El funeral tradicional ya no existe

Al natural: El cuerpo no se embalsama ni se crema; se limpia, lava, viste y refrigera. Esto a menudo va acompañado de un entierro inmediato o de un entierro "verde" o ecológico (ver más adelante).

La ceremonia

Exposición/Visita/Velatorio: Es la reunión tradicional de quienes están de duelo con los restos del difunto presentes en alguna forma, ya sea el cuerpo embalsamado dentro de un ataúd, las cenizas en una urna junto a la foto de la persona fallecida o, si la familia optó por un entierro ecológico, el cuerpo sin embalsamar en un ataúd con hielo seco. No es estructurado, la gente simplemente llega a rendir sus respetos a la familia de la persona fallecida. A menudo se realiza uno o dos días después de la muerte.  El velatorio tiene sus raíces en la tradición católica y puede incluir el rezo del rosario.

Ceremonia fúnebre: Es el servicio formal tradicional en el cual el cuerpo está presente en un ataúd. Una autoridad de algún tipo preside el funeral, que es estructurado y sigue un guion predeterminado. A menudo se realiza en una iglesia o capilla funeraria hasta una semana después de la muerte.

Ceremonia conmemorativa: El cuerpo no está presente en esta ceremonia, que tiende a ser más personalizada e informal. Es una celebración de la vida de la persona fallecida y puede llevarse a cabo en cualquier lugar y en cualquier momento después de la muerte. Si el cuerpo se cremó, las cenizas generalmente se entierran o esparcen durante esta ceremonia.

Ceremonia al pie de la tumba: Esta es una ceremonia breve y con un guion predeterminado que se realiza al pie de la tumba antes de enterrar los restos. Es más íntima y cuenta con menos gente que un funeral. A menudo participan solo los familiares y los amigos más íntimos. Algunas personas realizan esta ceremonia después de la ceremonia fúnebre, y los participantes siguen al auto funerario en procesión hasta el cementerio. Otros realizan la ceremonia al pie de la tumba en lugar de la ceremonia fúnebre.

El entierro y otras opciones  

Entierro tradicional: Los restos se entierran, ya sea el cuerpo embalsamado dentro de un ataúd que se coloca en una bóveda de sepultura subterránea, o las cenizas dentro de una urna que se coloca en una bóveda para urnas. Una bóveda de sepultura es un contenedor hecho de concreto, acero o madera que encierra el ataúd. Evita que la tumba colapse y que los líquidos tóxicos que se usan para embalsamar el cuerpo lleguen a la tierra. También puedes elegir un revestimiento para sepultura que cubre los costados y la parte superior del ataúd pero lo deja en contacto con el suelo.

Entierro inmediato: También llamado entierro "verde" o ecológico, consiste en enterrar el cuerpo sin embalsamar directamente en la tierra, generalmente con una ceremonia al pie de la tumba. Puede ser que se utilice un ataúd o, si se prefiere el entierro ecológico, el cuerpo se envuelve en una mortaja o se coloca en un cajón biodegradable de algún tipo. A diferencia de los entierros tradicionales que luchan contra la descomposición, los entierros inmediatos aceptan las fuerzas naturales y permiten que el cuerpo se descomponga más rápido.

Esparcimiento de las cenizas: Las cenizas resultantes de la cremación se esparcen en un lugar que fue especial para la persona fallecida: una playa que amaba, un sendero por el que le gustaba caminar, un bosque donde jugó de pequeña.

Opciones creativas: Hay muchas empresas que ofrecen maneras innovadoras de disponer de las cenizas. Puedes hacer que tus cenizas se conviertan en alimento para la semilla de un árbol, se agreguen a algún arrecife artificial o se incorporen a fuegos artificiales y se disparen al cielo. Porque las urnas son tan, pero tan aburridas.