Vida Sana


Corría el año 1941. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, encargada de colaborar en los esfuerzos de ayuda alimentaria durante la Segunda Guerra Mundial, publicó un informe que detallaba qué nutrientes, y en qué cantidades, necesitaban las personas en Estados Unidos para estar saludables y evitar enfermedades causadas por la desnutrición, como el escorbuto y el raquitismo. Las cantidades de proteínas, calorías, vitaminas y minerales se convirtieron en la cantidad diaria recomendada (RDA).

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Puede que te sorprenda que esos RDA continúan dictando los consejos nutricionales actuales. Los encuentras en las etiquetas nutricionales de todos los alimentos envasados que hay en tu despensa, y se usan para establecer planes de alimentación para todos, desde niños en edad escolar hasta residentes de hogares de ancianos. Y si bien las guías para prevenir las deficiencias nutricionales y promover la salud se han modificado a lo largo de las décadas, aún se basan en objetivos de salud a largo plazo como la prevención de enfermedades crónicas.
"Sabemos que ciertos nutrientes son mejores en cantidades más altas", dice Katherine Tucker, directora del Center for Population Health de University of Massachusetts en Lowell. "No se trata solo de prevenir las enfermedades carenciales. Se trata de que nuestros sistemas continúen en estado óptimo a medida que envejecemos".
Si bien en los últimos seis meses ciertos productos han desaparecido de las estanterías de los supermercados, la población del país no ha corrido ningún riesgo real de contraer escorbuto. Aun así, es un buen momento para reconsiderar lo que tu cuerpo necesita ahora, a fin de tener la mejor salud posible en los años futuros. Esta es tu guía.
Para evitar la diabetes: Optimiza el equilibrio hormonal
"Casi ningún adulto come suficiente fibra", dice la dietista y autora de libros Kathleen Niedert. Eso no es bueno: la fibra estabiliza los niveles de azúcar en la sangre, lo que es fundamental para prevenir o controlar la diabetes o sus precursores. La fibra insoluble (del tipo no digerible) alimenta las bacterias en los intestinos que ayudan a lograr el equilibrio hormonal. Las mujeres mayores de 50 años necesitan 21 gramos al día; los hombres necesitan 30 gramos. Solo el 5% de nosotros come esa cantidad.
Niedert sugiere cereales de salvado a diario. O agregar salvado a la avena, los batidos o los guisos (basta con ¼ de taza para cubrir un cuarto de lo que se necesita a diario). Además, come muchas frutas y verduras y reemplaza los granos y panes refinados con granos integrales. El arroz integral tiene aproximadamente seis veces más fibra que el arroz blanco. Una ración de cebada aporta alrededor de 6 gramos de fibra mayormente insoluble.
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