Vida Sana
| En los primeros días de la pandemia, cuando los trabajadores de la salud tenían dificultades para tratar los a pacientes que ingresaban a salas de emergencia enfermos de COVID-19, un estudio del 2017 que llegó a la bandeja de entrada de David Meltzer le dio una idea. Encontró que las personas que tomaron vitamina D tenían menos probabilidades de tener una infección viral de las vías respiratorias.
“En ese momento, no teníamos nada” para tratar la COVID-19, dice el Dr. Meltzer, jefe de la Sección de Medicina Hospitalaria de University of Chicago. “No teníamos dexametasona [un esteroide que ahora se usa para ayudar a contrarrestar la inflamación causada por una infección por coronavirus]; realmente no teníamos nada. Así que pensé que valía la pena investigar esto”.
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En el último año, Meltzer ha publicado dos estudios que exploran la vitamina D y su posible impacto en el riesgo de COVID-19, y no es el único. Varios otros han investigado la vitamina D como una herramienta para la prevención o el tratamiento de la COVID-19, y alrededor de 50 estudios sobre el tema están actualmente activos o en el proceso de reclutar participantes, según el registro de ensayos clínicos del Gobierno.
¿Por qué existe tanto interés en la vitamina D?
Dónde obtener vitamina D.
- Luz solar: de 5 a 30 minutos de exposición al sol al menos dos veces a la semana
- Suplementos (de 600 a 800 unidades internacionales al día)
- Pescado graso como trucha, salmón, atún y caballa
- Queso
- Yemas de huevo
- Champiñones
- Alimentos fortificados, como cereal, leche y jugo de naranja
Fuente: NIH
Hay algunas razones por las que los investigadores se han centrado en la vitamina D, que tal vez sea mejor conocida por sus beneficios para la salud ósea. Para empezar, desempeña un papel importante en la función inmunitaria y ayuda a controlar la inflamación. Y “uno de los problemas” de la COVID-19, dice Meltzer, es que el sistema inmunitario de algunas personas empieza a trabajar en exceso “y se produce inflamación en los pulmones y dificultad para respirar, entre otras consecuencias similares”.
Además, la deficiencia de vitamina D es relativamente común, en particular entre ciertas poblaciones, incluidas las personas con piel oscura, los adultos mayores, las personas confinadas en el hogar o en hogares de ancianos, y las personas obesas, todos los grupos que han sido muy afectados por el coronavirus.
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