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Cuándo reclamar los beneficios del Seguro Social

¿Te preocupa quedarte sin dinero si vives más tiempo de lo esperado? Protege tu jubilación… y a tu cónyuge

Robert Riker, Seguro Social

Eli Meir Kaplan

Robert Riker, de 82 años, decidió percibir tempranamente los beneficios del Seguro Social para ayudar a cubrir los gastos de universidad de sus tres hijos.

In English | Una de las decisiones más importantes —y preocupantes— que deberás tomar a medida que te acerques a la jubilación es cuándo comenzar a percibir los beneficios del Seguro Social. Por tratarse de un programa de tantos años, se creería que cualquier jubilado podría responder de manera casi instantánea. Pero no es tan así: mucha gente pierde decenas de miles de dólares por solicitarlos demasiado pronto o por no coordinar  las estrategias para el cobro de beneficios con su cónyuge.

La decisión de reclamar los beneficios es particularmente importante para las mujeres casadas, porque tienden a vivir más que sus maridos. Desafortunadamente, muy a menudo, los hombres reclaman el beneficio jubilatorio que necesitan en el momento, aun cuando ello reduzca los futuros ingresos de las viudas que puedan dejar.

Para obtener tu beneficio del Seguro Social completo, tienes que reclamarlo a la edad plena de jubilación. Eso es a los 66 años para los nacidos entre 1943 y 1954 (después de ese año, aumenta gradualmente a 67). También puedes solicitarlo anticipadamente a partir de los 62, pero sufrirá un recorte del 25%. Por el contrario, obtendrás una buena bonificación si lo haces cuando tengas más edad: tu beneficio completo se incrementará un 8% por cada año que esperes a cobrarlo entre los 66 y los 70 años.

Si estás casado y no trabajaste el tiempo necesario para obtener un beneficio importante por tu propia cuenta, puedes jubilarte a los 66 años por la mitad del beneficio completo de tu cónyuge. Si te jubilas antes, obtendrás menos (la reducción será del 30% si solo tienes 62 años). Si eres viudo/a, puedes cambiar a un beneficio para sobreviviente que, generalmente, equivale al importe que estaba percibiendo tu cónyuge fallecido. Los cónyuges divorciados cuyo matrimonio haya durado al menos 10 años son elegibles para recibir los mismos beneficios a cuenta de sus excónyuges.

Postergar los beneficios

En pocas palabras, el mejor consejo en cuanto al momento de reclamar el Seguro Social es esperar. Sin embargo, el 41% de los hombres y el 46% de las mujeres se jubilan a los 62 años, por lo que terminan percibiendo el menor beneficio posible. Solo el 14.3% de los hombres y el 9.7% de las mujeres esperan para cobrar el beneficio completo a los 66 años. Y un número aun menor espera hasta los 70 años.

La principal razón para que una persona reclame el beneficio a los 62 años es que necesita el dinero. Si ese es tu caso, no tienes alternativa. Pero si todavía estás trabajando, podrías considerar la posibilidad de continuar viviendo de tus ingresos actuales más ahorros por algunos años más, para así poder percibir un beneficio mayor del Seguro Social en la vejez.

Por supuesto, algunas personas reclaman los beneficios en la primera oportunidad posible, solo por el placer de tener el dinero extra de inmediato. Enfrentarán la vejez cuando se encuentren en la vejez; mientras tanto, hacen reservas para realizar un crucero. O, tal vez, quieren asegurarse de recibir cada centavo que el Gobierno les debe. Si postergaran el cobro de beneficios y fallecieran antes de comenzar a hacerlo, se sentirían engañados.

No permitas que esas cosas te tienten. Si eres el principal sostén en tu familia y decides comenzar a percibir el beneficio tempranamente, terminarás reduciendo —de manera significativa— el importe del beneficio para sobreviviente que cobraría tu cónyuge si fallecieras.

