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Aproximadamente 18.5 millones de cuidadores familiares proveen ayuda no remunerada con los asuntos financieros a una persona de 50 años o más en este país. Aunque muchos pueden manejar tareas financieras de rutina y a veces complejas, a menudo carecen de la información necesaria para llevar a cabo las responsabilidades financieras de la persona que cuidan. La celebración en noviembre del Mes Nacional de los Cuidadores Familiares, nos recuerda que necesitan ayuda.
Es por eso que AARP creó BankSafe (en inglés), una iniciativa de colaboración con instituciones financieras para satisfacer mejor las necesidades de las personas mayores de 50 años. BankSafe se basa en cuatro principios fundamentales.

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Proteger a los consumidores mayores
La explotación económica, que incluye el fraude al consumidor, estafas y robos, es la forma de mayor crecimiento de abuso de adultos mayores, que afecta a 1 de cada 5 adultos mayores del pais y les cuesta un estimado de $3,000 millones ($3 billion) al año. Esto se traduce en una pérdida promedio por víctima mayor de aproximadamente $120,300, más o menos la cantidad que un hogar típico mayor de 50 años tiene en ahorros para la jubilación. Las pérdidas reales son probablemente aún mayores ya que la explotación financiera, al igual que muchas otras formas de abuso de personas mayores, a menudo queda sin reportarse.
La explotación financiera de adultos mayores también afecta a las instituciones financieras, las cuales perdieron un estimado de $1,000 millones ($1 billion) en depósitos en el 2012 debido a fraude cometido contra las personas mayores de 50 años.
BankSafe ofrecerá capacitación y recursos para que los empleados bancarios y asesores financieros puedan reconocer las señales de la explotación y ofrecer orientación a los clientes en la búsqueda de soluciones.
Facultar a los cuidadores financieros
Los cuidadores familiares y los asesores bancarios a menudo no conocen las herramientas y recursos que pueden administrar con eficacia el dinero de un ser querido. Por ejemplo, las alertas de texto pueden advertir a los cuidadores acerca de retiros inusuales o sobre una cuenta bancaria que se cierra de repente. Algunas instituciones financieras permiten ahora al titular de una cuenta designar a un contacto de emergencia para que el banco pueda llamar si hay un problema de salud o de seguridad. Muchas instituciones financieras también están empezando a ofrecer nuevos productos y características tales como la supervisión de terceros, también conocida como "solo lectura", que autoriza a un miembro de la familia o a un amigo para supervisar la cuenta de un adulto mayor en busca de irregularidades, pero no proporciona acceso a los fondos ni la capacidad de hacer transacciones.
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