Las aplicaciones gratuitas pueden ocultar riesgos de privacidad
El usuario ‘paga’, de alguna forma, al compartir sus datos en línea o con la recopilación de esa información.
In English | El mundo digital está plagado de aplicaciones telefónicas gratuitas: programas que te ayudan a dormir mejor, a pedir un viaje o a distinguir la hiedra inglesa de la venenosa.
Apple y Google ofrecen más de 7.2 millones de aplicaciones —la mayoría gratuitas— para jugar, ver películas o hacer llamadas. Presionas unos pocos botones, pulsas “Instalar” y en un momento estás compartiendo fotos o comprando y vendiendo acciones.
Tanta comodidad y ayuda al alcance de la mano suena fantástico. ¿Pero en realidad lo es? Como probablemente te dijeron tus padres y les has transmitido a tus hijos: nada es gratis.
Por eso es que las empresas de marketing son dueñas de aplicaciones como WeatherBug —la empresa matriz es GroundTruth, con sede en Nueva York— y tantas otras. La aplicación es el cebo. Cuando lo muerdes, recopilan y venden tus datos.
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¿Era eso lo que esperabas cuando leíste la palabra “gratis”? El uso de internet se disparó durante la pandemia, ya que las personas, en cuarentena en todo el mundo, recurrieron a sus dispositivos para conectarse.
“El año pasado, la tecnología pasó de ser una buena opción a ser algo indispensable, y ya no hay vuelta atrás”, explica Liz Hamburg, directora ejecutiva de Candoo Tech, con sede en Nueva York, que ofrece soporte tecnológico y formación para personas mayores.
Este aumento sigue la tendencia de los adultos mayores a adoptar la tecnología: la cantidad de teléfonos inteligentes entre las personas de 50 años o más llegó al 85%, en comparación con el 70% hace tres años, según una encuesta de AARP (en inglés) realizada en septiembre y octubre del 2020. Una encuesta del Pew Research Center (en inglés) realizada en enero y febrero del 2021 arrojó resultados similares: el 83% de los adultos de 50 a 64 años tienen un teléfono inteligente; el porcentaje entre los encuestados de 65 años o más es del 61%.
Este es un buen momento para que te detengas y te informes sobre qué sucede cuando instalas algunas aplicaciones.
Preocupaciones: piratería, privacidad
Las preocupaciones sobre las aplicaciones para el teléfono se dividen básicamente en dos categorías: una es el ámbito claramente definido de la piratería informática (hacking) y el robo de identidad; la otra, más debatida, es la privacidad.
En un caso, te roban y no obtienes nada a cambio. En el otro, intercambias tus datos por cotizaciones bursátiles, resultados deportivos o el pronóstico meteorológico.
8 consejos para descargar aplicaciones de manera segura
El uso de aplicaciones en un teléfono inteligente suele implicar concesiones. El usuario cede algunos datos a cambio del permiso para utilizar la aplicación. Estos son algunos consejos para hacer descargas más seguras:
1. Descarga desde las tiendas de aplicaciones más conocidas, como App Store de Apple y Google Play; no olvides que Amazon, Samsung y otras empresas establecidas también ofrecen aplicaciones.
2. Nunca compartas tus contraseñas.
3. No otorgues acceso remoto.
4. Lee las reseñas y evaluaciones. Solo descarga aplicaciones muy bien valoradas, con buenas críticas y que lleven más de unas pocas semanas o meses en el mercado.
5. No hagas clic en los anuncios.
6. Lee los términos y condiciones. Lee todo lo que puedas de la política de privacidad.
7. Evita autorizar el acceso de las aplicaciones a tus contactos.
8. Pregúntate si realmente necesitas la aplicación.
Fuentes: Liz Hamburg, Candoo; Randy Pargman, Binary Defense; Troy Hunt, Have I Been Pwned
Las aplicaciones gratuitas y las de pago conllevan prácticamente los mismos riesgos, dijeron a AARP los expertos. Aun así, la gran mayoría de las aplicaciones en Google Play y en la tienda App Store de Apple son gratuitas. Más del 90% de las aplicaciones que se ofrecen en ambas tiendas son gratuitas, según los datos que ha recogido BusinessofApps (en inglés), un sitio web enfocado en los profesionales de la industria de las aplicaciones.