Financieramente, el principal riesgo no es morir demasiado pronto, sino vivir demasiado tiempo y quedarte sin dinero. Solo el Seguro Social puede asegurarte contra ese riesgo. En general, el programa calcula pagos para cubrir el tiempo que se estima vivirás (expectativa de vida). Para un hombre que tenga 62 años, esa edad es 83 años; para una mujer, 85 años. Si vives más —y hay un 61% de probabilidades de que uno de los integrantes de una pareja de 62 años de edad viva hasta, por lo menos, los 87 años—, el postergar la fecha de cobro redundará en mayores beneficios de por vida. Los cheques por cantidades más elevadas son especialmente valiosos hacia el final de la vida, para protegerte contra la inflación (los beneficios del Seguro Social aumentan con el costo de vida). Hasta un esposo con problemas de salud debería considerar la conveniencia de postergar el cobro de beneficios para dejarle un beneficio para sobreviviente más elevado a su esposa.

Las opciones de jubilación varían según el estado civil. Si eres soltero/a, la edad para reclamar dependerá enteramente de tus finanzas, de tus intereses y de tu salud. Si aún estás trabajando, puedes comenzar a percibir beneficios a los 66 años y también cobrar tu salario completo (si tienes menos de 66 años, tu beneficio se reduce en $1 por cada $2 que ganes por encima de los $15,120, cifra establecida como límite para este año).

Estrategias para parejas casadas

Las parejas pueden aumentar considerablemente sus ingresos de por vida provenientes del Seguro Social si coordinan sus respectivos beneficios; esto es si pueden darse el lujo de postergar la percepción de sus beneficios, por ejemplo, porque uno de los dos continúa trabajando o porque tienen ahorros que les permiten vivir sin esos beneficios. A continuación, describimos dos ejemplos, suponiendo el caso de que el marido sea el sostén de la familia y tenga una esposa un poco más joven que tenga un modesto beneficio del Seguro Social en función de sus propios antecedentes:

1. Reclamar y cambiar. La esposa solicita su propio beneficio jubilatorio a los 62 años. Cuando el esposo alcanza la edad plena de jubilación, este solicita beneficios conyugales sobre la base de los antecedentes de su esposa (eso se llama “solicitud restringida”: él tiene que tener al menos 66 años para resultar elegible). Él recibirá la mitad del beneficio de ella. A los 70 años, el esposo cesa el beneficio conyugal y pasa a cobrar su propio beneficio jubilatorio, que ha crecido un 8% anual más los aumentos por costo de vida. Si él muere primero, la esposa cesa su beneficio jubilatorio y reclama el beneficio conyugal, ahora mayor debido a esos incrementos del 8% anual.

2. Reclamar y suspender. El esposo solicita su propio beneficio jubilatorio a los 66 años, pero pide que sea suspendido. Esto permite que su futuro beneficio continúe creciendo. Inmediatamente, la esposa solicita beneficios conyugales a partir de los antecedentes de su esposo. Ella recibirá la mitad del beneficio de él. A los 70 años, él reclama sus pagos, que incluirán ese valioso aumento del 8 % anual.

Las estrategias serían distintas si ambos cónyuges tuvieran ingresos altos. El esposo podría “reclamar y suspender” a los 66 años. Cuando la esposa cumpliera 66 años, solicitaría beneficios conyugales a partir de los antecedentes de su marido. A los 70 años, ambos reclamarían beneficios jubilatorios sobre la base de sus respectivos antecedentes salariales.

La estrategia óptima variará, dependiendo de las edades de la pareja y de cuál de los cónyuges tiene los ingresos más altos. Para obtener ayuda, consulta la calculadora de beneficios del Seguro Social de AARP, que es gratis, o visita el sitio de la SSA (Administración del Seguro Social). También puedes recurrir a dos sitios web que cobran por sus servicios: SocialSecurityChoices.com, que te ofrece un informe personal por $39.99, y SocialSecuritySolutions.com, que cobra $20 por un informe simple y $50 o más por informes interactivos que te permiten comparar varias estrategias.

Nota para parejas del mismo sexo

En virtud de la legislación del Seguro Social, podrán percibir beneficios conyugales solamente si viven en alguno de los 13 estados (o en Washington, D. C.) que reconocen su matrimonio; tal vez, también en los 7 estados que permiten las uniones civiles con derechos sucesorios. No obstante, las parejas del mismo sexo jubiladas que residan en otros estados podrían querer solicitar beneficios ahora, para que conste la fecha de su solicitud. Si las leyes cambiaran, podrían pedirr que los beneficios les sean otorgados a partir de esa fecha.

Jane Bryant Quinn es experta en finanzas personales y autora de Making the Most of Your Money NOW.