Vida Sana
In English | He estado aquí antes. Me encuentro parado en una llanura sin árboles; a mis espaldas hay unas rocas grandes cubiertas de musgo. Un fuerte viento hace crujir mechones de hierba, y las aves marinas dan vueltas contra un cielo bajo y gris. La luz monótona del Ártico suscita un recuerdo olvidado por muchos años, y sé dónde estoy: en Islandia, un lugar que visité solo unos días hace más de 20 años.
Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Pero algo es diferente; para empezar, hay un pequeño perro robótico que da ladridos y corre a mi alrededor. Quiere jugar a buscar y traer, así que recojo una rama y la lanzo sobre la hierba.
El perro salta y se va. Trato de seguirlo, pero los cables de mi visor me recuerdan que en realidad estoy en una habitación, atado a un sistema de realidad virtual que me muestra una proyección ingeniosa del Parque Nacional Snaefellsjökull de Islandia.
Esta es la experiencia, estimulante y a la vez desconcertante, de la realidad virtual: una simulación generada por computadora de un mundo tridimensional que rodea al participante. Para entrar en este mundo, necesitas equiparte. Primero te pones un visor que te cubre los ojos y auriculares, que bloquean el mundo real y lo reemplazan con los paisajes y sonidos de un mundo virtual. Entonces, principalmente a través de controladores de mando, puedes moverte e interactuar con el mundo de fantasía a tu alrededor.
La realidad virtual, o RV, es una tecnología que se ha prometido por décadas. En la actualidad está disponible a todos los consumidores a través de una variedad de dispositivos que proveen una simulación de 360 grados que permite a los usuarios volar como Superman, nadar con tiburones o pasear por las calles de Roma. Hay varios visores de RV rivales en el mercado; cuestan desde solo unos cuantos dólares, para gafas de cartón tipo View-Master en las que colocas tu teléfono inteligente, hasta $600 a $700 (sin incluir la computadora que necesitas para ejecutar el programa) para los dispositivos más ostentosos y envolventes.
Dos tecnologías estrechamente relacionadas se han unido a la realidad virtual: la realidad aumentada y la realidad mixta. Ambas superponen objetos simulados e información en paisajes reales; algo parecido a “Pokémon Go”, donde criaturas animadas aparecen en el visor de la cámara de tu teléfono. Algunos pronosticadores de tecnología consideran que ese modelo posiblemente ofrezca más utilidad, dado que la realidad aumentada y la realidad mixta no exigen que los usuarios se encierren en entornos artificiales autónomos.
El desarrollo de las tres ideas sigue un ritmo muy rápido, impulsado por la creencia duradera de que pronto la gente común y corriente anhelará una nueva forma de ver el mundo. Se espera que las ventas mundiales, de aproximadamente $27,000 millones ($27 billion) en el 2018, superen $100,000 millones ($100 billion) en el 2022. Ese es un salto de fe. Hasta ahora, los exploradores más ávidos de la RV son entusiastas de los videojuegos. Pero muchos investigadores piensan que el poder de la realidad virtual, que engaña a los sentidos, podría llegar a ser aún más transformativo si se usara por un grupo completamente distinto de personas, como los adultos mayores, quienes no solamente estarían jugando juegos, sino también podrían viajar por el mundo, agudizar su función cerebral, aliviar el dolor y hasta viajar por el tiempo.
Cómo surgió la RV
El término "realidad virtual" se inventó en los años 1980, pero la visión de un mundo simulado de inmersión ha formado parte de la ciencia ficción por décadas. (La película reciente de Steven Spielberg, Ready Player One, ofrece una interpretación moderna). Las fuerzas armadas llevaron a cabo algunos de los primeros experimentos en los años 1960 y 1970. Fue entonces cuando el ingeniero Tom Furness, en busca de maneras de ayudar a los pilotos de combate a dominar los controles complicados de las aeronaves, comenzó a trabajar en lo que con el tiempo se convertiría en un simulador de avión sorprendentemente realista: el Super Cockpit. Presumía de imágenes 3D generadas por computadora proyectadas dentro del casco del piloto, incluso con efectos de sonido. "Desde el principio supe qué tan poderoso podía ser", dice Furness, que ha sido reconocido como pionero de la RV y en la actualidad tiene 75 años.
Las tentativas tempranas con la RV para los consumidores no llegaron lejos. Después de dejar las fuerzas armadas, Furness adaptó la visualización de su Super Cockpit en un dispositivo llamado Virtual Vision. Fue una maravilla tecnológica, pero no tuvo éxito de ventas, y no solo por su precio de $800. "A los consumidores les gustó", dice Furness. "Pero entonces comenzaron a preguntarse, '¿Qué hago con ello?'".
Eso, en pocas palabras, explica por qué el primer auge de la RV no tuvo éxito y por qué el auge actual aún se promociona tanto. Al principio, el costoso equipo era demasiado primitivo como para ofrecer la "inmersión completa" que permitiría a los usuarios sentirse físicamente presente en otro lugar, y no existían suficientes programas escritos como para sacarle provecho al concepto. Las desventajas de la tecnología también comenzaron a surgir. Algunas personas informaban padecer de dolores de cabeza y malestares debilitantes de movilidad; a otras, la experiencia de sentirse completamente aisladas dentro de los visores pesados e incómodos, sin poder ver u oír el mundo a su alrededor, las dejaba frías.
Pero la realidad virtual no desapareció. Los ingenieros siguieron refinando la tecnología, que resultó apta para muchas aplicaciones militares e industriales. En el 2012, la RV volvió al consumidor común y corriente cuando un adolescente emprendedor llamado Palmer Luckey armó un visor de RV que podía usarse con programas ejecutados en una computadora en el hogar. Estableció una campaña en Kickstarter para financiar su producción; apenas dos años después, Mark Zuckerberg, de Facebook, compró su pequeña empresa, Oculus, por más de $2,000 millones ($2 billion). Eso volvió a impulsar la competencia dentro de la industria y acelerar la producción de dispositivos de RV para consumidores, con Facebook, Amazon, Google, Samsung, Microsoft y muchas otras empresas más pequeñas compitiendo entre sí por lanzar dispositivos y programas. La realidad virtual regresó al mercado, más real que nunca.
Equipos de RV
En la actualidad, los equipos son mucho mejores. Entre los más costosos, los visores fabricados por Oculus, HTC y Samsung son relativamente cómodos y lo suficientemente grandes como para usarse con gafas con receta; los mejores incluyen características adicionales de enfoque para ayudar a los usuarios cortos de vista o hipermétropes. Hasta la RV moderna con equipos de bajas especificaciones —gafas livianas en las que colocas tu teléfono inteligente, tales como el Gear de Samsung y el Daydream de Google— es bastante impresionante, dice Alex Soojung-Kim Pang, autor y futurólogo. "Hace cinco años hubiera sido necesario un visor de $10,000 para hacer lo que ellos hacen". Pero los usuarios de la RV todavía siguen obsesionados con la pregunta de siempre: ¿Qué, exactamente, se supone que hagamos en este mundo nuevo y feliz?
También te puede interesar