Vida Sana
La mayoría de los pasajeros no se dan cuenta de los antecedentes de los que se encuentran al mando de la cabina. El piloto del avión podría haber sido un Blue Angel, instructor de vuelo civil durante mucho tiempo o piloto de una aeronave experimental.
Cortesía de Mick Williams
En mi caso, fui a la escuela de vuelo de la Marina después de graduarme de la universidad, y luego volé aviones de combate F/A-18. Participé en el combate en cuatro teatros de operaciones diferentes y, después de un tiempo, me convertí en piloto de pruebas de la Marina.
La naturaleza dinámica y la complejidad de esas operaciones militares me prepararon para ser piloto comercial, pero no de la manera que podrías esperar. Los problemas a los que nos enfrentamos son diferentes.
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A veces una decisión mundana como demorar la salida de un avión por unos minutos puede tener un gran impacto para 10 pasajeros retrasados. Acepto el desafío de navegar en turbulencia o una línea de fuertes tormentas eléctricas. A mí, eso es lo que me encanta. Estar en una posición en la que tomas decisiones estratégicas que tienen un impacto positivo en la vida de los pasajeros, de los que eres responsable.
En la Marina, era necesario tomar decisiones bajo presión cada vez que aterrizaba en un portaviones. O cuando ayudé a un copiloto que perdió presión de aceite al volar sobre Irak. En un vuelo comercial, no hay muchas oportunidades de enfrentarse a imprevistos. Tu trabajo es proporcionar un vuelo seguro y predecible. Pero las cosas suceden, y puedes apoyarte en esa sabiduría de la experiencia.
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