Las recetas médicas electrónicas pueden ser mejores para los consumidores
Por qué la alternativa a las recetas médicas escritas es más rápida, más precisa y más fácil de monitorear.
In English | Como las cintas VHS y los atlas, el bloc de recetas de los médicos está pasando a la historia. De hecho, las recetas médicas electrónicas son actualmente la manera principal en que los médicos están escribiendo y enviando recetas médicas a las farmacias para que las despachen, a través de computadoras o dispositivos móviles de mano.
En estados tales como Maine, Minnesota y Nueva York, hacerlo es la ley. En Arizona, Iowa y Carolina de Norte, pronto lo será. Y el proyecto de ley del Congreso conocido como Every Prescription Conveyed Securely Act (Toda receta médica transmitida de manera segura) del 2018 exigiría el uso de las recetas médicas electrónicas para las sustancias controladas cubiertas por la Parte D de Medicare en el año 2020.
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Y aunque es cierto que esto significa que un mayor número de personas posiblemente tenga acceso a tu historial médico, la tendencia también tiene beneficios que van mucho más allá de tratar de descifrar los garabatos de los médicos.
Rapidez
Las recetas médicas electrónicas les permiten a los proveedores revisar tu historial médico sin tener que repasar páginas de papeleo y luego autorizar y transmitir una receta médica para ti en cuestión de segundos: algo que puede ser especialmente útil si, digamos, necesitas volver a surtir tus estatinas de emergencia mientras estés de viaje. A su vez, las farmacias pueden enviar solicitudes automáticamente para volver a surtir medicamentos sin tener que llamar o enviar la solicitud por fax al personal ya agobiado de las consultas de los médicos. ¿Te preocupa que en el proceso tus datos personales pudieran terminar en manos equivocadas? Aunque ningún sistema es completamente infalible, los programas que se usan para transmitir las recetas cifran tus datos y los protegen contra ojos entrometidos con contraseñas.
Precisión
Casi un tercio de los adultos en EE.UU. toma cinco o más medicamentos, por lo que se presentan muchas oportunidades de hacer daño por errores cometidos al surtir los medicamentos. Y las consecuencias pueden ser graves si alguien confunde el medicamento para las migrañas Topamax con el del control de la presión arterial Toprol-XL. Las recetas médicas electrónicas ayudan a eliminar dichos errores al exigir que los profesionales médicos ingresen, no garabateen, la dosis, la frecuencia y la manera en que se deba ingerir un fármaco. Además, el programa de recetas médicas electrónicas, que se sincroniza con los mismos historiales clínicos electrónicos que tu médico actualiza durante las consultas, integra medidas de seguridad. Estas incluyen alertas sobre posibles interacciones negativas con otros medicamentos que el paciente tome, o contraindicaciones basadas en la edad avanzada del paciente. Los farmacéuticos también tienen acceso a tus historiales clínicos electrónicos, que pueden consultar si ven señales de alerta, de tal modo reduciendo aún más la probabilidad de surtir el medicamento equivocado.
Transparencia
Está bien, los pacientes tampoco son perfectos. Para comenzar, nos olvidamos (o no nos preocupamos por) surtir nuestros medicamentos. "Puedo decirte que en nuestra farmacia el 20% de las recetas médicas no se recogen", dice Robert Downes, subdirector de los Servicios de Farmacia para Pacientes Ambulantes en NYU Langone Health. Cuando un médico le entrega a un paciente una receta médica escrita en papel a la antigua, no hay manera de saber si se surtió. Pero las recetas médicas electrónicas les permiten a los médicos saber si los pacientes las han surtido o comunicarse a modo de seguimiento con los que no lo hayan hecho. De hecho, investigaciones han mostrado que las recetas médicas electrónicas aumentan el porcentaje de recetas surtidas en un 10%, por lo menos la primera vez. Otra salvaguardia: el Programa de Monitoreo de Pacientes, una enorme base de datos que contiene los historiales de las recetas médicas de los pacientes, recopiladas y guardadas por farmacias y profesionales médicos en algunos estados que todavía no exigen el uso de las recetas médicas electrónicas en general. Los médicos pueden monitorear la frecuencia con la que los pacientes surten sus recetas por sustancias controladas tales como los opioides, lo que facilita la identificación de posibles abusos de drogas y la práctica de saltar de médico a médico. "También le da al estado una idea de cuáles médicos están recetando demasiados medicamentos", dice Downes, que compara el proceso al efecto Hawthorne, o sea, lograr que las personas cambien su comportamiento porque saben que los están vigilando.