Adriana Barraza: Más allá de la actuación

¿Cómo se preparó para representar a una mujer que sufre de Alzheimer?

Cuando tuve esta obra en mis manos, me dediqué a investigar, médicamente, cuál es el proceso de la enfermedad. Descubrí que había dos facetas: la física que tiene que ver con el deterioro del cerebro, pero también la mental. Tuve que entender cuál es el proceso mental en el que alguien puede entrar y salir de un mundo y de una realidad diferente. Fue más que un trabajo actoral porque me hizo entender la situación de las personas que pueden estarlo padeciendo.

Algo que entendí —porque lo entendí también con el cáncer— es que es muy difícil para una persona decir, ‘Sí, acepto esta responsabilidad de la enfermedad que tengo o la responsabilidad de cuidar a un familiar’. Las personas que cuidan están en un estado de alerta, de nervios, de culpa, de dolor.

Como mencionó, usted es sobreviviente de cáncer. ¿Vio algún paralelo entre su propia experiencia y la de este personaje?

Cuando enfrenté mi cáncer estaba en una realidad que no quería aceptar. Y después, poco a poco, fui aceptando. Hay una cuestión muy complicada después de tener una operación donde has perdido una parte. Yo perdí una parte muy pequeña de mi cuerpo, pero cuando has perdido una parte, viene esa aceptación de la mutilación. Al igual que mi personaje, ella empieza a aceptar y darse cuenta que sus hijos empiezan a tratarla como si ya no existiera. Es importante que los pacientes sientan que sus familiares están ahí todavía.

Volviendo al tema de la actuación, usted es no solo actriz sino también directora y profesora —la llaman Master Barraza en México—. ¿Qué significa enseñar para usted? ¿Cuál es la mayor satisfacción?

Justamente poder ver cómo los alumnos pueden dar unos pasitos grandes o chiquitos, no importa, y ser completamente feliz de ver esos pasitos. Trato de ser una maestra muy honesta.

Se acaba de estrenar en Estados Unidos la película Todo lo demás. ¿Puede contarnos un poco de ella?

Este proyecto llegó a mí hace unos cinco años más o menos. Soy la única actriz. Las personas con las que tengo que accionar, por decirlo así, son personas de la vida real. A estos personajes de la vida real únicamente se les daban algunas indicaciones. Fue una grandísima experiencia porque me obligó a tratar de una actuación todavía más verídica, más natural; trabajar con personas de la vida real te obliga a no actuar. Me dio mucho trabajo, cosa que me congratula. No quiero envejecer por dentro en la actuación. La película no es nada comercial. Tuvo una acogida muy buena. He ganado varios premios y nominaciones.

Su hija también es actriz. ¿Cómo ha sido el proceso de verla crecer y seguir sus pasos, y ahora compartir una profesión con ella?

Ha sido delicioso. Profesionalmente le tengo una gran admiración. La alumna superó a la maestra. Soy una mamá demasiado joven, lamento haber sido tan joven en muchos aspectos porque no tenía la paciencia para ver cosas que vi cuando ella tuvo a su hijo. Es una estupenda mamá. Me ha enseñado a ser mamá siendo ella hija.