Haz magia en un jardín de hadas con tus nietos

Paso 3: Revisa tu suministro de artículos de bricolaje

Vas a necesitar cordel, marcadores a prueba de agua y palitos de paleta. También podría ser buena idea conseguir platos de papel blancos: pueden convertirse en coloridas alas de hada, atadas con cuerda, para que los niños las usen mientras trabajan.

Tú decides si quieres usar pegamento. Las reglas de presentación del festival del parque Quiet Waters desalentaban su uso en favor de elementos totalmente naturales. El pegamento blanco utilizado en la escuela que todos conocemos puede ser útil para un jardín interior, pero no servirá en el exterior bajo la lluvia. Hay pegamentos muy resistentes que pueden sobrevivir al aire libre, pero no querrás que se derramen en manos pequeñas. Tampoco conviene usar una pistola eléctrica encoladora cerca de los pequeños.

Puedes encontrar este tipo de artículos en tiendas de manualidades o incluso en tiendas de dólar, que es donde Linda compró sus materiales.

A las hadas les encantan las flores. Cameron Thompson ayuda a su tío abuelo Ed Cooper a colocar hermosas flores alrededor de su jardín de hadas. Esperanza (a la izquierda) y Divino Lowe observan.

Stephen Voss

Paso 4: Elige tus plantas

Para jardines al aire libre, Walsh sugiere elegir colores y texturas que “permitan hacer crecer la imaginación de los niños”.

Si el jardín va a ser más que un juego de un día, elige plantas perennes que prosperen en tu clima (no elijas tulipanes en Miami). Para la diversión durante el verano, puedes optar por plantas anuales como las alegrías, que están felices en la sombra y el sol. Según la leyenda, a las hadas les gustan los culantrillos para hacer coronas o enrollar las frondas para usarlas como almohadas, explica Sandra Kynes, autora de varios libros sobre magia botánica.

Para casas de hadas interiores, busca plantas pequeñas. “La mayoría de los buenos viveros suelen tener una sección con plantas pequeñas que se pueden usar para un terrario. Busca plantas pequeñas que se mantengan pequeñas”, como suculentas y variedades de minicactus que no tengan espinas afiladas, dice Miller.

Melinda Franklin recolecta materiales en el bosque para un jardín de hadas. Listo para unirse a la diversión, Ed Cooper está preparado con un cubo para guardar los pedacitos de naturaleza que se usarán para construir las casas de las hadas.

Stephen Voss

Paso 5: Sal y busca materiales naturales

Esto realmente puede agregar magia a tu aventura en el jardín de hadas, que emprenderás con alas de hada hechas de platos de papel. Dirígete al parque, el bosque o el lugar junto al mar más cercano y lleva bolsas o recipientes para recolectar pétalos de flores caídos o cáscaras de nueces para hacer una cuna para un hada pequeña, ramitas para construir mesas diminutas, piedritas para senderos, corteza para las paredes de las casas o carteles de bienvenida y más.

Desata la imaginación de los niños con preguntas abiertas. Cuando encuentres un artículo, pregunta: “¿Qué podría ser esto?”, dice Strandlund.

En nuestra reunión del sábado por la tarde, Linda y Ed guiaron a los pequeños por un sendero boscoso cercano durante 30 minutos para recolectar materiales.

Cuando Linda le preguntó a su nieta Adele Nies, de 3 años, qué haría con dos bolitas espinosas de un liquidámbar, Adele proclamó: “Esta es la almohada del hada y esa es su manta”. Su hermano mayor, Asher, de 6 años, insistió repetidamente en que estaba buscando cosas que podría usar para “atrapar a las hadas”. Finalmente le preguntamos por qué. “Puedo llevarlas a la escuela para mostrarles a mis compañeros”, dijo. Sus primos, los gemelos Divino y Esperanza Lowe, de 17 años, estuvieron a cargo de mantener a los más pequeños alejados de cualquier hiedra venenosa.

Paso 6: Busca decoraciones fantasiosas en tu cajón de cachivaches

¿Sientes que tu casa de hadas necesita un poco más de brillo y resplandor? Tu bolsa de telas o el joyero donde guardas los pendientes huérfanos podrían contener los accesorios perfectos para agregar a tu jardín. Cualquier cosa que brille funciona bien siempre y cuando sea apropiada para la edad de tus nietos. Cuando saqué a mi niño interior para crear un jardín de prueba antes de reunirme con el equipo, encontré un pequeño broche de pájaro que coloqué en el techo de musgo de una casa de corteza.

Melinda ayuda a Adele a crear su jardín de hadas con todo el material que recogió. Una silla donde las hadas pueden descansar y un techo de hojas de magnolia son parte del diseño.

Stephen Voss

Paso 7: No te limites con las decoraciones

No hay asociaciones de propietarios ni leyes de zonificación para los jardines de hadas. Deja que los niños instalen todos los adornos brillantes y pequeñas criaturas que quieran.

Adele, Asher y Asa Nies, de 5 años, llenaron su jardín con suficientes figuritas de diferentes tamaños para llenar un zoológico junto con varias hadas de plástico, mientras la abuela pegaba la casa. Asher, un globalista en ciernes, exclamó preocupado: “¡Todos los animales son de América del Norte!”. (Le aseguré que podíamos agregar un cocodrilo a la escena porque los cocodrilos también viven en el Amazonas). Los gemelos y sus primos Cameron Thompson, de 11 años, y su hermano Ashton, de 9, trabajaron con Ed para redecorar la casa y el jardín de hadas que habían hecho para el festival del parque Quiet Waters.

En realidad, puedes hacer una pila de hojas con una abertura, llamarla un hotel de hadas y empezar a inventar historias en el acto, según todos los expertos que consulté. Sarah Levinthal, educadora juvenil del Jardín Botánico de Pittsburgh, recuerda a los adultos: “Puede que no se parezca a lo que tenías en mente, pero a los niños no les importa. Les gusta la imperfección”.

Adele Nies decide qué artículos deben colocarse en su jardín de hadas con su abuela Melinda y su tío abuelo Ed.

Stephen Voss

Paso 8: Crea recuerdos entrañables

Cuando estamos en presencia de la magia y la imaginación, sacamos al artista que todos llevamos dentro.

Mientras seguía al equipo, recordé los años de baile de mi hija, que ahora es adulta. De vuelta en casa, tuve la inspiración de hacer un hada de azúcar con un palito de paleta, zapatillas dibujadas con marcador rosa, un tutú hecho con capas de papel para hornear blanco y alas de papel de aluminio. Me imaginé que el hada podría dar vueltas en la Tierra de los Dulces de El cascanueces con un bosque de piruletas y bastones de caramelo.

Mi sábado por la tarde con la familia de diseñadores de jardines de hadas terminó con una sesión de relajación en la que disfrutamos de galletas y bebidas frías y elegimos nombres para nuestras hadas.

Cameron apodó a Ed “Fairy Uncle Giggles” (tío hada risueño) por su risa contagiosa e imaginó que ella sería una estrella mágica del fútbol inspirada en su jugadora favorita, Alex Morgan. Linda, observando al feliz grupo en el porche y el césped de los Nies, concluyó: “Seré 'Grandma Fairy Joy' (abuela hada alegría) para que a donde quiera que vaya pueda llevar alegría a la gente”.