La higiene en el salón de uñas
Sigue los siguientes consejos para garantizar la higiene de tu manicura y pedicura.
In English | Las manicuras y pedicuras son un placer del verano difícil de resistir, pues son baratas y libres de calorías: escoger entre cientos de colores para las uñas, ojear revistas viejas y esperar con ansias ese masaje —es lo que verdaderamente te motiva— ¿verdad?
Bueno, al menos esa era la motivación —hasta que comenzaron a correrse ciertos rumores en las redes sociales acerca de hongos e infecciones en las uñas, y otras cosas peores. Así que cuando me di cuenta de que en lugar de relajarme lo que hacía era supervisar la limpieza de las estaciones de trabajo del salón que solía frecuentar decidí recurrir a la asesoría de los expertos. Para esta tarea recurrí al Dr. Joshua Zeichner, director de investigación cosmética y clínica del Departamento de Dermatología del Mount Sinai Hospital en Nueva York. Zeichner me dio muchos consejos acerca de cómo continuar consintiéndome y mantener una higiene inmaculada.
Confía en tus sentidos. Mira a tu alrededor. ¿En tu salón de uñas utilizan desinfectante líquido de buena calidad? (Ese frasco de líquido azul que a menudo se utiliza para remojar las tijeras, las limas o la herramienta de empujar las cutículas). ¿Utilizan esterilizadores UV (esos que parecen un tostador u horno) o un autoclave (los que parecen ollas de presión futurísticas) para matar bacterias, hongos y virus?
Todos estos equipos pueden ayudar a combatir las infecciones, según Zeichner, "pero solo si son de buena calidad". Puedes preguntarle al gerente si realmente funcionan, pero debes saber que algunos salones no escatiman en engaños: puede que diluyan el desinfectante, utilicen bolsos plásticos sellados para dar la impresión de que son herramientas esterilizadas o pueden usar esterilizadores UV anticuados que no hacen mucho más que el agua y el jabón.
¿Dios propone y la mujer dispone? Está pendiente a ver si tiran a la basura las herramientas de madera —las limas, las piedras pómez y los palitos de naranja, entre otros— cada vez que terminan con un cliente. Según Zeichner, estas herramientas se utilizan "una sola vez porque pueden contaminarse con los fluidos corporales y pueden transmitir infecciones entre clientes". Un salón engañoso pudiera rociar las herramientas desechables con alcohol para que luzcan como nuevas o reciclar las toallas "calientes" que tanto te gustan sin haberlas lavado entre usos. Así que no le temas a expresarte.
Trae tu propio equipo. Entre manicuras y pedicuras, lava tus manos y pies en casa con jabón, agua y un algodón humedecido con alcohol. No compartas tus herramientas con nadie —incluso con tu esposo o compañero, pues pudieras desarrollar pie de atleta si él lo tiene por haber compartido un mero cortaúñas—.
Si realmente te preocupa mucho la higiene, lleva tus propias herramientas al salón. Eso fue lo que comencé a hacer recientemente, llevo mis propios esmaltes de uñas —incluso la base y el tope— a cada una de las citas. "Por lo general, las infecciones no se transmiten por los esmaltes de uñas", dice Zeichner, "pero si utilizaron esa brocha en una persona con una infección por hongo, pudiera haber una posibilidad de contagio". Aparte de la higiene, esta prática te garantiza: que no te toparás con ese esmalte de uñas viejo en el salón que han diluido con acetona para extender su vida útil —una mezcla horrible que reduce la duración del color y causa que se escascare—.
No dejes que te corten las cutículas. Pide que suavicen tus cutículas y luego las empujen —pero que no las corten—. Zeichner advierte que "las cutículas marcan los límites de protección de las uñas. Una cutícula cortada puede terminar en una infección conocida como paroniquia —la cual si no se trata puede esparcirse y podrías perder la uña—". ¡Uy!
Cuidado con tus pies. Los problemas que causan las pedicuras pudieran tardar en aparecer. "Las infecciones pueden tardar varias semanas o meses en aparecer luego de haberlas contraído", dice Zeichner. Los baños para los pies específicamente, advierte, pueden "ser terreno fértil para los hongos, las bacterias y las microbacterias, las cuales se desarrollan bien en el agua. A menos que limpien esos envases adecuadamente con desinfectante de alta calidad durante 10 a 15 minutos entre cada cliente, pudieras desarrollar infecciones en las uñas, los dedos y hasta las piernas —algunas de las cuales son tan serias que requieren antibióticos orales o hasta un IV en el hospital—".
Por último, nunca te rasures o te depiles con cera justo antes de una pedicura, esto puede aumentar tu susceptibilidad a las infecciones.
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