Cambios en el programa de cupones de alimentos perjudicarían a muchos adultos mayores
Las nuevas propuestas eliminarían el cumplimiento automático de requisitos y afectarían los subsidios para los servicios públicos.
In English | Si los cambios propuestos para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) entran en vigor, más de 600,000 hogares en los que reside una persona mayor de 60 años podrían dejar de ser aptos automáticamente para la asistencia federal que los ayuda a costear alimentos. Otra propuesta podría reducir los beneficios de SNAP para muchas familias ya que cambiaría el monto que pueden deducir para los costos de los servicios públicos.
El Departamento de Agricultura (USDA) actualmente está considerando realizar varios cambios a la manera en que se determina si los hogares cumplen los requisitos para recibir beneficios del programa SNAP (en inglés) y cómo se distribuyen dichos beneficios (también conocidos como cupones para alimentos). Actualmente, en 39 estados y el Distrito de Columbia, una familia puede recibir beneficios de SNAP automáticamente si ya recibe otros tipos de ayuda para viviendas de bajos recursos. El USDA dice que esta práctica, también conocida como "broad-based categorical eligibility" (BBCE; elegibilidad categórica generalizada), ha permitido que las personas reciban cupones para alimentos, incluso si sus ingresos o activos son más altos de lo requerido.
"Muy a menudo, los estados usan esta flexibilidad de manera inadecuada e ilimitada", comentó el Secretario de Agricultura, Sonny Perdue, cuando anunció los cambios propuestos.
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Pero los defensores de las familias de bajos ingresos dicen que los cambios propuestos podrían perjudicar a muchas familias vulnerables. Según las estimaciones del USDA, más de 3.1 millones de personas en el 2020 podrían perder sus beneficios si la normativa propuesta para la BBCE entra en vigor. Según un análisis independiente de Mathematica, un grupo de expertos en políticas, por lo menos un adulto mayor reside en más de 619,000 de las viviendas que se eliminarían del programa.
Algunas de las viviendas que los cambios eliminarían podrían seguir recibiendo beneficios de SNAP, pero tendrían que presentar una solicitud directamente al programa.
"Restringir la normativa BBCE perjudicaría de manera desproporcionada a los adultos mayores y podría afectar en forma negativa a millones de personas de bajos ingresos en el país quienes actualmente reciben beneficios de SNAP", comenta el Instituto de Política Pública de AARP en una evaluación sobre los cambios propuestos. "Los adultos mayores que siguen cumpliendo los requisitos y los solicitantes nuevos de SNAP tendrían que pasar por más trámites para recibir la ayuda que necesitan para costear alimentos. Esto afectaría a los beneficiarios y a los empleados estatales a cargo de gestionar los cambios".
"Los procesos que facilitan la inscripción y la comunicación, y que ayudan a superar las barreras que impiden que los adultos mayores tengan acceso a la asistencia alimentaria que necesitan son importantes ya que ayudan a disminuir la inseguridad alimentaria entre las personas de mayor edad", señala David Certner, asesor legislativo y director de política legislativa para asuntos gubernamentales de AARP, en una carta que se envió al USDA.
El período para enviar opiniones públicas sobre los cambios propuestos para la normativa BBCE terminó recientemente. Se recibieron más de 21,600 comentarios, de los cuales miles provinieron de integrantes del grupo Parents Together Action. Sus comentarios se opusieron principalmente a la manera en que los cambios de los requisitos afectarían el acceso que tienen los niños a alimentos gratuitos o de precio reducido en la escuela. En respuesta a la campaña, el departamento llevó a cabo otro análisis de los cambios propuestos y encontró que, de aprobarse la política nueva, el 96% de los niños continuarían teniendo acceso a alimentos gratuitos o de bajo precio. Los defensores de las familias de bajos recursos dicen que la normativa propuesta como quiera causaría que muchas familias tengan que pasar por más trámites para recibir beneficios.
En una propuesta aparte, el USDA anunció que está considerando cambiar la manera en que los costos de la calefacción o el aire acondicionado afectan los beneficios de SNAP que reciben las familias. Planea reemplazar los métodos diferentes que los estados usan para calcular el subsidio estándar para los gastos de servicios públicos con un método más uniforme que se usará a nivel nacional. Según expertos, este cambio podría afectar considerablemente a las familias que residen en los estados del noreste del país, quienes tienen que mantener la calefacción encendida durante los largos inviernos.
De acuerdo con el USDA, bajo la nueva fórmula, se reducirían los beneficios del 19% de los beneficiarios de SNAP, mientras que otro 16% vería un aumento. La regla podría afectar de manera desproporcionada a los adultos mayores, ya que el 26% de las viviendas en las que residen personas de 60 años o más verían una reducción en sus beneficios y el 21% un incremento. Aproximadamente 8,000 familias dejarían de ser aptas para recibir beneficio alguno de SNAP.
El 2 de diciembre termina el período para enviar opiniones sobre los cambios propuestos para el subsidio de los servicios públicos.