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El alto costo del aislamiento social

Medicare gasta más en la atención médica de los adultos mayores que no tienen conexiones sociales significativas.

Mujer caminando por la playa

Marc Ohrem-Leclef/Gallery Stock

Los investigadores también concluyeron que las personas socialmente aisladas son más propensas a sufrir depresión y enfermedades crónicas.

In English | Según un nuevo estudio de AARP y Stanford University, el aislamiento social no solo es poco saludable y peligroso para los adultos mayores de Estados Unidos, sino también costoso.

Los investigadores calculan que el 14% de los adultos mayores beneficiarios de Medicare Original (o 4 millones de personas) tienen escasas conexiones sociales. En el estudio se encontró que este programa federal de atención médica gasta un promedio de $1,608 más al año por cada persona mayor con conexiones sociales limitadas, en comparación con aquellas que son más activas socialmente. Esto se traduce en $6,700 millones en gastos adicionales de Medicare cada año.

“Nuestros hallazgos les deben importar a todos aquellos que se interesen por el bienestar de los beneficiarios de Medicare y por el costo por el aislamiento para el programa”, afirmó Lynda Flowers, asesora principal de política estratégica del Instituto de Política Pública de AARP y una de las autoras del estudio.

En investigaciones previas, se determinó que las personas con pocas interacciones sociales significativas presentan tasas más altas de enfermedades y tienden a morir más jóvenes. Sin embargo, nunca se había explorado la conexión entre el aislamiento social y el gasto de Medicare. Un grupo de investigadores del Instituto de Política Pública de AARP y del Center on the Demography and Economics of Health and Aging (Centro de investigación sobre demografía y economía del envejecimiento) de Stanford University fue el primero en analizar esa relación.

Los hallazgos del estudio podrían servir como incentivo para que el Gobierno, las organizaciones de atención médica y los investigadores académicos busquen formas de reducir el aislamiento social de los adultos mayores.

“Esto podría ayudar a mejorar la salud y la calidad de vida de los beneficiarios de Medicare, al mismo tiempo que posiblemente se le ahorre dinero al programa", dice el informe.

En el estudio se analizó el gasto de Medicare desde el 2006 al 2012 para 5,270 adultos mayores de 65 años. Los autores les preguntaron a los participantes cuántas relaciones cercanas tenían con familiares y amigos, la naturaleza de estas relaciones, y qué tan a menudo tenían contacto con otras personas, como reuniones en persona y llamadas telefónicas.

Los investigadores concluyeron que es más probable que las personas asiladas socialmente sean hombres, blancos, residentes de zonas urbanas, y con menos ingresos y riqueza que las personas con más contactos sociales. También son más propensas a sufrir depresión y enfermedades crónicas.

En el estudio también se encontró que estar casado no es necesariamente una garantía contra el aislamiento. Las personas casadas tuvieron las mismas probabilidades de estar aisladas socialmente que las personas solteras.

Parte del aumento en los costos de Medicare para las personas aisladas socialmente se puede atribuir a un mayor gasto en la atención hospitalaria y los centros de atención especializada. 

Según el estudio, estas personas eran más propensas a ser admitidas en centros de atención especializada, pero no en hospitales, en comparación con aquellas con más conexiones sociales activas. Pero en ambos casos, el costo para aquellas personas consideradas aisladas socialmente fue mucho más alto. Estos hallazgos indican que es posible que las personas aisladas socialmente necesiten quedarse más tiempo en el hospital o el centro de atención, porque la falta de un sistema sólido de apoyo dificulta su transición de regreso a la comunidad.

En el estudio sí se encontró que el costo de los servicios de consulta externa de Medicare para los adultos mayores aislados socialmente no fue más alto que para las personas con conexiones sociales sólidas.

Los autores del estudio anotaron que su investigación no incluyó a los beneficiarios inscritos en los planes de Medicare Advantage ni a los miembros de Medicare menores de 65 años. También se excluyó el gasto de Medicare en medicamentos recetados.

Los autores recomendaron que el Gobierno y las organizaciones privadas diseñen y prueben métodos para reducir el aislamiento de los adultos mayores e incluyan este problema en los factores que afectan la salud de una persona. También exhortaron el diseño de una prueba de detección confiable para diagnosticar el aislamiento social, para que así los médicos puedan evaluar mejor a los pacientes en un examen inicial de Medicare y en las siguientes consultas anuales de rutina.