Nivela los niveles de pH en el cuerpo

Aunque el limón es ácido, al ser metabolizado en nuestro cuerpo se convierte en un agente alcalino. Esto es importante porque ayudará a equilibrar los niveles de pH en nuestro cuerpo y así evitar el estado de acidez. Las enfermedades e inflamaciones pueden ocurrir cuando el cuerpo está demasiado ácido.
Combate los resfriados

Acude al limón a la primera señal de un resfriado. El limón es rico en vitamina C la cual te ayudará a estimular tu sistema inmunológico. Además, las propiedades antibacteriales del limón te ayudarán a combatir la infección de garganta. Bebe agua tibia con limón y verás los resultados.
Desintoxica el hígado

Los limones pueden ayudar a regenerar tu hígado gracias a que promueven la formación de nuevas enzimas. El hígado, por su parte, ayuda a remover toxinas de la sangre. Comienza tu mañana con un vaso de agua caliente con jugo de limón fresco.
Previene las hemorroides

Los limones contienen una buena cantidad de fibra dietética. Este tipo de fibra ayuda a la buena digestión y a la eliminación de alimentos, evitando así el estreñimiento y la hemorroides. Para obtener estos beneficios consume al menos un limón diario, como parte de una dieta equilibrada.
Evita los malestares estomacales

Aunque el limón es ácido de por sí, tiene un efecto alcalino en nuestro cuerpo. Bebe un vaso de agua con jugo de limón fresco después de la comida para así estimular tanto la secreción de ácido estomacal, como los músculos que ayudan en la digestión.
Refresca el aliento

Tomar agua con limón puede evitar el mal aliento gracias a las propiedades antibacteriales del limón. El jugo de limón también puede aliviar el dolor en los dientes y la gingivitis. Es recomendable que le añadas un poco de limón fresco a cada vaso de agua.