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La inversión de impacto para acelerar la lucha contra la demencia

La enfermedad priva a muchos de vivir la vida como lo desean.

Ilustración de un cerebro

GETTY IMAGES

Cincuenta millones de personas en todo el mundo padecen demencia. Cada tres segundos, a alguien le diagnostican demencia.

In English | Hoy en día, si a un ser querido o a ti se les diagnostica demencia, los médicos no cuentan con muchas opciones de tratamiento.

Han pasado más de 15 años desde que un nuevo medicamento para la demencia fue aprobado para su uso en Estados Unidos. Este medicamento solo alivia de manera parcial y temporal algunos de los síntomas, pero no hace nada para detener la evolución de esta enfermedad.

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Desde que se lanzó este medicamento, más de 400 ensayos clínicos de nuevos medicamentos para la demencia han fallado. Además, investigaciones que parecían prometedoras y se enfocaron en eliminar los depósitos de placa en el cerebro que se pensaba causaban demencia, lamentablemente no produjeron tratamientos eficaces. Debido a que muchas de las mentes más brillantes de las ciencias médicas se esforzaron mucho, pero los avances fueron modestos, muchas empresas farmacéuticas han reducido, si no completamente eliminado sus programas de investigación de nuevos medicamentos para luchar contra la demencia.

La lucha continúa

Nada de esto indica que nos “rindamos” en la lucha contra la demencia. De hecho, todo lo contrario. 

Un ejemplo importante del propósito ininterrumpido es la labor del Dementia Discovery Fund (DDF, Fondo para el descubrimiento de la cura de la demencia), un fondo de capital de riesgo enfocado en el descubrimiento y desarrollo de nuevos medicamentos eficaces para el tratamiento de esta enfermedad. El DDF, compuesto de un prestigioso grupo de inversionistas estratégicos, entre ellos Bill Gates, ha invertido en 16 empresas y proyectos que buscan descubrir medicamentos para esta enfermedad con la meta de desarrollar fármacos modificadores de la demencia para una serie de distintos tipos de este trastorno.

Esta semana, AARP anunció que está invirtiendo $60 millones en la labor del DDF. Además, ayudó a lograr la participación de UnitedHealth Group y de Quest Diagnostics, quienes invirtieron $10 y $5 millones respectivamente, para un total de $75 millones asignados a la lucha del DDF contra una enfermedad para la cual no se ha aprobado un nuevo tratamiento desde hace más de una década.

El DDF cuenta con un programa activo para identificar a nuevas empresas que desarrollan medicamentos para el tratamiento de la demencia. También está creando y financiando nuevos proyectos que pueden convertirse en empresas de biotecnología en áreas de fuerte interés científico en las que en la actualidad no existe ninguna empresa. La meta del DDF: para el 2025, desarrollar de tres a cinco medicamentos nuevos que puedan ayudar a los pacientes con demencia.

Por cierto, muchas personas pueden beneficiarse si sus iniciativas tienen éxito. En estos momentos, casi seis millones de personas en Estados Unidos padecen demencia, lo cual incluye la enfermedad de Alzheimer. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades pronostican que durante la próxima generación (para el 2050), esa cifra aumentará un 250% a casi 14 millones.

Como cada año se diagnostican tantos casos nuevos de pacientes con demencia o la enfermedad de Alzheimer, es fácil comenzar a aceptar el deterioro cognitivo como “una parte normal del envejecimiento”. Pero la demencia no es normal —es una enfermedad— y priva a demasiados adultos mayores de la vida que desean vivir.

Esperamos que la labor del Dementia Discovery Fund y de otras iniciativas similares que podrían aparecer en el futuro puedan ayudar a cambiar esa situación.

Jo Ann Jenkins es la directora ejecutiva de AARP. Es la autora del libro Disrupt Aging (Transformar el envejecimiento), ahora disponible en rústica (paperback). Síguela en Twitter en @JoAnn_Jenkins.