su edad.

No puedes cobrar un beneficio para cónyuge si te corresponde un beneficio mayor por tu propia jubilación; cuando alguien tiene derecho a dos tipos de beneficios, el Seguro Social paga la cantidad más alta. Por lo tanto, es "enormemente importante" que las parejas estén al tanto de sus beneficios futuros estimados si hacen la solicitud a diferentes edades, dice Chatzky.

Con esa información, disponible en cualquier momento si tienes una cuenta en línea My Social Security, los cónyuges pueden averiguar lo que recibirían basado en el registro de ingresos del otro y en el suyo propio, y tomar esto en cuenta a la hora de planificar.

Estos son algunos de los aspectos básicos de los beneficios para cónyuges.

  • En la mayoría de los casos, debes tener al menos 62 años para poder solicitarlos, y tú y tu pareja deben haber estado casados durante al menos un año.
  • No puedes cobrarlos a menos que tu cónyuge ya esté cobrando el Seguro Social. Si tu cónyuge recibe su propio pago, tendrías lo que el Seguro Social denomina doble derecho. En la mayoría de estas situaciones, se considera que estás solicitando tanto los beneficios de tu jubilación como los de tu cónyuge a la vez, y obtendrás la mayor de las dos cantidades.
  • A los 62 años, puedes recibir un beneficio de cónyuge equivalente al 32.5% del importe del beneficio jubilatorio que tu pareja tiene derecho a recibir a la edad plena de jubilación. El porcentaje aumenta cada mes que aplazas la solicitud hasta que alcanzas la edad plena de jubilación (que actualmente se sitúa entre los 66 y los 67 años, según tu fecha de nacimiento), momento en el que puedes obtener el 50% del monto del beneficio de tu pareja.
  • Los beneficios de la jubilación también aumentan cuanto más esperas para solicitarlos, con el pago mínimo disponible a los 62 años y el máximo si esperas hasta los 70. El hecho de que un cónyuge cobre beneficios conyugales basados en tu registro de ingresos no afecta lo que recibes del Seguro Social.

Situaciones de solicitud de beneficios para cónyuges

Los planificadores financieros y de la jubilación a menudo aconsejan retrasar la solicitud del Seguro Social el mayor tiempo posible. Para las parejas, especialmente aquellas cuyos beneficios de jubilación previstos no son demasiado dispares, esa es la forma más probable de maximizar los pagos.

"Uno de los mayores errores que veo es cuando ambos [cónyuges] intentan cobrar el Seguro Social temprano", a menudo por una preocupación equivocada de que el programa "está a punto de quebrar", dice Lee.

Solicitar anticipadamente beneficios menores puede aumentar el riesgo de que las parejas sobrevivan a su dinero y privarlas de la "protección contra la inflación" que supone el ajuste anual del costo de vida del Seguro Social (COLA), añade.

"Eso puede ser lo que tengan que hacer en algunos casos: si el dinero apenas te alcanza para vivir y no tienes otra fuente de sustento", señala Chatzky. "Pero si tienes otras fuentes de ingresos, si tienes opciones, si potencialmente puedes trabajar un poco más, hay factores importantes que debes considerar".

En el caso de las parejas con grandes disparidades de ingresos, puede resultar ventajoso que el miembro de la pareja con menos ingresos reclame antes sus beneficios del Seguro Social.

En esta situación, una persona puede estar cobrando ingresos por beneficios mientras que los pagos posibles de la otra persona aumentan. Cuando el que gana más presenta su solicitud, el que gana menos pasa a percibir un beneficio de cónyuge si este es mayor que su propio pago del Seguro Social, lo que Lee denomina "un aumento en tus beneficios".

Los cálculos

Te explicamos cómo podría funcionar esa estrategia. Digamos que a ti te correspondería un beneficio mensual de $1,000 si solicitas el Seguro Social a la edad plena de jubilación, pero a tu cónyuge se le proyectan $2,500. Si ambos presentan sus solicitudes a la edad plena de jubilación, tendrían derecho a una suma combinada de $3,500 al mes.

Pero supongamos que presentas la solicitud a tu edad plena de jubilación y empiezas a recibir esos pagos de $1,000 mientras tu pareja espera hasta los 70 años. Los créditos por jubilación aplazada que el Seguro Social les concede a las personas que retardan la presentación de la solicitud hasta después de la edad plena de jubilación aumentan sus beneficios en dos tercios del 1% al mes, es decir, en un 8% al año. Dependiendo del año de nacimiento, tu cónyuge podría obtener hasta $3,300 al mes presentando la solicitud a los 70 años.

Y tú pasas a tener derecho a un beneficio como cónyuge de $1,250, es decir, el 50% del beneficio de tu cónyuge a la edad plena de jubilación. (Los créditos por aplazar la jubilación no se aplican a los beneficios del cónyuge). Juntos cobran ahora $4,550 al mes, más los COLA anuales, mientras ambos vivan.


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Al esperar, la persona con mayores ingresos también proporciona un beneficio de sobreviviente mayor para su pareja si muere primero, ya que los créditos por aplazar la jubilación sí se aplican a los beneficios para sobrevivientes solicitados basados en el registro de un cónyuge fallecido.

Este es un ejemplo básico; hay muchos otros factores que afectan la decisión de presentar la solicitud, como el tiempo que razonablemente puedes esperar vivir, los ahorros que tienes o si uno o ambos cónyuges piensan seguir trabajando. Si tienes un asesor financiero, pregúntale qué software y qué otras herramientas utiliza para ayudar a las parejas a determinar cuál de las muchas combinaciones de solicitudes podría proporcionar el mayor pago de por vida.

"Esto está en mi lista de cosas por hacer a medida que mi esposo y yo nos acercamos al momento de la jubilación y a cobrar el Seguro Social", dice Chatzky. "Le hemos dicho a nuestro asesor un par de veces: 'Vuelve a hacer las cuentas y cerciórate de que esperar sigue siendo la opción más sensata'".


Andy Markowitz es un escritor y redactor que colabora con AARP y cubre temas relacionados con el Seguro Social y el fraude. Es exredactor de The Prague Post Baltimore City Paper.