Las aplicaciones de pago tienen las mismas probabilidades de recopilar tus datos que las gratuitas, incluso si las de pago ofrecen más funciones, afirma Hamburg.
Descarga solo de fuentes conocidas y de confianza
En cuanto a la seguridad de las aplicaciones telefónicas contra el robo de datos, el riesgo de que descargues de Apple o Google una aplicación que permita el robo de tu identidad o el acceso a tus cuentas bancarias o algún otro tipo de pirateo nefasto es bastante bajo, afirma Randy Pargman, vicepresidente de Contrainteligencia y Caza de Amenazas de Binary Defense en Stow, Ohio.
“El porcentaje de aplicaciones maliciosas es muy bajo”, dice Pargman, y agrega que prácticamente no existen en la tienda de Apple, pero que pueden ser más comunes en la tienda de Google Play debido a que el proceso para publicar aplicaciones es más sencillo.
Sin embargo, las aplicaciones con software malicioso están disponibles y los usuarios deben tener cuidado, dice. El año pasado, casi el 2% de las 1,000 aplicaciones más populares en la tienda de Apple fueron estafas que robaron $48 millones de los clientes, informó The Washington Post (en inglés) en junio del 2021.
Otro estudio de octubre del 2020 (en inglés) dirigido por investigadores del NortonLifelock Research Group descubrió que una cuarta parte de los usuarios de Android descargaron lo que el estudio llamó aplicaciones “no deseadas”, una categoría que incluye software malicioso diseñado para dañar un teléfono o darle acceso no autorizado a alguien. La mayoría de las aplicaciones nefastas provienen de fuentes fuera de la tienda Play, según el estudio. Pargman agregó que los mensajes de texto no deseados son la fuente más probable de aplicaciones peligrosas.
“Siempre es arriesgado hacer clic en enlaces de mensajes de texto y correo electrónico”, explica Kathy Stokes, quien dirige la Red contra el Fraude, de AARP. “Incluso cuando creas que conoces al remitente, recomendamos ir a la dirección web o a tu aplicación para acceder al recurso, en lugar de arriesgarte a hacer clic”.
La eficacia se obtiene a cambio de privacidad
Siempre decimos que nos gusta nuestra privacidad. Pero nuestro comportamiento afirma lo contrario.
Cuando agregas una aplicación a tu teléfono, renuncias a parte de tu derecho a que te dejen en paz. Con algunas aplicaciones renuncias a más derechos que con otras. Por ejemplo, una aplicación del tiempo o una aplicación de mapas necesitan saber dónde estás. Otras piden a los usuarios acceso a fotos, contactos telefónicos y otra información. Muchos de nosotros damos esa información sin pensarlo dos veces.
¿Por qué lo hacemos? Para empezar, las aplicaciones son geniales, útiles, provechosas y divertidas. Ofrecen conexión y conveniencia. Quieres hacer una compra de comestibles y pagar la entrega desde tu teléfono, y a cambio de esa comodidad, de ese increíble ahorro de tiempo, aceptas dejar que una computadora rastree tu historial de navegación.
¿Es eso tan malo? Nos quejamos, pero luego aceptamos. Hacemos concesiones.
Si eso no te hace feliz, debes actuar:
- haz lo que casi nadie hace y lee la letra pequeña
- lee las políticas de privacidad y los acuerdos de usuario
- no instales la aplicación antes de leer las reseñas o incluso antes de averiguar a quién pertenece.
Troy Hunt, experto en delitos cibernéticos, sugiere tener en cuenta la idea de “minimización de datos” si quieres conservar la mayor privacidad posible. Y nos recuerda que la tienda Google Play ofrecía aplicaciones gratuitas de linterna y de generación de flatulencias que requerían permisos excesivos.
“¿Cómo damos solo información suficiente para llevar a cabo la tarea para la que estamos usando la aplicación?”, se pregunta Hunt, director regional de Microsoft en Australia, que ha testificado sobre delitos cibernéticos ante el Congreso de Estados Unidos. “Con una aplicación del tiempo, compartir la ubicación geográfica es relevante y útil. Pero compartir los datos de contacto es un exceso, no es minimización”.
Ronald Day es un colaborador que cubre temas relativos al dinero y a la tecnología. Anteriormente trabajó para el sitio web de inversiones Karma Impact News y para Bloomberg News.
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