Vida Sana
Se espera que las mujeres que se unan al Wake-Robin Golf Club (en inglés) mejoren algo más que su juego de golf. Wake-Robin, el club de golf más antiguo del país para las mujeres negras, mantiene su legado a través de miembros dedicadas a la protección y orientación, la mentoría y el servicio comunitario.
Este año, Wake-Robin celebrará su 85.º aniversario con un torneo y un desayuno-almuerzo de jazz en junio. El club se formó en 1937, cuando las golfistas negras no eran bienvenidas en los campos de los clubes de golf privados o públicos. Les proporcionó una voz a las mujeres negras en la lucha por integrarse a los campos de golf públicos y un lugar para perseguir su pasión en los greens.
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Sin embargo, el alcance de Wake-Robin se extiende hoy más allá de reunir talentosas golfistas para darle a la pelota y lograr golpes cortos perfectos. El club participa en clínicas de golf para niños, recauda fondos para la recolección de alimentos, dona a los refugios para mujeres y apoya a las jóvenes negras que quieren dedicarse a una carrera en este juego. A pesar del éxito de Tiger Woods, hay menos golfistas profesionales negros hoy que en la década de 1970. Wake-Robin espera cambiar eso.
El club, con sede en Washington D.C., fue fundado por 13 mujeres negras que se reunían en casa de Helen Webb Harris, educadora y viuda del golf, un término que se aplica a las mujeres cuyos esposos pasan mucho tiempo en los campos de golf. Muchos de sus esposos jugaban golf durante las horas restringidas establecidas para los afroamericanos en los campos públicos. Estos hombres eran médicos, abogados y empresarios, miembros de la burguesía negra y también miembros de un club llamado el Royal Golf Club. Las mujeres querían su propio club.
“Pensaba que era la cosa más estúpida que podrías hacer, ir dándole golpes a una pelotita blanca para meterla en un agujero. Ahora es el mayor reto que tengo en la vida”.
“Soy parte de este grupo debido a su legado”, indica Kimberly Robinson, de 56 años, presidenta del club. Y añade, “Cuando estas 13 mujeres abrieron Wake-Robin, no teníamos representación. Sus esposos estaban jugando golf, pero [las esposas] no podían jugar. No había un campo para mujeres, y no había un campo para las mujeres negras”.
Un lugar en la historia
Hoy, las miembros de Wake-Robin tienen entre 20 y 90 años, y comparten la pasión por el golf y la dedicación a preservar la rica historia de la organización, señala Robinson.
Las Wake-Robin, como se conocen, se reúnen en las casas club y en las casas de las miembros. Se comprometen a jugar en torneos y apoyar organizaciones benéficas. Juegan en diferentes campos de golf y viajan a los torneos donde se enfrentan a otras golfistas negras.
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